Capítulo II

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Ivy

Me había despertado muy temprano ese día, estaba ayudando a Laila a lavar la ropa cuando Jazmín llamó. Así que nos dimos un descanso, estábamos charlando con ella, ella nos contaba sobre cosas que pasaron en la familia, sobre la universidad a la que estaba yendo y la gente que conocio. Laila también le contó sobre como le estaba yendo en su último año de preparatoria. Y como extrañaba Argentina. Yo sonreía, me gustaba escucharlas hablar.

Entonces vino mamá corriendo.

—¡Maria, Maria! — dijo muy alterada, su cuerpo era grande, no subida de peso, sino simplemente tenía una espalda grande y piernas largas, sus ojos cafés me miraban y no dejaba de sonreír —Acaban de llamar de Hoddie-boggie, quieren hablar contigo.

Jasmin y Laila gritaron, yo también lo hice. Me despedí de Jazmin, Laila me dió un beso de la buena suerte en la cabeza.

Era una video llamada, así que me senté frente a la computadora. Mamá y papá estaban detrás de mi.

Estaba muy preocupada, bien podría interpretar a alguno de los otros personajes que aparecían en la novela, como a Kate, una de las amigas de Helena. Pero yo quería ser Helena, la amaba. Muchísimo. Ella era inteligente, fuerte, bonita, independiente. Todo lo que yo quería ser. Ya había leído los tres primeros libros y a medida que crece, se vuelve mejor. Aprende de sus errores, pide disculpas y sobre todo, siempre está ahí para apoyar a Teseo y Ulises, ellos son una gran amistad. Nunca la hacen sentir menos o la excluyen, son amigos los tres y se aman. Yo quiero eso. Quiero ser parte de ellos.

Pero soy conciente de algo, algo muy importante. Helena es rubia y sobre toda las cosas, blanca.

No. No voy a pensar en eso. No me voy a deprimir. Si me aceptan, no importa el papel que sea, lo interpretaria a la perfección.

—Genevive — dije con una sonrisa, tenía el pelo atado en una coleta, estaba muy hermosa. Cómo siempre que la veía, llevaba puesto un traje elegante.

—Maria, querida. Estoy muy feliz de poder volver a verte.

—Yo también lo estoy.

—Quiero decirte que nos dejaste maravillados, más allá de tu actuación, sino lo que eres. Estuviste increíble, desprendes confianza y seguridad en todo momento, pude ver qué en tu charla con MJ y Joel, siempre guiaste la conversación, sabes cómo hablar y luces como toda una líder. Sería un placer para mí que intepretaras a Helena, eres en quien pienso cuando hablo de ella. No podía existir alguien mejor.

Helena. Yo. Uno de los protagonistas.

Helena.

Mamá y papá empezaron a abrazarme, yo no dejaba de agradecer. Genevieve sonreía alegremente.

Estaba felíz, muy feliz.

—Estoy tan agradecida por esta oportunidad, Genevieve, pero…¿Qué pasará cuando esto se haga público? No me parezco mucho a Helena.

—Maria, eso es lo de menos. Me encargaré de que se sepa que no encontré ninguna Helena mejor, por qué lo digo en serio. Me gustaste, a todos nosotros, sabemos que será un camino difícil, desgraciadamente vivimos en una sociedad que no sabe mirar más allá del apellido. Pero eso no debe detenerte, por qué tampoco nunca detuvo a Helena.

Helena tenía un problema, su padre era el malvado Edmundo Leigh, el dictador y quien estaba intentando destruir a los rebeldes. Nadie confiaba en ella por eso, en libro, el apellido Leigh se había prohibido. Solamente la familia directa de Edmundo podía tenerlo. Helena odiaba su apellido, la gente la odiaba a ella por lo que significaba.

Pero no sé rindió. Siguió luchando por lo que creía correcto. Siguió de lado con los rebeldes y empezó a ganarse su respeto, poco a poco, estaba enterrando su apellido.

Helena era increíble. Y si Genevieve decía que nadie más que yo podía traerla a la pantalla grande, le creería.

Y lo haría perfectamente.

—No me rendiré — dije con seguridad —. Seré la mejor Helena que hayas visto.

—Creeme, lo sé.

Cuando termino la llamada, mis padres hicieron una gran comida, hicimos video llamada con Jazmin. Ella lloraba. Mamá también lloró. Incluso lo hizo Laila. Papá casi lo hace, en especial cuando me abrazó y me dijo que estaba muy orgulloso de mi.




 Papá casi lo hace, en especial cuando me abrazó y me dijo que estaba muy orgulloso de mi

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