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— ¿Qué dices? — Sonrió nervioso juntando sus manos.

— Dejame ver si entendí. — Se masajeo la cabeza mientras se levantaba. Hacía el informe, lo agarró y empezó a leerlo poco a poco, releyendo cada palabra para verificar si todo era cierto. Era cierto. — ¿Dónde robaste esto? — Cerró el informe dejándolo sobre la mesa al lado de ella, miró a Vox.

Acarició sus manos entrelazadas con sus pulgares. — De la oficina de Lucifer. — Bajó la sonrisa mirando un par de segundos el piso, devolviendo su vista a Carmila.

— Ya veo. — Aguantó las lágrimas con un profundo suspiro. — ¿Qué hiciste?

Se rascó el cuello nervioso, ¿Qué hizo? La respuesta no era del todo buena. — Pasaron... — Muchas cosas horribles. — cosas. — Llevó sus brazos atrás de su espalda.

No sé molestó en preguntar más, la reacción del alfa explicaba una parte.

— ¿Carmila?

Reaccionó rápidamente a su llamado. — Oh, si. — Llevó una mano a su cabeza. — Es... es en el borde del pentagrama. — Fue a la sala, dónde estaban sus hijas.

— Gracias... — Dió la vuelta hacia la salida manteniendo el sonido de la s, como una serpiente.

Dejó de hacer sonido mientras entraba al ascensor, en ahí se echó al piso apoyando su espalda contra la pared.

En el borde del pentagrama, ¿No podía vivir en otro lugar que no sea ese? Es feo, mugroso, oscuro, además de estar lleno de animales fusionados con otros, estaba frío y tenía a esas personas que tanto asco le daba, indigentes (menos Alastor, a ese lo ama).

El ascensor se abrió y Vox se puso de pie. Velvet y Valentino lo esperaban en el auto (limusina). El alfa entró al coche y lo encendió.

— Iremos a lo Shrek.

"..."

Empezó a correr con todas sus fuerzas aguantando el dolor en sus piernas y en su vientre, mientras era perseguido por un Zestial furioso.

Estaba nervioso y asustado ya que si era atrapado había un cien porciento de posibilidades que Zestial lo iba a descuartizar o talvez algo mucho peor.

Se escondió detrás de una roca tapando sus orejas para que no resaltarán tanto. No podía ver nada, todo era oscuro y lo único que podía ver eran siluetas raras. Trató de hacer el menor ruido posible mientras pensaba como podría salir de esta situación y encontrarse con Vox.

— ¡Alastor! — Ese grito hizo que su respiración y todos sus sentidos se agitarán.

Se estremeció un poco. Empezó a esparcirse tierra para camuflarse con el entorno. Sus orejas bajaron al punto de parecer ya no tenerlas.

— Tú sabes que te quiero mucho... — Crujió su cuello e iluminó sus ojos para usarlos como linternas.

Comenzó a gatear a la vez que la luz verde de los ojos de Zestial lo buscaba.

— ¡Alastor! — Un par de arañas empezaron a salir de sus cuerpo, empezando a buscar al omega. — ¡Vuelve aquí ahora mismo! — Desapareció entre las sombras, las arañas harían la mayor parte del trabajo.

Aceleró el ritmo chocando contra una de las arañas, está abrió la boca para hacer ruido, pero fue destruida por lo que parecía ser un disparo con silenciador. El ciervo miró a la dirección de la bala, logrando ver a un pequeño robot con una minipistola, le dió un par de toques y en una pantallita vió a Vox.

𝐷𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑖𝑣𝑜𝑟𝑐𝑖𝑜 [𝑪𝑶𝑹𝑹𝑬𝑮𝑰𝑫𝑶](StaticRadio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora