7. San Antonio.

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San Antonio, Texas.

Estamos cenando en un restaurante después del show de Peso Pluma, de aquí le seguiremos en la fiesta que ya tienen preparada, estoy por sentarme cuando Hassan pasa por detrás de mí, toca mi cintura figurando que no puede pasar, me sonríe coqueto y se va.

Uy, se nota como te coquetea ligeramente -dice mi amiga cerca de mi oído cuando me siento a su lado-

Espero que nadie más lo note -digo fastidiada- sino, dejaré de acostarme con él

Que radical -dice ella riéndose-

Sabes que conmigo todo es blanco o negro, no hay intermedios -digo para después beber de mi vaso-

Oye -dice llamando mi atención, volteo a verla-

¿Qué pasa? -pregunto mirando a donde ella tiene sus ojos- ay, ¿te gusta? -pregunto divertida-

Se me hace demasiado atractivo -dice mirando a Tito, el primo de Hassan-

Tíratelo -digo alzando los hombros-

Dios Paola, estás loca, claro que no -dice con la cara roja-

No lo vas a volver a ver, equis hermana -digo llevándome el tenedor a la boca-

Bueno, tienes un punto, no existe probabilidad de volverlo a ver al menos que vuelva a visitarte en un show de estos, pero si somos conscientes les quedan cinco fechas en Estados Unidos, cuántas en México? -pregunta haciendo sus cálculos y me da risa-

En México son siete -digo emocionada, pues únicamente nos quedan doce fechas para terminar la gira-

Bueno, en teoría si no creo visitarte en otro show, así que si me lo podría tirar -me río al ver como lo mira-

Pues que todo se acomode esta noche hermana -digo divertida-

Amen, amen Paola -dice seria-

Cuando terminamos de cenar nos movemos al antro donde festejaremos esta noche, es divertido porque aunque estamos en un país ajeno es como si estuviéramos en México.

Al principio Adrián nos obligo tanto a Mel como a mí a tomar dos rondas de shots para entrar en ambiente, después se desapareció por ahí, nosotras nos fuimos a bailar a la pista cuando comenzó a escucharse el reaggeton.

Después de incontables tragos y canciones bailadas volvimos a la mesa donde estaba Valeria junto a Tito hablando sobre algún tema, nos acoplamos a su plática, el cantante no desaprovechaba ni una para provocarnos carcajadas.

Valeria me pidió acompañarla a la barra, pedimos algunos tragos mientras hablábamos de la dinámica del siguiente concierto, aunque en realidad decíamos puras tonterías por el alcohol en nuestra sangre.

Al volver a la mesa ni Tito ni Melissa estaban, hum, sospechoso... fue justo en ese momento que me llego un mensaje de mi amiga avisando que no llegaría a dormir conmigo.

Eran las cuatro cuarenta y cinco de la mañana cuando llegamos al hotel el cual se mantenía en completa calma, subí al elevador junto a Adrián y Hassan, el último mencionado bajo un piso antes que nosotros despidiéndose únicamente con un buenas noches el cual fue respondido por los dos, le sonreí coqueta meramente por diversión.

Adrián comenzó a hablar como un perico sobre sus partes favoritas del concierto, me contaba cada cosa como si yo no hubiese estado ahí, me causaba algo de risa pero a su vez solo quería que se callara para cada uno entrar a su habitación a descansar.

Mi hermano al ver mis bostezos se despidió de mí para adentrarse a su habitación, una vez que cerró su puerta yo abrí la mía, me deshice de mis zapatos y el molesto vestido que había elegido para esta noche quedando únicamente en ropa interior, mientras terminaba mi rutina de skincare escuché dos ligeros toques en mi puerta.

Luna; Peso PlumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora