Luna; Peso Pluma

4. Visitas nocturnas.

Termine de preparar mi maleta y es ahí cuando suenan unos golpes en mi puerta, doy mi asentimiento para que entren.

¿Estás lista? -me pregunta Adrián-

Si, ¿tú? -pregunto mirándolo-

Si listo, vámonos -asiento-

Adrián y yo nos despedimos de nuestros papás pues nos iremos por un largo tiempo, la gira de Peso Pluma inicia en Estados Unidos, nos estaríamos moviendo entre diferentes ciudades pero sin regresar a Monterrey.

¿Estás emocionado? -pregunto una vez que estamos sentados en el avión-

Más que emocionado, siento que esta era la última puerta que tenía que abrir -asiento-

Tenemos que hacerlo increíble en todos los sentidos, después de esto, solo sigue subir -él sonríe-

Gracias por estar tan animada con esta gira, por acompañarme en todo -sonrió-

Siempre será así nano -él se ríe-

La enana eres tú Paola -le saco la lengua-

Había decidido cambiar un poco mi actitud respecto a Adrián, prefería darle esa confianza que necesitaba de mi parte, para que más rápido pudiera soltarse de mi.

Él no lo sabía, ni pensaba decírselo, pero esta gira le enseñaría a prepararse para ser independiente de mi en todos los sentidos posibles.

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Mañana teníamos nuestro primer show abriéndole a Peso Pluma, Adrián no paraba de brincotear por todos lados, pues también aprovecharían para grabar la canción que tanto le había prometido.

¿Desayunando sola? -miro hacia arriba encontrándome con Hassan-

Adrián sigue dormido -alzo los hombros-

¿Puedo? -asiento-

Él toma asiento enfrente de mi, los dos comemos nuestro desayuno en silencio pero siento su mirada cada tres segundos.

¿Por qué no disfrutas tu trabajo? -pregunta finalmente-

No es lo mío -digo mirándolo-

¿Y qué es lo tuyo? -pregunta él acomodando su cara entre sus manos-

Yo trabajaba en una agencia de publicidad en Londres, eso es lo mío -él sonríe-

¿Y por qué lo dejaste? -me muerdo el labio-

A veces tienes que abandonar tus sueños por cumplir los de alguien más -él niega con la cabeza-

No creo que debería de ser así -asiento-

No debería, pero así es -digo alzando los hombros-

¿Y cuál es el plan para volver a ser feliz? -sonrió-

Que Adrián comience a tener éxito, enseñarlo a ser independiente, buscarle un buen manager -él me mira con atención-

Hablas de tu hermano como si fuera un niño -lo miro sorprendida-

¿Como sabes que es mi hermano? -pregunto mirándolo-

Él me lo dijo, en su defensa lo presioné -asiento-

No pienso que Adrián sea un niño, la cosa es que mi papá lo mal acostumbro -él me mira con duda-

¿En que sentido? -pregunta ladeando su cabeza-

Mi papá resolvía absolutamente todo en la vida de Adrián, desde la a hasta la z, hay cosas que el artista tiene que hacer por si solo -él asiente-

Va a aprender mucho en esta gira -asiento emocionada-