》VI《

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"Yo no lo entendía al principio... Pero siempre todo contigo era más fácil, más lindo, más tranquilo y más seguro..."

"Sólo quiero estar a tu lado, hacerte reír, hacerte sentir segura y apoyarte en lo que necesites..."


Esa mañana Stephen no había salido de su habitación. ¿Y cómo querían que lo hiciera si le confesó sus sentimientos a Wanda de una manera estúpida y vergonzosa?

Nick Fury había llegado al complejo, al parecer tenían una reunión. Todos se encontraban en la sala de juntas a excepción de Strange.

—¿Donde esta? —Preguntó Tony al ver que Vision llegaba solo.

—Dijo que no podía, mañana tendrá un examen bastante importante, así que prefería estudiar.

Fury, rodó los ojos y Wanda negó.

—Eso no es cierto. Mañana no es su examen es la próxima semana. —La ojiverde se encogió de hombros.

—¿Y tu como sabes eso? —Preguntó Pietro.

—Él me lo dijo.

—¿No va a venir cierto? —Preguntó Steve.

—Yo lo voy a buscar. —Wanda se levantó y fue en busca de Stephen.

—Ni se les ocurra ponerse celosos. —Dijo Natasha, apuntando a Pietro y Clint, quienes ya tenían la mandíbula tensa.

—¿¡Y por qué no!? Aún es una bebé. —Se excuso el peliblanco.

—Eso es verdad. —Defendió Clint.

—De quien deberías cuidar a Wanda es de Vision el si esta interesado en ella. —La peliroja le susurró a Barton.

Este le dio una mala mirada al androide.

—Wanda y Stephen, son solo amigos... No hay de que preocuparse.

—¿Y porque estas tan segura de eso?

—Pietro, Wanda me cuenta todo. Además si de verdad pasará algo entre ambos yo sería de las primeras en enterarme.

—¿Por?

—1. Ella me cuenta todo. 2. Yelena es la chismosa que no se calla. 3. Por ahora solo son amigos.

En la primera se había equivocado. Si bien era cierto que Wanda le contaba todo a Nat, sus sentimientos por Stephen era algo que no había compartido con nadie.

—¿¡Cómo que por ahora!?

—Eso dije Pietro.

—No vuelvas a decir eso Romanoff.

—Existe la posibilidad de que en algún momento se enamoren. Son bastante jovenes aún.

Al otro lado del complejo se encontraba Strange en su habitación, lo del examen era cierto. La fecha planteada había sido la semana siguiente, pero fue reagendada para el día siguiente.

toc, toc.

Sonó la puerta haciendo que se levantara de golpe. Sabía que era ella...

toc, toc.

Volvió a sonar.

—Stephen, ábreme la puerta.

Se dirigió a abrir resignado, ya no podía hacer nada más, tampoco la podía evitar pero, sabia que se sentiría incomodo.

—Buenos días, Brujita.

—Buenos días, Doctor.

—¿Qué puedo ofrecerle?

𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐚𝐬 𝐍𝐨𝐜𝐭𝐮𝐫𝐧𝐚𝐬 - ꜱᴄᴀʀʟᴇᴛꜱᴛʀᴀɴɢᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora