03. ECOS DE UN NIÑO PERDIDO

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CAPITULO 3______________________________

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CAPITULO 3
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Ecos de un niño perdido

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Es ahora, o nunca.

El taxi se detuvo justo frente a la entrada principal, saco mi cartera para darle mil dólares al chofer. Pero él mira el dinero asustado, como siempre.

—Señorita, disculpe pero es mucho dinero. Solo serán siete dólares por el viaje y no tengo cambio —rasca su nuca, sintiendo pena.

Me quedé callada un segundo.

—No estoy pidiendo cambio.

Me bajo del carro, escucho un "gracias" de su parte. Sonreí satisfecha.

Finalmente me paro frente a la mansión.

Jamás había estado aquí, incluso siento muchos escalofríos estando a unos pasos de ella, se ve vacía y triste. Le hace falta un poco de brillo y vida. Pero creo que así se va a quedar por el resto de su vida o hasta que esté en demolición. Y vaya que da miedo.

Suspiré profundamente. Finalmente estoy aquí.

La Academia Umbrella.

El aire frío acaricia mi rostro mientras observo la imponente estructura que ha sido parte de su vida por muchos años. El ambiente es tenso y frío, incluso parece que la casa no ha sido habitada por años.

Después de diez años buscándolo, finalmente estoy aquí de pie ante la mansión en dónde vivió algún tiempo. Mi corazón late con fuerza mientras trato de recordar todo lo que hice por encontrarlo, cada fragmento de memoria que me ha llevado hasta aquí.

La mansión parece un gigante dormido aguardando para mostrar sus secretos. Con determinación renovada, me acerco a las puertas de hierro, lista para abrirme paso en un mundo que ha tratado de mantenerse oculto de mí.

Las puertas de madera crujen al abrirse, y el sonido resuena en el aire como un eco del pasado. Respiro hondo y cruzo el umbral.

—¿Cinco? —murmuro su nombre, como si eso pudiera traerlo de vuelta instantáneamente.

¿Qué secretos esconde esta mansión?

¿Qué le ocurrió realmente?

—¿Esposito?

Con cada paso que doy, mi resolución se fortalece. He recorrido un largo camino, y no me detendré ahora.

El vestíbulo es como lo recordaba de las fotografías de la Comisión, pero más oscuro y opresivo, un tanto perverso. Un gran candelabro ilumina tenuemente el mármol del suelo, reflejando sombras que parecen moverse por voluntad propia.

✓ THE MUSE | THE UMBRELLA ACADEMY ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora