✓ 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐔𝐒𝐄: El final está en el principio #1 (TERMINADA)
Más allá de ser una simple esposa, se ha convertido en un... dolor de cabeza para Cinco. En cuanto a Ara-hee, ser un ser de luz enamorada de su lindo esposo no es muy complicado como pa...
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CAPITULO 18 ______________________________
El enigma de la academia umbrella
𓍯𓂃
Todo a mi alrededor se siente distante, como si estuviera atrapada en un sueño del que no puedo despertar. Mi respiración es rápida, errática. Siento mis manos temblar, y la energía en mi interior comienza a agitarse, creciendo, como una tormenta que no puedo contener.
No puedo... no puedo seguir así.
Todo es demasiado.
Las voces en mi cabeza.
Las imágenes de Yun-jae.
Mis padres.
Todo.
Sir Reginald... no puedo detenerlas. Es como si estuvieran todos aquí, mirándome, juzgándome. Me ahogo en su presencia. Cada vez que cierro los ojos, los veo, siento su dolor, su desesperación, su ira... mi culpa.
La presión en mi pecho aumenta, y siento que el poder empieza a escaparse, desbordándose a través de mis dedos. Los Hargreeves están alrededor, pero parecen tan lejanos, como sombras en la niebla. No quiero lastimarlos, pero sé que si se acercan más, no podré evitarlo.
"Cinco... ¿qué estás haciendo? No te acerques". Quiero decírselo, quiero gritarle que se aleje, pero mi garganta se cierra.
Él sigue acercándose, su voz es apenas un susurro en medio del caos dentro de mi cabeza.
"Respira", me dice, "vamos a salir de esto, juntos". Quiero creerle, quiero aferrarme a esas palabras, pero el peso en mi interior es demasiado.
No puedo.
No puedo respirar, no puedo pensar. Solo puedo sentir cómo el poder crece, cómo se retuerce dentro de mí, buscando una salida.
Las imágenes de mi hermano, de Sir Reginald, de todo lo que he perdido, se mezclan con el miedo y la ira. Es una explosión que no puedo detener.
Y entonces, siento el estallido.
La energía se desata. Una explosión azul sale de mí sin mi consentimiento arrojando a todos hacia atrás. Veo a los Hargreeves volar por la habitación, pero ya es demasiado tarde para detenerme.
"¡No, no, no! ¡Aléjense! ¡Por favor, no quiero hacerles daño!". Pero las palabras se pierden en el estruendo. Los veo luchar por levantarse, por acercarse de nuevo, pero es inútil. Todo se siente fuera de control.
No estoy bien.
No estoy bien.
No... estoy bien.
Veo a Klaus levantarse, su mirada decidida, tratando de llegar a mí. Está gritando algo, pero no puedo entenderla. Todo lo que oigo es el latido ensordecedor de mi propio corazón, y el rugido del poder que no puedo contener.
