35.- Aldo_geo.

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-Te ves preciosa corazón -la dulce voz de mi madre llamo mi atencion-

-Gracias -murmure con timidez-

Hoy era un gran día, mi cumpleaños número 15, estaba feliz por que me harían una pequeña fiesta, mi vestido no era llamativo pero si lo suficientemente lindo como para capturar algunas miradas, el maquillaje era simple, alfo natural.

-Vamos, papá quiere presentarte a unas personas -asenti y camine hacia la puerta de mi habitacion-

Mi casa no era gigantesca como la de muchos en el vecindario, pero tenía un jardín enorme, el pasillo daba a unas escaleras qué llegaban a la sala, al bajar pude encontrarme a mi padre hablando animadamente con una pareja, mis ojos fueron hacia el chico quien parecía nervioso pero se mantenía quieto en su asiento.

-Oh ahí esta -hablo mi padre y sonreí- mi princesa, te ves preciosa

-Gracias -dije con una sonrisa mientras terminaba de bajar las escaleras-

-Ven te quiero presentarte a los señores Hernandez y a su hijo -me acerque y me puse del lado izquierdo de mi padre-

La noche fue agradable, platique un poco con la señora, intente iniciar una conversación con el chico pero solo decía palabras cortas y me miraba con seriedad. Así fueron pasando los años, conviviendo con esa familia hasta que tuve la mayoría de edad y me vi obligada a casarme con ese chico, el no parecía feliz, en mi caso no sabía como sentirme al respecto.

-Pero no le agrado, ¿como seremos un buen matrimonio? -pregunte con lágrimas en mis ojos a mi madre quien suspiro-

-Le agradas, solo que creo que no sabe expresarse es todo amor -dijo con ternura mi madre-

Retocaron mi maquillaje, suspiré en cuanto pusieron el enorme vestido blanco frente a mi, intente sonreír, debería ser el día más feliz de mi vida, con muchísima ayuda logre colocarme el vestido, me veía preciosa eso no podía negarlo, el vestido era pomposo como el de una princesa y la pedrería brillaba en el corsé.

—¿Realmente tengo que hacer esto? -la mirada de mi madre se lleno de ternura-

—Amor ese chico te gusta, mira como te brillan los ojitos -tomó con delicadeza mi rostro haciendo que me viera en el espejo- nunca te tratara mal y si lo hace sabes que puedes llamarme, iré de inmediato a darle una paliza si se atreve a lastimar a la luz de mis ojos

Eso me hizo reír, amaba a mi madre, por esa mujer daría mi vida entera, después de eso mu animo subió, deje de lado mis pensamientos malos para enfocarme solo en lo que podría hacerme feliz. El ver a aquel pelinegro parado en el altar esperando por mi me hizo temblar las piernas, saber que me estaba casando con el me había sentir feliz, pero si rostro serio me hacía dudar, la fiesta no fue ña gran cosa, no me quede o bueno, no nos quedamos.

—Hará frío donde bajaremos -dijo con su voz seria mientras me dejaba un cobertor sobre mi cuerpo- tápate bien

—Gracias -logre murmurar-

Todo el viaje en avión fue un tanto tranquilo, el se la paso durmiendo mientras a mi me comían los nervios, mis manos temblaban, y mis ojos no paraban de mirarlo a el o a la ventana. Cuando el avión aterrizó el aún seguía durmiendo, me acerque con cautela para despertarlo, no quería ser molesta, no quería que se enojara conmigo, sus ojos se abrieron lentamente, lucia confundido, le di una pequeña sonrisa y apunte a la ventana.

—Llegamos - y eso pareció despertarlo-

Se levantó acomodando su ropa, así comenzó nuestra luna de miel, fue un viaje increíble, era atento, caballeroso pero no demostraba ningún tipo de cariño más allá de la primera noche que pasamos juntos, con el pasar de los meses me di cuenta que estaba embarazada. Me dio miedo, no quería decírselo en absoluto, ¿que pasaba si no lo quería?, ¿y si me insultaba por no cuidarme?, mis manos temblaban mientras sostenía la prueba de embarazo positiva, las lágrimas bajaban por mi rostro.

One Shots - StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora