¿Tan rápido llegamos a este momento? Parece que fue hace unas horas cuando escribía sobre cómo me sentí la primera vez que fuimos a vernos. Supongo que así es el tiempo. Pasa más rápido cuando amas lo que estás haciendo. Escribirte a tí se ha vuelto mi pasatiempo
4 de Junio.
El día del comienzo. El día en el que nuestra historia empezó a transformarse en lo que hoy es. No se me ocurre otra palabra para describirlo, fue maravilloso. Tan perfecto que aún no puedo creer que ya han pasado tres meses desde entonces.
Dos tulipanes me acompañaron ese día. Desarmados, esperando ser ensamblados por nosotros. Qué coincidencia, ¿verdad? Mientras armábamos esos dos tulipanes, en realidad nos estábamos armando a nosotros mismos, construyendo poco a poco nuestra relación, dándole forma con cada sonrisa, cada palabra, cada mirada. Esos tulipanes no solo eran flores, eran un reflejo de lo que estábamos creando juntos: algo hermoso, frágil pero lleno de vida, algo que necesitaba cuidado y paciencia para florecer.
Ese día me di cuenta de que la vida nos da señales, pequeños guiños que nos muestran que estamos en el camino correcto. Los tulipanes eran más que simples flores; eran testigos de nuestro primer paso hacia algo más grande, algo que quizás no entendíamos del todo en ese momento, pero que se sentía inevitable. Como si todo hubiera estado planeado desde antes, como si esas piezas sueltas que éramos tú y yo finalmente hubieran empezado a colocarse.
Ahora, al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que no solo estábamos armando tulipanes; estábamos construyendo nuestros sueños, nuestras esperanzas, y el deseo profundo de compartirlo todo. Estos tres meses, aunque parezcan breves, se sienten como una eternidad vivida en cada segundo juntos. Porque no importa cuánto tiempo pase, lo que realmente cuenta es cómo hemos decidido vivirlo: sin reservas, sin miedos, y con el corazón dispuesto a amar incondicionalmente. Este es solo el comienzo, pero ya sé que, pase lo que pase, lo haremos de la misma manera en que lo hemos hecho hasta ahora: con la certeza de que estamos donde siempre debimos estar, uno al lado del otro, escribiendo esta historia juntos, con cada página llena de la más pura y sincera emoción.
