capítulo 6: todo por ella.

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Lo que le dije a Lyon fue claro: si quería recuperar mi confianza, tenía que bloquear a su otra novia en WhatsApp, eliminarla de todas sus cuentas.

Ella me envió capturas de todo lo que había hecho, pero la inseguridad seguía presente. A veces le reclamaba, pensando que aún me estaba engañando. Sin embargo, se esforzó lo suficiente para demostrarme que eso no volvería a suceder.

Aunque su insistencia me ayudaba a creerle, me costaba confiar plenamente en ella. Con el tiempo, empecé a notar su entusiasmo y el cambio en su actitud, lo que me hizo abrirme nuevamente a la posibilidad de confiar en ella. Pero no era como antes; una vez que la confianza se rompe, nunca vuelve a ser la misma. Aun así, traté de darle otra oportunidad.

Con el tiempo, mis celos se intensificaron.

Cada vez que veía algo que me incomodaba, le reclamaba o me enojaba. Una vez revisé su teléfono y vi que todavía tenía un mensaje de ese número que tanto me molestaba; eso me hizo sentir triste y frustrada. Ella lo bloqueó de inmediato y me aseguró que no sabía que aún estaba allí. Le creí, y comenzó a mostrarme cariño mientras revisábamos juntas el teléfono. Intentaba cambiar, pero a veces era difícil, especialmente porque también lidiaba con problemas en casa. Me sentía colapsada y, a veces, creía que ni siquiera ella podía entenderme.

Mi vida era complicada y no disfrutaba teniendo una relación oculta; eso solo lo hacía todo más difícil.

Empecé a trabajar duro, incluso ayudando a mi tío, y cada centavo que ganaba lo usaba para complacer a Lyon. Verla feliz era algo que realmente apreciaba. Pero también había momentos de peleas extremas; ella se cansaba y amenazaba con dejarme si no cambiaba. Intentaba mejorar.

Una vez olvidé algo importante para ella. Eso la hizo llorar, y yo me sentí fatal por hacerla sufrir. Ese día no me habló. Después de eso, hice todo lo posible por compensarlo, anotando en mi calendario las cosas importantes para ella.

Lyon quería pintar y se inscribió en un curso de arte en su liceo; yo le compré todo lo necesario porque su madre no la quería apoyar. Para mí era importante lo que ella sentía. Cuando finalmente llegó el día del evento, su madre no la dejó asistir. La vi molesta y de mal humor; intentamos distraernos en casa de su mejor amiga, riéndonos y compartiendo fotos.

Cada vez que llegábamos a la parada de buses, nos separábamos para evitar ser vistas juntas. Vivíamos en secreto; su madre había comenzado a amenazarme con llevarme a la cárcel porque yo ya había cumplido 18 años y Lyon solo tenía 17. Muchas amistades intentaron interponerse entre nosotras, deseando vernos destrozadas en lugar de felices. Nadie quería que encontráramos la felicidad juntas.

Katy, mi  prima , se interponía en nuestra relación, manipulando situaciones y generando conflictos entre nosotras.

Llegamos a un punto crítico en el que casi terminamos, pero eso nos hizo más fuertes. Yo arriesgué mucho por Lyon; corría media hora desde mi casa a la suya cada vez que su madre no estaba. Su casa estaba vigilada, y siempre se daban cuenta de mis visitas.

En una ocasión, Katy le escribió a mi papá para contarle todo, y él me regañó duramente, a veces incluso ofendiéndome. Intentaba ser fuerte a pesar del dolor, ya que sabía que era débil en muchas áreas.

Después de eso, empezamos a tener más peleas, ya que Katy seguía interfiriendo en nuestra relación. Alcanzamos un punto en el que nos separamos debido a todo lo que había sucedido, gran parte por culpa de Katy.

Lyon no quería seguir porque creía ciegamente en lo que ella decía, aunque a veces yo le daba motivos. Sin embargo, me esforcé mucho para que volviéramos; pasé 15 días muy difíciles llorando cada noche, sintiendo que la perdía y deseando quitarme la vida porque no podía imaginarme sin ella. Al final, logré recuperarla después de ese período.

A pesar de todo lo que había pasado, Lyon se esforzó por mantener la relación.

Lyon había vivido momentos difíciles y a menudo tenía pesadillas, pero aún así trataba de hacer las cosas bien. Yo, por mi parte, perdía el control de mí misma; había momentos en los que me sentía tan mal físicamente y emocionalmente que buscaba salir a caminar tras una pelea con Lyon, a veces regresando lastimada. Ella se preocupaba y me regañaba por eso. Fumé y bebí, pero dejé esos hábitos por ella y por mi salud.

Dejé muchas cosas atrás; solía saludar a mis amigos con un beso en la mejilla y un abrazo, pero me vi obligada a renunciar a eso por Lyon. Si notaba alguna inseguridad en ella, bloqueaba varios contactos para tranquilizarla. Me alejé de muchas personas para que se sintiera bien en nuestra relación; hice todo lo posible por su bienestar.

amor ,dolor y sufrimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora