Prefacio

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Cheong Mun sonrió suavemente, de la manera en que hacía cuando intentaba tranquilizar a un niño pequeño o convencer a Cheong Myeong sobre un asunto en el que estaban en desacuerdo. Fue una expresión que, por principio, puso a Cheong Myeong en guardia, haciendo que tensara sus hombros y endureciera sus rasgos faciales.

Había un hombre joven al lado de Cheong Mun, vestido con el uniforme de un discípulo de primera clase, pese a ser un rostro que no había visto nunca antes. No es como si Cheong Myeong fuera especialmente cercano a cada uno de los discípulos, y ciertamente habían muchas personas transitando en sus caminos a través de la secta, pero él había vivido toda su vida aquí, por lo que podía enorgullecerse de conocer a cada uno de los discípulos de un sólo vistazo.

Este no era uno de ellos.

En realidad, ni siquiera parecía ser una persona promedio, alguien que sería fácilmente pasado por alto. Fue todo lo contrario. Era un hombre joven con un avanzado nivel de artes marciales, un atractivo sobresaliente y la actitud de una persona acostumbrada a liderar. Todos estos eran rasgos que saltaban a la vista, atrayendo la atención de las personas circundantes hacia su persona sin necesidad de esforzarse en ello, lo que traía la pregunta una vez más de qué hacía alguien así en este lugar, cuando se suponía que no debía de pertenecer a su secta.

"Veo que has notado a nuestro joven sajil", Cheong Mun apoyó una mano reconfortante en la espalda de dicho discípulo. "Este es un discípulo proveniente de una de nuestras subsectas, al que tomé como discípulo directo hace un tiempo atrás, al ser un jóven extremadamente prometedor. Sin embargo, parece que ha superado mis enseñanzas con creces, por lo que me gustaría pedirte que le enseñaras un poco, de forma en que tenga la oportunidad de crecer."

El joven se sonrojó, agachando la cabeza avergonzado mientras aceptaba los elogios del Líder de la secta. Cheong Mun sonrió con el corazón satisfecho, palmeando el hombro del discípulo con orgullo.

Cheong Myeong abrió la boca, con los ojos amplios mirando entre el indolente Cheong Mun y el tímido discípulo.

"¿¡El discípulo de sahyeong!?"

El joven fue reexaminado nuevamente bajo una nueva luz, notando nuevos detalles ahora que buscaba las similitudes con Cheong Mun, lo que resaltó la postura impecable, el uniforme pulcro que no tenía ni una sóla mota de polvo, la cinta de héroe que parecía deletrear la palabra justicia en su persona y la sonrisa suave hecha para los negocios. Era el tipo de minucias que un hombre obsesivo como Cheong Mun exigiría, tal como una vez lo intentó con Cheong Myeong antes de darse por vencido.

De hecho, después de girar la cabeza del niño de izquierda a derecha, pudo notar que los extremos de la cinta caían exactamente al mismo nivel, con precisión milimétrica. Cheong Mun palmeó el dorso de la mano de Cheong Myeong, alejando sus manos del pequeño retoño que su sahyeong tuvo el descaro de cultivar lejos de su esfera de influencia, como si pensara que lo iba a corromper o algo similar. Ridículo.

"¿Dices que este renacuajo que apenas parece tener la edad suficiente para sostener la espada te ha superado?"

El tono de Cheong Myeong fue plano, incrédulo, y a punto de saltar sobre su sahyeong para corregirlo.

"Por supuesto, si nos enfrentamos en un duelo, este niño no podría vencerme. Sin embargo, su manejo de la técnica es impecable. Me atrevería a decir que posee un nivel similar al que tenías tú cuando eras un discípulo de segunda clase e incluso más alto."

Por supuesto, su sahyeong no podría ser vencido por un niño, aunque si la insistencia de su sahyeong en las habilidades de este niño significaba algo, era probable que el factor definitivo en la victoria de su sahyeong estuviera relacionado con la absurda cantidad de energía interna que había acumulado con las décadas de experiencia y a una técnica de cultivo superior como Líder de la secta.

Además, aunque la comparación a un discípulo de primera clase con un discípulo de segunda clase podría parecer injusta, el niño parecía tener la edad adecuada para haber pertenecido a los discípulos de segunda clase si no fuera porque es el discípulo de su sahyeong, lo que lo posiciona automáticamente en la generación directamente por debajo de los ancianos, como discípulo de primera clase.

"Sin embargo, ¿no dijiste la última vez que no me permitirías enseñar a un discípulo?"

La sonrisa de Cheong Mun se volvió un poco cansada.

"Sólo te pido que observes su entrenamiento y le des algunos consejos si es posible, ya que suelo estar ocupado con mis deberes como Líder de secta. Tengo mis dudas, pero el joven Baek Cheon me ha asegurado que su voluntad de aprender es inquebrantable, así que, ¿por qué no darle una oportunidad?"

Cheong Myeong decidió: este debe de ser no solamente un deseo por el aprendizaje de parte del niño, sino una insistente presión por parte de los ancianos de la secta para finalmente lograr que las técnicas del prodigio más grande de su secta sean transmitidas a otro niño prodigio, y tal vez una forma retorcida de enseñarle a Cheong Myeong un poco de responsabilidad hacia los más jóvenes.

"No me importaría", respondió finalmente Cheong Myeong, para alivio del Líder de la secta y su discípulo, quienes formaron una sonrisa temblorosa idéntica, como si pudieran ver lo que estaba a punto de suceder. Realmente eran maestro y discípulo, eh. Loco. "Con una condición. Tengo cosas importantes que hacer fuera de la secta, ¿sabes? Pero entonces dejaría al niño desatendido aquí. Así que dale permiso para salir de la secta cuando lo considere necesario."

La redacción de Cheong Myeong fue cuidadosa. No quería tener que pasar a través de su sahyeong cada vez que tuviera que salir, lo que derrotaría el propósito de escaparse, pero a su vez eso le podría traer problemas al pequeño discípulo, por lo que tendrían que recurrir al juicio subjetivo de Cheong Myeong. Y finalmente, no añadió que sería bajo su supervisión, ya que en el futuro previsible podía ver a un desafortunado chico de los recados.

Después de una agotadora discusión, el Líder de la secta accedió con un suspiro cansado y un incipiente dolor de cabeza.

El niño, el querido discípulo de su sahyeong, quien se había quedado en silencio por deferencia a sus mayores, finalmente dió un paso adelante, inclinándose hacia él con los puños al frente y una reverencia.

"El discípulo de primera clase, Baek Cheon, saluda al élder Cheong Myeong."

"Hmm, ¿Baek?"

Cheong Myeong se rascó la nuca con la mano, frunciendo el ceño porque no tenía sentido pero pensando en que su sahyeong no habría hecho algo así por un simple error.

"Es mi nombre de nacimiento, élder."

"Oh, está bien."

Había personas así, de la misma manera en que el único nombre que Cheong Myeong tenía era Cheong Myeong, ya sea un nombre de nacimiento o un nombre monástico.

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La cicatriz que nos remonta al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora