Primavera

21 5 68
                                    

Caminar a través del mundo por su cuenta le dió una perspectiva distinta de las ciudades que visitó y su gente.

Aunque caminaba entre la multitud se sintió separado del resto de las personas que lo rodeaban, fortaleciendo la sensación de disonancia que lo había acompañado desde que llegó a la secta. Al menos con Cheong Myeong a su lado no era tan malo ya que él era familiar, incluso si su aspecto era diferente.

"¿Qué le gustaría ordenar?"

"Un té de jazmín, por favor."

Baek Cheon retiró su sombrero, dejándolo a su lado mientras se hundía en sus pensamientos.

Había viajado a través de al menos tres provincias ya, enfrentándose a Namgung Cheonmyeong en primer lugar, una de las muchas personas que había conocido y había visto como una reminiscencia de su pasado. El hombre era decididamente fuerte, Namgung Dowi tenía mucho que envidiarle, reconoció distraídamente. Sin embargo, si se les hubiera dado la oportunidad de crecer hasta vivir la misma edad, el resultado podría haber quedado a favor del lejano descendiente.

"Aquí está su orden."

"Gracias."

Baek Cheon tomó un sorbo lento. En el fondo, pudo escuchar con claridad aterradora las conversaciones murmuradas entre los demás comensales, cuyos niveles de cultivo eran relativamente bajos. Para encontrarse en Kangho chismeando eran bastante audaces pese a ser débiles.

"Es él, ¿no es así?" Susurró uno de los hombres en la mesa más alejada, evitando mirar en la dirección de Baek Cheon.

Su compañero, con el mismo uniforme de secta que el primer hombre, uno que Baek Cheon reconoció como la secta Yeongso si mal no recordaba, respondió con precaución. "Las descripciones coinciden. Incluso lleva eso..."

"Yo también lo vi. Realmente parece justo y recto, como un héroe."

"Por eso le llaman Baekhwajeonggeom (白花正劍)."

Baek Cheon se rió en voz baja. Parecía que su apodo seguiría siendo algo similar sin importar el momento en que se lo dieran, incluso cuando sólo difirió por un caracter. Al menos era nostálgico.

"Escuché que derrotó a Namgung Cheonmyeong el mes pasado, ¿crees que sea cierto?"

"Tal vez no sea mentira... El clan Namgung no lo ha negado. Y escuché otro rumor igualmente interesante", sonrió el discípulo. "Que Baekhwajeonggeom es el discípulo de Maehwageomjon."

"¡No puede ser!"

"¡Shh! Baja la voz, idiota."

Ambos discípulos se miraron asustados, cubriéndose la boca con las manos como si pudieran devolver las palabras a su boca. Baek Cheon suspiró. Realmente parecían demasiado frescos y verdes para vagar por su cuenta fuera de la seguridad de su propia secta.

En cualquier caso, Baek Cheon tomó el resto de su té de un trago y dejó la taza vacía junto a algunas monedas que cubrirían la tarifa. Pronto partió una vez más. Necesitaba continuar viajando por el Río Amarillo hasta llegar a su destino: un nuevo avistamiento del Culto Demoníaco.

Entonces los asesinaría a todos.

...

Cheong Mun había recibido informes sobre los extraños acontecimientos que habían tenido lugar en los clanes externos, y más recientemente, en las afueras de las planicies centrales. Conforme redactó una respuesta, se escuchó el sonido del pincel rascando el papel y las páginas crujiendo con el movimiento. Las preocupaciones eran infinitas.

Un suspiro desganado se escuchó a su lado, acompañado del lento crujir de la masa...

Incluso la forma en que Cheong Myeong molía los dulces con sus muelas se había vuelto lenta y melancólica.

La cicatriz que nos remonta al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora