Después de su éxito en los torneos nacionales, el Karasuno poco a poco comenzó a ganar popularidad, no solo en Japón, sino también a nivel internacional.
Gracias a la recomendación del entrenador Ukai y la colaboración de la Federación Japonesa de...
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Mew Magic Wand de Tyler The Creator - Canción
Todos los miembros del equipo de Karasuno practicaban con una dedicación casi frenética, cada uno centrado en perfeccionar sus habilidades. Sin embargo, en medio de todo ese fervor, había una presencia que se sentía fuera de lugar.
Tsukishima Kei estaba teniendo un mal día.
Desde que había llegado al gimnasio esa tarde, sentía que algo estaba fuera de lugar, algo que no podía identificar con claridad. Se había pasado los últimos días pensando en lo que había sucedido entre él y Hinata en el departamento.
Recordaba con vívida claridad las caricias de Hinata, el calor de su cuerpo, y la forma en que ambos habían estado tan cerca, tan íntimos. Sin embargo, cada vez que esos recuerdos volvían a su mente, Tsukishima sentía una mezcla de confusión, deseo y algo que lo hacía sentirse incómodo consigo mismo.
-¡Kei, cuidado!- gritó Yamaguchi, sacándolo de sus pensamientos justo a tiempo para que Tsukishima esquivara una pelota que casi lo golpea en la cara.
-Presta más atención, Tsukishima.- exclamó Daichi, con la voz autoritaria que lo caracterizaba. Tsukishima asintió, sintiendo el rubor subiendo por su cuello ante el error cometido.
Pero no podía evitarlo. Su mente seguía volviendo a Hinata.
Tsukishima intentaba enfocarse en el entrenamiento, pero cada vez que alzaba la vista, sus ojos parecían buscar a shoyo automáticamente. Y cada vez que lo encontraba, notaba cómo Hinata estaba más y más cerca de Kageyama.
Los dos parecían estar en su propio mundo, bromeando y riendo, compartiendo esa conexión única que siempre habían tenido en la cancha. Tsukishima no paraba de apretar la mandíbula ante tales imágenes, sentía una punzada de irritación que se mezclaba con una emoción que no quería reconocer.
-Esto es ridículo.- se dijo a sí mismo, golpeando el balón con más fuerza de la necesaria durante un bloqueo.
No tenía sentido estar tan perturbado por algo tan trivial. Después de todo, Hinata y Kageyama siempre habían sido así de cercanos, eso era parte de lo que hacía que Karasuno funcionara tan bien. Pero ahora, cada vez que veía a Hinata sonreírle a Kageyama, algo dentro de él se retorcía de una manera extraña. Era un sentimiento incómodo, uno que no quería enfrentar. ¿Por que antes eso no le molestaba y ahora si?
Durante el resto del entrenamiento, Tsukishima hizo lo posible por evitar cruzarse con Hinata o Kageyama, concentrándose en su propia práctica y manteniéndose distante. Pero sus compañeros no tardaron en notar el cambio en su comportamiento. Incluso Yamaguchi, que lo conocía mejor que nadie, le lanzó varias miradas preocupadas, como si intentara descifrar qué estaba mal.
Cuando finalmente llegó el final del entrenamiento, Tsukishima sintió una mezcla de alivio y agotamiento. Se dirigió al vestuario en silencio, evitando cualquier tipo de conversación con los demás.
