Be Slow de Harrison Storm - Canción
Hinata estaba sentado en el borde de su cama, sosteniendo su teléfono con ambas manos. Acababa de terminar una videollamada con su madre y su hermana, Natsu.
Aunque la conversación había estado llena de risas y historias sobre lo que ocurría en casa, cuando la llamada terminó, una sensación de vacío y melancolía se apoderó de él.
No era la primera vez que se sentía así desde que habían llegado a Brasil, pero esa tarde en particular, la distancia parecía más palpable. El bullicio del entrenamiento y las aventuras turísticas habían mantenido su mente ocupada, pero ahora, en la tranquilidad del departamento, la nostalgia se había apoderado de su corazón. Sintió que los recuerdos de su hogar lo envolvían como una manta pesada, recordándole los días en los que todo era más sencillo, en los que no había tenido que estar tan lejos de los que amaba.
Con un suspiro, Hinata dejó el teléfono a un lado y se tumbó de espaldas en la cama, mirando al techo mientras sus pensamientos se revolvían. Cerró los ojos, intentando sacudirse ese sentimiento de tristeza que lo invadía, pero la sensación de soledad sólo parecía intensificarse. A su alrededor, el silencio del departamento amplificaba sus emociones, haciéndole sentir como si estuviera a miles de kilómetros no solo en distancia, sino en espíritu.
Fue en ese momento cuando escuchó un suave golpe en la puerta. Se incorporó un poco, girando la cabeza hacia la entrada de su habitación. Por un segundo, pensó en no responder, en dejar que la melancolía lo envolviera, pero la preocupación en aquel toque lo hizo reconsiderar.
-Adelante.- dijo, intentando sonar más animado de lo que realmente se sentía.
La puerta se abrió lentamente, revelando a Tsukishima, quien llevaba en la mano una taza de lo que parecía ser té caliente. Había una ligera arruga de preocupación en su frente, algo inusual para él, pero que demostraba que había notado el cambio en el ánimo de Hinata. Tsukishima, aunque solía mantener un exterior distante, siempre había tenido una forma peculiar de percibir los estados de ánimo de aquellos que le importaban, y Hinata no era la excepción.
-Te traje algo caliente.- dijo Tsukishima, entrando en la habitación y cerrando la puerta tras de sí, con un gesto suave pero decidido. Observó a Hinata con una mirada que no necesitaba palabras, había algo en sus ojos que decía "estoy aquí para ti", incluso si él mismo no lo admitía abiertamente.
Hinata se sentó en la cama, aceptando la taza con una débil sonrisa que no llegó a sus ojos.
-Gracias, Tsukki.- murmuró Hinata, sintiendo el calor de la taza filtrarse a través de sus manos y, de alguna manera, aliviar un poco la frialdad que sentía en su pecho.
Tsukishima se quedó de pie un momento, observando cómo Hinata tomaba un sorbo del té. La preocupación seguía reflejada en sus ojos, algo inusual para alguien que siempre parecía indiferente. Finalmente, decidió acercarse un poco más y se sentó en la cama a su lado, manteniendo una pequeña distancia, pero lo suficientemente cerca como para que su presencia fuera reconfortante.
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ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴀꜱ ᴏʟᴀꜱ ʏ ᴇʟ ꜱɪʟᴇɴᴄɪᴏ
RomanceDespués de su éxito en los torneos nacionales, el Karasuno poco a poco comenzó a ganar popularidad, no solo en Japón, sino también a nivel internacional. Gracias a la recomendación del entrenador Ukai y la colaboración de la Federación Japonesa de...