Mi Archienemiga Se Convirtió En Gato [GL]

03

El encargado de la tienda se quedó pasmado un par de segundos, luego se dio cuenta y sonrió aún más ampliamente. "Tienes un gatito nuevo en casa, ¿verdad?".

"Sí." Ye Xin asintió, un poco avergonzada.

El encargado de la tienda volvió a preguntar: "¿Qué edad tiene el gatito?".

Ye Xin se ajustó las gafas y dudó un par de segundos antes de gesticular inseguro con las manos. "Más o menos así de grande".

La encargada de la tienda se quedó desconcertada y luego se echó a reír, con los ojos casi desaparecidos por la sonrisa. "Me refería a cuántos meses tiene su gatito. ¿Ya tiene un año?"

"Uh." Ye Xin se sintió incómoda, sus pálidas mejillas se pusieron ligeramente rojas. Sacudió la cabeza incómoda. "No lo sé.

"Ah." La encargada de la tienda parecía sumida en sus pensamientos. Después de un momento, sugirió a Ye Xin: "Si tienes oportunidad, puedes traer a tu gatito a la tienda. ¿Nunca has tenido un gato?"

La inexperiencia de Ye Xin era obvia para los demás. No intentó ocultarlo y contestó con sinceridad: "No, no he tenido".

"¡Ya me lo imaginaba! ¿Qué tal esto? Intercambiemos información de contacto. Si tiene alguna duda sobre cómo criar un gato, puede preguntarme directamente". La gerente de la tienda, muy amable, sacó su teléfono. Antes de que Ye Xin pudiera reaccionar, una tarjeta de visita con código QR ya estaba delante de ella.

Ye Xin: "..."

Después de pensarlo un momento, se dio cuenta de que no conocía a mucha gente, y sus contactos de WeChat estaban en su mayoría relacionados con el trabajo. Sería difícil pedirles consejo sobre cómo criar un gato, así que decidió seguirles la corriente.

Escaneó el código y la solicitud de amistad fue aceptada al instante. Consiguió añadir al director de la tienda como amigo.

"Me llamo Li Qiuyu, pero puedes llamarme Xiaoyu". Li Qiuyu extendió la mano con una sonrisa radiante.

Ye Xin le estrechó la mano cortésmente y luego la soltó. Bajó la mirada y añadió una nota al nuevo contacto de su teléfono: Tienda de Mascotas Xiaoyu.

"Todo listo". Ye Xin colgó el teléfono y, tras pensárselo un momento, dijo: "Mi apellido es Ye".

Li Qiuyu pareció muy contenta y respondió alegremente: "Muy bien, señorita Ye, espere un momento mientras reúno las cosas que necesita".

El encargado de la tienda se puso a trabajar y Ye Xin se quedó en el mostrador, aburrida. Empezó a dar vueltas y a mirar cosas.

Llegó al recinto de los gatos y echó un vistazo.

El recinto estaba empotrado en la pared y ocupaba unos veinte metros cuadrados. Excepto las gatas madre que amamantaban a sus gatitos, cada gato tenía su propio recinto, que se mantenía muy limpio.

El aire de la tienda no desprendía olores desagradables, sino un tenue aroma floral que dio a Ye Xin una muy buena primera impresión.

Ye Xin vio unos cuantos gatitos retorciéndose en su nido. Su madre acababa de terminar de acicalarlos y, molesta por sus travesuras, les dio la espalda y se fue a dormir.

"Je".

Se le escapó una carcajada y Ye Xin se quedó de piedra.

Reflejada en la puerta de cristal había una cara sonriente, con una expresión de rara calidez. Incluso a Ye Xin le pareció increíble.

Apretó los labios, sin molestarse en ocultar su sonrisa. Cuando oyó pasos detrás de ella, se dio la vuelta.

Li Qiuyu aminoró el paso, un destello de asombro en sus ojos, rápidamente ocultado. Cuando miró a Ye Xin, su sonrisa era tan brillante como antes.