Tras medio minuto tumbada, la somnolencia que le quedaba se disipó por completo.Ye Xin no sólo no podía dormirse, sino que estaba cada vez más alerta, repitiendo en su mente las escenas que acababa de presenciar. Se sentía como en un sueño, dejándola en estado de shock.
Parecía que había recogido un pequeño gato mágico. Era tan inteligente que incluso podía abrir puertas por sí mismo.
Ye Xin tardó cinco minutos en aceptarlo.
Se levantó despacio, se cambió de ropa e instintivamente miró el pomo mientras abría la puerta. La puerta no podía retener al gato; era como si diera igual que estuviera cerrada o no.
Primero fue al salón a comprobar la comida y el agua del gato. La comida estaba intacta y el nivel del agua no había bajado. Sin embargo, había dos pelos de gato en su propia taza.
Ye Xin miró la taza y murmuró: "Parece que necesito una taza con tapa". Aunque es una pena; ésta me gusta mucho".
El pequeño gato estaba en cuclillas junto al sofá, mirándola con sus ojos azul cielo, dando a Ye Xin la ilusión de que ella era la única persona en su mundo.
Ye Xin: "..."
Lavó la taza, la llenó de agua y la volvió a colocar en su sitio.
El pequeño gato saltó sobre la mesa y empezó a beber de la taza, con su pequeña lengua emitiendo suaves lametones.
Al ver que el gato no comía, Ye Xin pensó que podría estar estresado, así que sacó una lata de comida para gatos, la abrió y se la puso delante.
Ante la mirada expectante de Ye Xin, el pequeño gato miró la lata, giró la cabeza y se alejó sin siquiera olerla.
Pensó que el gato no había probado antes la comida enlatada o que tal vez no la olía, así que acercó la lata abierta a la nariz del gato.
Para su sorpresa, el gato mostró una expresión muy humana: desdén.
Sacudió la cabeza, se dio la vuelta y salió corriendo hacia la cocina.
Ye Xin miró la lata sin tocar y pensó: "A mí me huele bien. ¿Por qué no se lo come? ¿Está tan estresado que está enfermo? ¿Necesita ir al veterinario?".
De repente, un suave maullido llegó desde la cocina: "Miau~"
Era la primera vez que Ye Xin oía al pequeño gato. Su voz era suave y delicada, parecía especialmente mimada.
Ye Xin dejó inmediatamente la lata y entró en la cocina, donde vio al pequeño gato en cuclillas frente al frigorífico. Miró a la puerta del frigorífico, luego a Ye Xin y volvió a maullar: "Miau~"
Ye Xin: "?"
Instintivamente le abrió la nevera.
El pequeño gato se quedó mirando el compartimento de la nevera como si buscara algo. De repente, saltó, con sus pequeñas patas agarrando la puerta de la nevera, y luego estiró la cabeza para agarrar la bolsa de tostadas a medio comer que Ye Xin había dejado de ayer. Sólo entonces se soltó y volvió al suelo.
Ye Xin: "..."
¿No se suponía que las criaturas mágicas estaban prohibidas tras la fundación de la República Popular?
En ese momento, tuvo la certeza de que había sido un gato doméstico, y su anterior dueño debió enseñarle muchas habilidades para la vida.
Aunque no sabía por qué el gato se había escapado de repente de casa, la idea de que alguien pudiera estar buscándolo frenéticamente, incluso con más ansiedad de la que ella había buscado al gatito la noche anterior, la hizo sentirse muy culpable.
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Mi Archienemiga Se Convirtió En Gato [GL]
FantastikDe camino a casa, Ye Xin se detiene ante un precioso gatito. El gatito, con su pelaje de carey y sus ojos azul zafiro, cautiva al instante el corazón de Ye Xin. Decide llevárselo a casa. Sin embargo, pronto descubre que el gatito no es sólo una cara...