Mi Archienemiga Se Convirtió En Gato [GL]

07

A partir de hoy, Ye Xin tenía dos nuevas preocupaciones.

En primer lugar, a su pequeño gato le encantaba corretear por todas partes. Ni siquiera la puerta de seguridad podía retenerlo; era prácticamente un gato mágico.

Segundo, no comía comida para gatos ni enlatada. Antes mordisqueaba un poco de pan por las mañanas, pero ahora ni eso. Esto no era sólo ser quisquilloso, ¿qué demonios podía conseguir que comiera?

Ye Xin se sentía como si hubiera traído a casa a una pequeña deidad, y los días venideros iban a ser una mezcla de alegría y frustración.

Estaba emocionada y ansiosa a la vez, pero lo más apremiante era resolver el problema de su gato, que sólo bebía agua y no comía.

Ye Xin recordó el mensaje que no había contestado antes, así que cogió de nuevo el teléfono y escribió un largo mensaje detallando los hábitos alimenticios de su gato, y luego se lo envió a Xiaoyu, la encargada de la tienda.

Unos segundos después, su teléfono zumbó. Li Qiuyu respondió pidiendo a Ye Xin que grabara un vídeo corto para comprobar el estado del gato.

El gato seguía tumbado en la mesa de café, con la cola balanceándose tranquilamente. Ye Xin abrió la cámara y grabó unos segundos, captando una perfecta inclinación de cabeza del gato.

Ye Xin: [Video]

¡¡¡Pet Store Xiaoyu: !!! Pet Store Xiaoyu: ¡Qué gato tan mágico! Pet Store Xiaoyu: ¡Parece tan educado! ¡Sus ojos son tan hermosos! Pet Store Xiaoyu: ¡Ahhh! ¿Cómo es que se porta tan bien?

Claramente, la persona del otro lado ya se estaba volviendo loca.

Los ojos de Ye Xin se curvaron con orgullo, con una sonrisa de suficiencia en la cara. Este gato mágico era suyo, jeje.

El gato de la mesita miraba fijamente a Ye Xin, aparentemente curioso por saber qué estaba mirando y por qué estaba tan contenta.

Después de disfrutar del momento, Ye Xin envió: Cálmate, hablemos de negocios.

Li Qiuyu respondió: El gato parece estar de buen humor. No parece estresado, así que puede que la comida no sea de su agrado.

La comida no es de su gusto...

Ye Xin apoyó la barbilla en la mano, sumida en sus pensamientos.

El gato había adquirido algunos hábitos extraños de su anterior dueño y, con su estómago sensible, era bastante quisquilloso con la comida.

Recordó algo y retrocedió para ver el mensaje que Li Qiuyu había enviado esa misma mañana, en el que sugería varios alimentos ricos en proteínas para el gato.

Decidida, Ye Xin cogió el teléfono y las llaves, dispuesta a salir.

El gato saltó de la mesa y siguió a Ye Xin hasta la entrada.

Mientras Ye Xin se cambiaba los zapatos, el gato se sentó junto a la puerta, mirando con sus grandes ojos llorosos.

Alargó la mano para acariciarle la cabeza. El gato no se inmutó e incluso le acarició la palma de la mano.

Ye Xin no pudo evitar sonreír. "Voy al supermercado de abajo a comprar algunas cosas. ¿Quieres venir también?"

El gato: "Miau~"

Ye Xin sentía cada vez más que el gato realmente la entendía, lo que le parecía fascinante.

Después de pensarlo un momento, sacó el transportín para gatos que había comprado ayer del armario que había junto a la puerta, abrió la cremallera y dijo: "Entra aquí y te sacaré".