El Loto Rojo de Cang Qiong

16. Valentía

A pesar que aquel abanico no era realmente un arma espiritual, tampoco era totalmente inofensivo. Lo había recibido de regalo cuando tenía 10 años. 

Nunca había sido un fan de los abanicos como su primer hermano o su padre que tenían una enorme colección que combinaban con cada uno de sus atuendos, tenía un viejo abanico que había robado de la colección de su padre porque le gustaba jugar a verse distinguido y elegante, aunque su viejo abanico estaba tan viejo y desgastado que no podía llamarse abanico para ese entonces, sólo lo guardaba como un recuerdo de infancia. El que ahora llevaba era diferente, al infundir un poco de energía espiritual en él, podía crear una pequeña navaja que tenía muchos usos, que las personas lo vieran como un simple e inofensivo abanico plegable era una enorme ventaja como ahora. 

Sujetaba a Wen Chao sobre una isleta en medio de las aguas negras donde quizás se encontraba la criatura o quizás ni siquiera había tal criatura. Le preocupaba que la voz de lo que se hacía llamar Sistema en su cabeza le había dicho 'sobrevive', no especificaba si debía de sobrevivir a los Wen o a la supuesta criatura. Ambas opciones eran malas. 

- ¡Que nadie se mueva o será la sangre de su líder la que corra si no son cuidadosos! - amenazó. 

- ¡Qué nadie se mueva! - ordenó Wen Chao, temblando. Por suerte, era un cobarde. 

Todos los discípulos que rodeaban a Lan WangJi, Jin ZiXuan y Luo Yu se detuvieron, Luo Yu aprovechó el momento para tomar la espada que había caído no muy lejos de él y mirar de reojo a su tío. Luo Yu vigilaba a Wen ZhuLiu, pero al parecer este también había comprendido que no debía moverse, si algo sucedía con Wen Chao era casi seguro que nadie saliera de ahí con vida. Cuando vió que Wen Zhuliu bajo los brazos Yue Ying pensó que la situación estaba bajo control. Estaba a punto de hablar cuando sintió como la tierra se movía bajo sus pies.

- ¡A-Yu! ¿es esto un terremoto?

- ¿De qué hablas? ¡No! - pero Yue Ying sintió como el temblor en el suelo se había intensificado, la hoja de la daga casi toco el cuello de Wen Chao muchas veces provocando que este gritara, en ese momento Jiang Cheng grito.

- ¡No es un terremoto! ¡Lo que se está moviendo está bajo tus pies!

No era que la tierra se estuviera moviendo, la isleta bajo sus pies era la que se movía y se elevaba del agua. Finalmente lo había entendido, aquello no ar una isleta, la criatura que habían buscado se encontraba escondida en las profundidades del estanque todo ese tiempo. ¡Estaba parado sobre la criatura!

Si había aprendido algo de las bestias de pelo corto que habitaban en los bosques de bambú de Qing Jing era que a ninguna bestia le gustaba que saltarás sobre su lomo cuando estaba dormida. La bestia sobre la que se encontraba parado había despertado cuando saltó sobre su espalda, ahora no se atrevía a moverse.

Observó a su alrededor, sobre la 'isleta' había algunas hojas de arce de tonos naranja y rojizo brillante, vió un par de espejos de bronce que se elevaban y se acercaban cada vez más, la cabeza de la enorme bestia los observaba a ambos humanos que se encontraban sobre su espalda. Trataba de decidir si parecía más a una serpiente o una tortuga, si se fijaba solo en la cabeza podía confundirlo con una serpiente, pero si tomaba en cuenta el cuerpo era más como...

- Que gran... tortuga...

Yue Ying no había visto muchas tortugas normales antes, no había tortugas normales en Qing Jing, sólo la extraña clase mitad rana mitad tortuga que rondaban por las noches alrededor del estanque y no creía que ninguna de las tortugas de cuernos retorcidos que servían para tirar de las barcas en el reino demoníaco podría ser considerada como una "tortuga normal", no sabía cuál era el tamaño normal de una tortuga, pero estaba seguro que ninguna tortuga debía ser tan grande como una casa y menos tener una cabeza tan larga y colmillos filosos y amarillos.