15. Qishan

70 8 1
                                    

Había alcanzado a los discípulos de Yunmeng Jiang a mitad de camino a Qishan, Jiang Cheng parecía que quería romperle las piernas a sus dos amigos cuando los vió, aún así, le dió los dos uniformes que le habían pedido. Pusieron tantos pergaminos para eliminar su aroma que la ropa se sentía más pesada de lo normal, fingirían ser Betas para no llamar la atención.

- ¿Qué es eso? - preguntó Jiang Cheng cuando vió que Yue Ying hacía un gesto después de tomar una infusión de hierbas.

- Supresores - respondió - los usan las aprendices del distrito rojo para ocultar su aroma y retrasar su celo, es más potente que los supresores comunes.

- ¿No usas eso normalmente?

- Los que usan en las sectas de cultivo son más suaves - comenzó a explicar Luo Yu - en el distrito rojo las Omega que no han debutado los utilizan porque no sólo oculta su aroma, sino que lo hace un poco ácido... aunque deberías tener cuidado - se giró a su tío - sabes que usar esa cosa demasiado podría traer consecuencias.

Y era verdad, una vez pasara el efecto de aquel supresor, tendría un celo mucho más fuerte de lo normal que no podría calmar con sus supresores normales. No pensaba usarlo demasiado, pero conocía la fama de los Wen sobre abusar de Omegas, así que no quería correr ningún riesgo.

- De todas formas, aunque oculten su aroma ¿qué importa? sus caras son demasiado llamativas - se quejó Jiang Cheng cruzado de brazos.

- No tienes que preocuparte por eso - Luo Yu sacó un par de piedras de color rojo que llevaba en su bolsillo, eran muy brillantes y de forma irregular con bordes filosos, atadas a un cordel negro largo - podemos usar esto, no estoy seguro de cuánto dura su efecto, pero serán de ayuda por un tiempo.

- ¿Qué es eso?

- Piedras de camuflaje del Reino Demoníaco - explicó mientras colgaba una en su cuello. Jiang Cheng casi salta al ver como los rasgos de su amigo cambiaban. No era exáctamente que cambiaran, sino que creaba una especie de aura con la cual ya no podía reconocer a la persona frente a él, se veía diferente. Como si fuera alguien conocido pero que no podía reconocer exáctamente sus rasgos, se veía tan común que era difícil de creer que se trataba de Luo Yu. - Fueron un regalo de una de las comandantes de mi padre.

Sha Hualing le había dado esas piedras para el cumpleaños de Luo Yu, usaban energía demoníaca como fuente, así que Luo Binghe las había cargado el día anterior para que las usaran, eso les daba al menos un par de semanas de uso continuo, después Luo Yu podía encargarse de eso aunque estaba seguro que tendría que recargarlas con un poco más de frecuencia que su padre. Yue Ying las había usado antes en el pasado, cuando se hizo pasar por un pobre comerciante que vendía libros de poesía sólo para vender a Shen Yuan una copia de El Resentimiento de la Montaña Primaveral, cuando Shen Yuan lo descubrió, estaba tan enfadado que quiso ir a buscar el comerciante para arrancarle la cabeza.

Luo Yu volvió a quitarse la piedra, haciendo que Jiang Cheng por fin reaccionara, apartando lentamente la mirada del rostro de Luo Yu.

- Sí, supongo que funcionará. De todas formas, traten de no meternos a todos en problemas.

- No te preocupes, seremos tan discretos que no te darás cuenta que estamos ahí. - dijo Yue Ying.

Luo Yu y Jiang Cheng se miraron en silencio, cuando Yue Ying prometía algo era seguro que algo iba a salir mal, muy mal. No volvieron a comentar nada el resto del viaje.

*

Al llegar a Qishan, se sorprendieron de ver la cantidad de discípulos de otras sectas que se encontraban reunidos. Todos eran jóvenes de sectas grandes o pequeñas, reconocían algunos rostros de jóvenes señores de los Clanes, todos parecían nerviosos por el lugar donde se encontraban.

El Loto Rojo de Cang QiongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora