Capitulo 29. El Nuevo Orden

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Habían pasado quince años desde que la guerra terminó y el mundo se sumergió en una era de tranquilidad y prosperidad. La visión de Izuku, aquel joven que alguna vez fue visto como un villano imparable, se había materializado en una sociedad donde los quirkless y aquellos con quirks vivían en armonía. El caos que reinó en los años anteriores había dado paso a un mundo pacífico, donde ya no existían las luchas por la supervivencia ni la necesidad de imponerse con violencia. Era la calma después de la tormenta.

Desde lo más alto del imponente palacio, Izuku y Toga observaban la ciudad de Tokio, que se extendía bajo sus pies como un vasto océano de luces y vida. El palacio, construido en el corazón de la capital, era un símbolo de la nueva era y de su poder. Había sido testigo de muchas cosas, pero ahora era un faro de estabilidad.

Izuku (con una sonrisa suave, mirando hacia el horizonte): "Mira, Toga. Todo esto… todo lo que hemos hecho, realmente ha valido la pena."

Toga (asintiendo, apoyando su cabeza en el hombro de Izuku): "Sí, Izuku. Después de todo el dolor y el sufrimiento, finalmente hemos encontrado paz. El mundo es un lugar mejor. Lo hemos hecho mejor."

Izuku era ahora conocido como el Emperador del Nuevo Mundo, un título que no solo reconocía su autoridad, sino también la paz que había instaurado. Toga, la Emperatriz, era su compañera y confidente. Juntos, habían forjado una vida de amor y felicidad, a pesar de sus pasados oscuros. Habían tenido un hijo, Akira, un niño que representaba la esperanza de un futuro aún más brillante.

Toga (mirando hacia abajo donde jugaba su hijo en los jardines del palacio): "Akira tendrá un futuro que ninguno de nosotros pudo haber soñado. Un futuro sin miedos, sin necesidad de esconderse."

Izuku observaba a su hijo con orgullo. Akira era un reflejo de lo que el nuevo mundo podía ser: fuerte, lleno de vida y libre de la oscuridad que una vez nubló sus días.

Izuku (con determinación en su voz): "Hemos creado un lugar donde ya no hay necesidad de villanos, porque no hay héroes que los persigan. Todos pueden vivir sus vidas en paz."

En las calles de Tokio, la vida fluía con una calma nunca antes vista. Las tensiones que alguna vez dividieron a quirkless y a los poseedores de quirks eran cosa del pasado. Los antiguos villanos, ya sin la presión de ser perseguidos, se habían integrado en la sociedad como ciudadanos normales, aportando con sus habilidades en diferentes áreas de la vida cotidiana.

Los Yakuza, que antes eran temidos como una de las organizaciones criminales más poderosas, se habían transformado en una de las industrias más prestigiosas de tecnología y medicina. Bajo la dirección de Overhaul, la organización encontró un nuevo propósito, utilizando su talento para los negocios y la ciencia para mejorar la vida de los demás. La medicina que desarrollaban era conocida por sus innovaciones, y la tecnología que producían estaba a la vanguardia.

Mientras tanto, los hermanos Todoroki también habían encontrado su propio camino. Tras la guerra, Shoto y Dabi (ahora conocido nuevamente como Touya) se habían reconciliado con su familia, sanando viejas heridas que habían marcado sus vidas. Juntos, trabajaban en iniciativas comunitarias, utilizando sus habilidades para ayudar en la reconstrucción de ciudades y el bienestar de la gente. Aunque el recuerdo de su padre seguía presente, encontraron la manera de honrar su legado y vivir con el peso de sus decisiones.

Touya (hablando con Shoto durante un descanso en su trabajo): "¿Quién hubiera pensado que terminaríamos aquí, hermano? Después de todo lo que pasó, después de todo lo que hicimos…"

Shoto (con una mirada tranquila): "El pasado no puede cambiarse, pero podemos asegurarnos de que el futuro sea diferente. Y creo que estamos haciendo un buen trabajo."

Izuku Midoriya: El Emperador Del Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora