Izuku Midoriya: El Emperador Del Dolor

Capitulo 15. Despertando Al Monstruo

En la base central de la Obsidiana Orden, Izuku se encontraba en su despacho, relajado y en control. Sentado en su imponente sillón, una sonrisa se dibujaba en su rostro mientras observaba a Kirishima, Tokoyami y Monoma, que esperaban instrucciones. Izuku les dirigió una mirada confiada antes de hablar.

Izuku (con tono despreocupado): "No importa lo que ocurrió en la UA, de igual manera tengo muchos más espías encubiertos por todo Japón. Sé que ahora están siendo buscados, así que tómense el día libre, muchachos. Necesito que estén listos para cuando lleguen las siguientes órdenes."

Los tres espías asintieron y se retiraron, dejando a Izuku solo en su despacho. Al asegurarse de que nadie lo observara, sacó una llave pequeña de su bolsillo y la introdujo en una ranura escondida en la pared. Al girarla, un panel secreto se deslizó, revelando un pasadizo oscuro que llevaba a un laboratorio oculto.

Izuku (con una sonrisa de satisfacción): "Finalmente, ha llegado el momento."

Mientras caminaba por el pasillo subterráneo, las luces se encendían automáticamente, iluminando el camino hasta una gran puerta metálica. Al entrar, se encontró en una sala llena de equipo tecnológico avanzado y científicos que trabajaban frenéticamente en varios terminales. En el centro de la sala, una cápsula de vidrio contenía a un hombre, su cuerpo sumergido en un líquido verdoso y conectado a múltiples cables. Ese hombre era Nine, el experimento que Izuku había estado perfeccionando durante semanas.

Izuku (observando la cápsula): "Veamos cómo estás, Nine. Hoy es el día en que demuestras tu verdadero valor."

Los científicos alzaron la mirada al escuchar a Izuku y comenzaron a preparar el proceso de despertar a Nine. Con la precisión de un reloj suizo, ajustaron controles y presionaron botones. La cápsula empezó a vibrar mientras el líquido se drenaba, y los ojos de Nine se abrieron de golpe. Una intensa presión llenó el aire, haciendo que todos en la sala contuvieran el aliento.

Izuku (con un brillo en los ojos): "Perfecto, incluso mejor de lo que esperaba. Ahora... demuéstrame tu poder."

Nine, todavía desorientado, rompió la cápsula de un solo golpe, haciendo añicos el vidrio reforzado. Respiraba con dificultad, adaptándose a su nueva fuerza. Sin esperar más, extendió su mano y concentró su energía, generando una esfera de viento alrededor de sí mismo, demostrando sus habilidades de manipulación climática.

Nine (confundido pero agresivo): "¿Quién... eres tú? ¿Dónde estoy?"

Izuku (cruzándose de brazos, sereno): "Soy Izuku Midoriya, y te he dado una segunda oportunidad para ser más poderoso que nunca. Has sido mejorado para usar múltiples Quirks, incluyendo la capacidad de robarlos. Sin embargo, necesitas un último Quirk para estar completo."

Izuku alzó su mano y un brillo verde emergió de ella. Era el Quirk de regeneración instantánea, similar al suyo, pero adaptado para Nine. Sin pensarlo dos veces, Izuku transfirió el Quirk a Nine, quien sintió un repentino flujo de energía recorriendo su cuerpo.

Nine (sonriendo con malicia): "Este poder... es increíble. Puedo sentirlo, puedo sentir... ¡que soy invencible!"

Izuku (sonriendo satisfecho): "Ahora estás listo. Pero tu misión no es enfrentarte a los héroes de inmediato. Quiero que vayas a nuestro cuartel en otra ciudad y dirijas las operaciones desde allí. Atenderás reuniones, coordinarás ataques menores, y esperarás mi señal para el ataque definitivo."

Izuku señaló hacia una sombra en la esquina de la sala, que rápidamente tomó forma de un portal oscuro.

Izuku (con autoridad): "Ve ahora, Nine. Tu momento llegará pronto, y cuando llegue, los héroes no tendrán ninguna oportunidad."

Nine asintió y se dirigió hacia el portal. Justo antes de atravesarlo, se detuvo y miró a Izuku.

Nine (con una sonrisa confiada): "Cuando todo termine, este mundo será nuestro. Y los héroes... no serán más que un recuerdo."

Izuku observó cómo Nine desaparecía en el portal, su sonrisa ensanchándose. Había creado un verdadero monstruo, un arma viviente que pondría en jaque a los héroes y al mundo entero. Con Nine en su bando, la Obsidiana Orden se fortalecía aún más, y la caída de la sociedad de héroes se acercaba cada vez más.

Izuku (murmurando para sí mismo): "Sí, Nine. Este mundo pronto arderá, y yo estaré en la cima, observando cómo todo se desmorona."