Capitulo 11. Uno Para Todos

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En medio de la devastación que había dejado el ataque de la Obsidiana Orden en I Island, el caos reinaba en las calles. Los héroes profesionales se afanaban en ayudar a los civiles heridos y a apagar los incendios que aún ardían en los edificios destruidos. La Clase 1-A, aún recuperándose de los ataques, se encontraban entre escombros y ruinas, tratando de entender la magnitud de la catástrofe que había ocurrido.

All Might se movía entre los escombros, su figura imponente aún se mantenía firme, pero su rostro reflejaba la frustración y la furia acumulada. Ayudaba a una familia atrapada bajo un pedazo de techo colapsado mientras su mente se agitaba con pensamientos turbulentos. La humillación de haber sido superado por un villano joven y poderoso como Izuku le pesaba enormemente. A medida que liberaba a los civiles, su mente se volcaba en la preocupación sobre el futuro del One For All, su legado heroico que parecía tambalearse en medio del caos.

Mientras tanto, Bakugou lograba salir de los escombros, tambaleándose con dificultad. Su cuerpo estaba cubierto de polvo y sangre, y su rostro mostraba una furia apenas contenida. Se encontró con la mirada de sus compañeros, Kirishima, Lida, Kaminari, Uraraka y Momo, quienes lo miraban con sorpresa y preocupación.

Bakugou, aún temblando de rabia, gritó con desesperación, su voz resonando en el aire cargado de humo:

-¡Maldito Deku! ¡Me las pagarás algún día! ¡Maldito inútil!

La Clase 1-A se quedó boquiabierta, sin comprender completamente la magnitud del odio en la voz de Bakugou. Kirishima, con una expresión de preocupación, preguntó:

-¿Conoces a ese villano, Bakugou? ¿Quién es?

Bakugou se detuvo, sus ojos llenos de furia, y asintió lentamente con la cabeza. Su expresión se volvió dura y susurró con rabia:

-Esa... esa basura es Izuku Midoriya. Era un compañero de secundaria, y... y era quirkless. Lo hacía notar cada día. Nos reíamos de él, lo humillábamos, lo golpeábamos hasta dejarlo casi muerto, y nadie se preocupaba por él. Ni siquiera su madre se molestó en buscarlo cuando desapareció.

Kaminari, con los ojos abiertos en shock, preguntó con incredulidad:

-¿Eso realmente ocurrió? ¿Nadie hizo nada para ayudarlo?

Uraraka estaba visiblemente afectada, su voz temblando mientras decía:

-No puedo creerlo... ¿Tú y tus amigos lo trataron así?

Bakugou, con una mezcla de culpa y rabia, respondió con voz rota:

-Sí, lo hicimos. Nos reíamos de su debilidad, y ahora, miren lo que ha pasado. Ese villano... ese Deku es el resultado de nuestra crueldad.

Momo se acercó a Bakugou con una expresión seria y decidida:

-No podemos cambiar el pasado, pero podemos intentar reparar el daño ahora. Tenemos que detenerlo. No solo por el bien de la ciudad, sino también por justicia.

Lida, asintiendo con determinación, añadió:

-Debemos unirnos y prepararnos para el próximo enfrentamiento. Este ataque no será el último, y no podemos quedarnos aquí lamentándonos.

Bakugou, con el peso de la culpa aún sobre sus hombros, se levantó con renovada determinación. Miró a sus compañeros, reconociendo el compromiso en sus ojos. A pesar del dolor y la rabia, la verdad sobre el pasado había salido a la luz, y ahora debían enfrentar no solo a Izuku, sino también los errores que habían cometido.

Mientras tanto, All Might observaba desde la distancia, sintiendo la responsabilidad de guiar a la próxima generación de héroes y proteger el legado del One For All. La humillación que había sufrido en la batalla le pesaba, pero sabía que debía prepararse para el desafío que se avecinaba. La batalla no solo sería contra los villanos, sino también contra las sombras del pasado que amenazaban con desmoronar el presente.

Izuku Midoriya: El Emperador Del Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora