Capítulo 43 II

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El delicado andar de sus dedos en mi hombro izquierdo me despierta, sonrió, no existe nada mejor que levantarme a su lado, doy media vuelta para verla de frente, trata de acomodar su cabello alborotado, solo puedo pensar una cosa... es la mujer más hermosa del mundo, Nayeon me ve con esa sonrisa que siempre me derritió.

—¿Se puede saber qué hacías? —pregunto antes de besar su cuello, se estremece con el andar de mis labios.

—Delineando ese lunar nuevo en mi mapa mental de tu cuerpo. 

Pasa las yemas de sus dedos por el pequeño punto en mi hombro, para mí algo insignificante, para ella algo nuevo acerca de mí, se ha empeñado en recuperar el tiempo perdido, estos tres días en la cabaña han sido algo mágico.

—Eh... ¿acaso has contado mis lunares?

—Sí, y no solo eso, los conozco todos, podría hacer un mapa con los ojos cerrados, como ese que tienes en tu omoplato derecho, de ahí le siguen otros dos que están a tres dedos de distancia en un ángulo de 45 grados, y luego... ¿de qué te ríes? —Así que eso hacía siempre que dibujaba en mi espalda.

—Es solo que ahora descubro lo que trazabas en mi espalda desnuda, me relajaba tanto y nunca pregunté de qué se trataba. 

Sí se puede recuperar el tiempo perdido, ella me lo está demostrando, vuelvo a besarla, mientras mis manos ansiosas se mueven por su cuerpo desnudo.

—Te amo, princesa —No, jamás me agotaré de escucharla decir eso, sonrió como tonta.

—Yo más... Ven aquí —la insto a que se siente ahorcajas sobre mi cadera, siento como disfruta el contacto de mi piel en su centro, se agita al roce y empieza a moverse adelante y atrás lentamente.

—Te deseo.

Esa palabras dichas por ella son suficiente para encenderme, sí, ella es la dueña de mis ganas.

Muerdo con presteza mi labio inferior mientras mis manos se posicionan en su trasero trayéndola a mi rostro, ella sonríe dejándose llevar, al primer contacto de mi lengua en su entrepierna gime sin control, chupo con ganas, con necesidad, su cuerpo se deja caer tratando de alcanzar mayor contacto, sus jadeos me provocan a seguir, mis manos ejercen mayor presión, es fascinante hacerla sentir, y sí, soy adicta a esa sabor que emana cuando disfruta, es algo único.

Su cuerpo se contrae y mi lengua ansiosa no se detiene, sus manos se deslizan por mi cabello, levantó la vista y la veo con ese gesto que tiene cuando acaba de llegar al orgasmo.

—No te das una puta idea de cómo te extrañé. 

Por un breve instante me deja descolada, ella siempre es tan dulce, pero parece que le saco esa parte oscura, esa parte la reserva sólo para mí.

—¿Cuánto? —Me incorporo recostando mi espalda en la cabecera de la cama, Nayeon sonríe con mi pregunta con esa sonrisa ida que me encanta, esa sonrisa es solo para mí.

No contesta, lentamente se acomoda en mi cadera mientras descuelga su cabeza a un lado torciendo levemente sus labios.

—¿Sabes? creo que jamás podré decirte eso en palabras, solo queda... demostrártelo. 

Pronto lleva sus dedos a su boca, los lame sin dejar de verme con sus ojos llenos de lujuria, me besa y sus dientes se aferran a mi labio inferior mientras empieza a penetrarme en esa posición, jadeo en su boca, mis manos terminan de acercarla, sus piernas se enredan en mi cadera, empiezo a moverme al compás de su penetración.

Respiramos con dificultad, necesito sentirla, así que deslizo mis dedos a su boca, su lengua se mueve tan jodidamente bien, los retiró para inmediatamente introducirme en ella, ¡demonios! Es tan sublime estar dentro de ella, Nayeon se agita mientras escucho sus jadeos en mi oído, cabalga mis dedos moviéndose deliciosamente mientras su penetración aumenta. 

La promesa || 2Yeon +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora