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El tema de las campanas finalizó cuando visitaron a la ginecóloga sacándolos de la duda

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El tema de las campanas finalizó cuando visitaron a la ginecóloga sacándolos de la duda. La falta de sueño hacía que Seungmin escuchara dicho sonido, desde su cuarto mes hasta este séptimo no lograba dormir lo suficiente, empezando desde levantarse a cada rato al baño, el querer comer algo y lo más frustrante es dormir boca arriba, su posición favorita de dormir siempre era boca abajo. Ambos se habían sentido más aliviados por eso, porque llegando casi al octavo mes aquel sonido desapareció, el hacer yoga le estaba ayudando muchísimo para mantenerse dormido toda la noche.

Despertando de buen humor, Seungmin se levantó de la cama acariciando su vientre de ocho meses, estaba muy feliz de saber que solo faltaba uno para poder conocer a su precioso bebé. Ese mismo día Minho le ayudó a preparar el desayuno, entre besos y risas colocaron la mesa y disfrutaron de la comida. El sol estaba en su punto, Seungmin caminaba de la mano de su novio entre su enorme cosecha, ya no era uno pequeño, ahora era uno más enorme donde varios trabajadores estaban al pendiente de él, unos recogiendo y colocándolos en cajas y otros plantando más. Estaba feliz de saber que todo su esfuerzo estaba valiendo la pena e incluso estaba dando más.

Después de la vista a su cosecha decidieron ir a visitar a la abuela de Yoongi, donde los recibió con mucho cariño. La señora Lee conocía a Seungmin desde que era un niño, ella siempre lo quiso y lo poco a que ella podía le regalaba. Cuando ella supo que Seungmin se había independizado y que comenzó su venta de frutas fue su primera clienta y de ella la gente comenzó a ir con él. Aún estaba más emocionada y feliz saber que Minho estaba de pareja con él y más saber que tendría un bisnieto. Comenzó dándole consejos cuando llegue su momento de parto, también dándole unos pequeños tips para que se pudiera recuperar más rápido cuando su bebé ya haya nacido. También le explico cómo poder bañarlo, cargarlo y también como amamantarlo. Seungmin se sintió tan feliz de recibir todo aquello, porque también amaba a la Señora Lee como una abuela para él. La plática siguió hasta mostrarle las típicas fotos de Minho de bebé avergonzado al mayor.

De regreso a casa Seungmin se recostó sobre el pecho de Minho en el sofá, la mano de Minho acariciaba el vientre de su novio con todo su esplendor. Amaba sentirlo, amaba sentir como su pequeño Changbin pateaba dándole a entender que sentía su amor. Ambos querían tener en brazos a su semillita de girasol.

—Eres el amor de mi vida, Minnie— susurró mirándolo sin dejar de acariciarlo—. Gracias por llegar a mi vida hacerla más bonita.

—Y tú eres el mío, siempre desee esto, tenerte en mis brazos— acarició su mejilla.

—Te amo.

El contrario se acercó besándolo despacio sintiendo la calidez de sus labios y de su lengua, nuevamente entre ellos se creó una burbuja donde solo existían ellos, solo estaba su amor y nada más. Pegaron sus frentes después de haberse separado y con la respiración agitada.

—Quiero que te cases conmigo, quiero llamarte oficialmente mi esposo, que lleves mi apellido y que lo presumas ante todos— dio un beso corto—. Sé que un papel no define nuestro amor, pero, yo quiero casarme contigo.

—Sí, si quiero casarme contigo, Minho— volvió a besarlo con las lagrimas cayendo sobre sus mejillas.

— Prometo que cuidare siempre de ustedes. Son mi vida.

Seungmin volvió a sellar con un beso un poco más necesitado, mordiendo ligeramente su labio inferior. Esa noche lamentablemente no pudieron hacer el amor, sin embargo, el dormir juntos era lo más hermoso y cálido del mundo. Amaba cuando los brazos de Minho lo rodeaban protegiéndolo del frío.

Al día siguiente la feria del pueblo se hizo presente, Seungmin amaba ir cada año pero ahora que estaba con el embarazo sus ganas de ir se volvieron lo triple. Obviamente Minho no le iba a negar nada y aunque no pusiese subirse a ningún juego pudo gozar de comer lo que se le pusiera en el camino, también en hacer jugar a Minho en cada puesto y hacerlo ganar cuatro peluches y uno de ellos un conejo gigante -que a decir ve verdad era aún más grande que Minho y él- definitivamente ese sería para Changbin, estaba más que decidido.

La vida con Minho en verdad se volvía de un color amarillo, sí, como la miel y para Seungmin la miel es lo más maravilloso del mundo.

La vida con Minho en verdad se volvía de un color amarillo, sí, como la miel y para Seungmin la miel es lo más maravilloso del mundo

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Besos de miel¹ 「 Knowmin 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora