Quien Quiere la Plata
— A ver amigo — Roier se acomoda en su asiento, apretando sus propias manos como una forma de lidiar con la presión que carga encima, observando al híbrido de oso sentado frente suyo, sabiendo que tienen muchas cámaras enfocándolos y por si no fuera poco, también los ojos del público — ¿Cuál es el nombre del elemento químico cuyo número atómico es 108?
El castaño observó las luces moverse y la música de suspenso reproducirse en el estudio, el cual cabe mencionar que era gigantesco, estando sólo en una pequeña parte de toda la ciudad que tenía su amigo construida, un puto palacio desde su punto de vista. Le llama la atención la pantalla encenderse, observando la pregunta allí y mirando como cada opción aparece poco a poco.
A) Fermio B) Cerio C) Niquél D) Hasio
— Es níquel.
Spreen lo miró unos segundos en silencio antes de que su mirada caiga en la pantalla frente suya.
— Níquel — dice en voz alta para confirmar, a nada de seleccionar la opción antes de que el castaño se altere de inmediato y salte de su lugar.
— No, no, no, osea no estoy confirmando — el mayor suelta un ruido en señal de comprensión, volviendo a su lugar en espera de la respuesta definitiva del participante — Nomás te quería decir como se dice, pendejo, apréndetelo... — sólo necesita de unos segundos para recordar que están en un programa transmitido en vivo para arrepentirse — No, no, espera es broma.
— No, no, ta' bien, ta' bien — el presentador parece ofendido, pero hay una sonrisa en su rostro que le hace reír un poco, perdiendo el profesionalismo por un momento.
El público probablemente estuviera riendo de no ser porque Spreen impidió cualquier tipo de sonido y gesto que no fuera el de los aplausos, al parecer habían intentado soplarle algunas respuestas al participante, a lo cual llevó a la expulsión de algunas personas por el bien de mantener la esencia del programa.
— Tiene que ser un elemento cabrón... — piensa en voz alta, divagando en las distintas opciones dadas sin tener conocimiento alguno sobre química; Doied podría responder con facilidad, sería pan comido, pero había insistido en que quería responder por su propia cuenta — Mira, yo creo que aquí voy a ocupar otro comodín.
Ya había ocupado uno anteriormente para eliminar dos de las opciones y poder acertar con la respuesta, por lo que le quedaban tres más: encuesta, llamada y cambio de pregunta. Se inclinó hacia la llamada, después de todo la pregunta podría buscarse por internet y acertaría para pasar a la siguiente pregunta, manteniendo dos comodines, bastante bien tomando en cuenta el nivel en el que se encuentra ahora.
Por otro lado, así Spreen deja de molestarse cada vez que se arriesga; ya ha enfrentado un minijuego con anterioridad y se salvó por poco, pudo haber tenido una expulsión directa manteniendo todos sus comodines y eso casi le provoca algo al pelinegro.
— Quackity por favor si me estás viendo... — alcanza su celular, rebuscando en su lista de contactos antes de dar con el número de su amigo mexicano — Voy a marcarte...
Pega la bocina de su dispositivo móvil cerca del micrófono para que el público pueda oír la llamada, resonando el tono hasta que finalmente la persona del otro lado parece responder, escuchándose una tos hasta que la voz del pato puede hablar.
— ¿Bueno? ¿Qué paso?
— ¡Quackity! ¡Quackity! — no tiene tiempo que perder, los treinta segundos ya han dado inicio, observando los números descender en la pantalla — ¡El nombre del elemento químico que...! — hace una breve pausa para rectificar que esté leyendo la pregunta correctamente — ¡Cuyo número atómico es 108!
El silencio que se hace provoca que se le ericen los pelos, si se lo preguntan diría que se está cagando encima por culpa de los nervios, realmente quiere arrebatarle mil dólares a su amigo millonario y en ese momento todo depende de la respuesta que el pato tenga para darle.
— ¡La respuesta es 32!
— ¡¿QUÉ?! — y ahí se van sus esperanzas de ganar el programa, todo arruinado por una sola persona, aunque quizás debió pensar un poco más a quien llamaría — ¡NO SEAS CULERO!
— ¡Dímelo otra vez! — pero mientras le repite la pregunta al pato, puede ver a Spreen colocándose de pie para salir de cámaras, apoyándose en su moderador mientras está muriendo de la risa, incapaz de creerse lo que estaba sucediendo, y no lo culpa, por su parte tampoco puede creerlo.
— Ya está — el presentador regresa a la cámara luego de quitarse los lentes y limpiar las pequeñas lágrimas que se escaparon por la risa, tomando asiento en su sitio mientras acomoda su traje y suspende el contador que ahora se encuentra en cero — Ya está Roier.
— Me jodió — por su parte continua sin creérselo, colgando la llamada sin haber recibido una respuesta que pudiera ayudarlo con la pregunta en pantalla — Me jodió...
Spreen suelta una carcajada que no puede evitar que se le contagie, prefiriendo reír que llorar, aunque en su interior esté gritando por ser tan estúpido como para creer que Quackity podría ayudarlo. El pelinegro incluso le había recomendado utilizar la llamada debido a que la pregunta era complicada y sería más confiable sacar la información de internet, pero claro, todo depende de la persona a la que llames.
— ¿Qué le pasa? — le pregunta al híbrido de oso cómo si este pudiera tener alguna respuesta al comportamiento del pato, pero la realidad es que nadie puede comprenderlo — ¿Ya perdí otro comodín? — desea que su amigo se compadezca de su desgracia y le permita otra oportunidad.
— Si — y con ello su sentencia ya está hecha.
— No me jodas, Spreen.
Ese día se marchó del estudio con la misma cantidad de dinero con la que llegó; en otras palabras, cero dólares.

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Sproier Week
FanfictionUna semana de escritos del dúo de Spreen y Roier. Está dinámica fue creada por iFlewichy en twitter (x), pueden pasarse y dar apoyo a todos los escritos, dibujos, aus y demás que ha hecho la comunidad por el #SproierWeek. Mi intención es simplemente...