Capítulo 08

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—¡¡¡Madie!!! ¡¡apúrate carajo que llegamos tarde!!—grita Olivia dándole fuertes golpes a la puerta.

—¡¡Qué te esperes joder!! Déjame acabar coño —le grito para que me escuche.

—Acabar me va a decir mi papá si llegamos tarde a la cena familiar.

Abro la puerta de golpe, cierro detrás de mi y bajo las escalones de dos en dos. Apenas entro a la sala Olivia está parada con sus dos manos en la cintura y mirándome con una cara para nada contenta.

—Calma que ya llegué —fuerzo una sonrisa.

—Muévete —me coge por el brazo apresurándonos hacia la salida.

                                    (...)

Tocamos la puerta de la casa del papá de Olivia, el cual no tarda en abrir la puerta.

—Buenas noches, pensé que no llegarían, pasen están en su casa —nos abre la puerta por completo para poder entrar.

Antes que Olivia habra la boca para echarme toda la culpa del por qué llegamos tarde intervengo.

—Perdón por el retraso, nos demoramos por culpa del tránsito —cosa que también es verdad.

—Lo importante es que ya están aquí.

Nos adentramos en el hogar hasta llegar al comedor donde ya están algunas personas, entre esas, Kevin, que apenas me ve muestra una sonrisa encantadora, La hermanastra de Olivia, su acompañante Lucas (aquí la cosa se va poner un poco rara pienso yo) y la madre de Leila. Tomamos asiento y esperamos hasta que la empleada de la casa nos sirva la cena. Pero en el momento en que entra la empleada tocan la puerta y Kevin es el que se levanta diciendo:

—Ya llegó mi amigo le voy abrir.

Rato después llega él con su...acompañante, joder, es Stevans.

El susodicho mira a todos los presentes y cuando sus ojos caen en mi le veo algo en su mirada, supongamos (solo supongamos) que es fascinación por verme otra vez.

Para mi mala suerte se sienta justo al lado mío y este me observa con una sonrisa en el rostro.

—Stevans ¿conoces a Madie? —pregunta Leila con una sonrisa en el rostro.

Antes de que yo pueda hablar y decir que si lo conozco que incluso acabamos en otros términos, Stevans se me adelanta.

Tú tan encantadora como siempre.

Tienes que aprender de mi cariño.

¿Qué voy aprender de ti? Ser una tonta que perdió en una apuesta, no gracias.

—Mhm no, no la conozco pero su cara me resulta conocida a lo mejor la he visto por ahí —bufo, eso es lo más estúpido que he escuchado, ¿no sabía decir otra cosa? y ¿en serio no me conoce de nada? Wao sorprendente, a lo mejor tampoco se acordaba cuando me estaba dando y no precisamente consejos. Casi ruedo los ojos ante sus palabras.

—Como bien dices a lo mejor me has visto por ahí ya que siempre ando en todos los lugares —esto último lo digo mirándolo y tratando de recalcar el bar donde fue que nos conocimos y acabamos en mi cama.

—Oh —exclama Leila en un falso tono de decepción— pensé que se conocían.

Nunca en mi vida e querido ahorcar a alguien tanto como hoy, ¿acaso no se cansa de insistir en el tema?
Y yo como soy un ser demasiado inocente le pregunto.

Tú de inocente no tienes ni la ceja.

—Y tú Leila ¿cómo te va con tu relación? —es mi turno de joderla aunque sea  un poco.

Sinag©️[En curso]⚡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora