Capítulo 11

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Llego al departamento un poco más tarde de lo normal por ejemmm, cierto asuntillo que me dejó procesando información unos minutos.

Sí claro, cierto "asuntillo" llamado Stevans.

No te burles ¿vale?, me tomó desprevenida.

Sí "desprevenida".

En fin, cojo las llaves  de mi bolsillo y abro la puerta, cierro tras de mi espalda, tiro las llaves en la mesita del salón y arrastro los pies hasta la cocina. Me preparo una pequeña merienda que consiste en un batido de chocolate y unas tostadas. Me siento en la meseta sin importarme qué en cualquier momento podría llegar Nana y comenzara regañándome y diciéndome qué hay sillas en donde yo pueda sentarme.

Mi mente me da un pequeño viaje por lo sucedido con cierta persona, siendo sincera la  verdad después del beso en la mejilla que me dió Stevans el cual me dejó un poco sorprendida. No es nada del otro mundo lo sé, pero, me tomó por sorpresa, no me lo espere en absoluto.

Por dios, te quedas aturdida por un beso en la mejilla y no por la manoseada que te dio en el baño de el padre de Olivia, eres sin duda una descarada pequeña Madie.

Ay, por favor, cállate ya, anda.

Termino de merendar y me bajo de la meseta, me dirijo al fregadero y friego el plato y el vaso que utilicé. Siento el sonido de la puerta abrirse y después cerrarse. Asomo la cabeza por el pasillo y veo a  Olivia que se acerca hacia mi con unas bolsas en las manos. Enarco una ceja y le pregunto:

—¿Y eso? —señalo las bolsas—¿qué es?

—Ah, son unas compras que hice de ropa y algunos pendientes que me hacían falta —me hace ojitos.

—¿Más ropa?, Oli si tienes el clóset lleno de diferentes conjuntos a no dar más, creo que en algún momento ese clóset explotará y la ropa saldrá volando —le digo a lo que niego  con la cabeza.

—Ya sabes cómo soy —se encoge de hombros— ya me estaba aburriendo de ver la misma ropa. ¡Siempre es lo mismo Madie! ¡Entiéndeme! Ver la misma ropa una y otra vez cansa.

Sigo negando con la cabeza divertida. Olivia es así, muy amante de la moda, no sé cuantas veces a cambiado la ropa de su clóset, siempre le digo que no es necesario tener que cambiar el clóset cada mes pero no me hace caso, por suerte la ropa que ella no se pone la donamos a las personas que no tienen que ponerse. Y yo a decir verdad cambio de ropa pero no mucho, me demoro más que Olivia al cambiar la ropa, lo que sí, cada vez que arreglo el clóset lo que no me pongo a los días lo llevo a donar en una pequeña tienda que está cerca de mi hogar.

Y pensarán, ¿de dónde sacan tanto dinero para comprar tan compulsivamente? —que mayormente es Olivia la que hasta más— Pues, la familia de Olivia tienen una cadena de restaurantes—los padres de Olivia son cocineros, de hecho ambos lo son— y por mi parte mi mamá tiene algunas tiendas de ropa que son muy conocidas a decir verdad son las más visitadas en toda Argentina y sí, mi mamá es de Argentina y bueno, mi papá falleció ya hace 3 años cuando tenía 16 años de edad por cáncer en el pulmón y mi papá dejó a mi nombre toda su herencia—que son unos cuantos cuadros que él hizo que están en un museo y gana mucho dinero por ellos, me dejó el departamento en el que vivo ahora y entre otras cosas que eran de él de su infancia que son mi mayor tesoro—.

Olivia va directo a su cuarto que supongo que va ordenar su clóset y sacar toda la ropa que no se pone para posicionar la nueva. Yo también sigo sus mismos pasó, voy a mi habitación camino hacia mi ventana y asomo mi cabeza por esta, ya el sol se está ocultando dando paso a un cielo estrellado. Me siento en el marco de la ventana y como puedo para no sentirme incómoda me acomodo sobre este. Y me dispongo—como casi siempre—a observar el cielo. No sé cuánto tiempo e pasado observando la luna cuando siento que tocan a mi puerta.

—Pasa—digo girando el rostro hacia la puerta en la cual aparece mi Nana.

—Mi niña ya la comida está servida, baja para que comas, que solo faltas tú —antes de irse añade— ah, se me olvidaba que hoy tenemos un invitado en la cena—tras decir eso cierra la puerta.

Frunzo el ceño extrañada de quien podría ser, bajo de un salto de la ventana y abro el clóset sacando unas bragas negras al igual que el sujetador, unos pantalones de algodón y una sudadera que me queda un poco grande. Me meto en el cuarto de baño y abro el grifo de la ducha poniéndola en agua al tiempo. Me despojo de la ropa y me meto debajo del chorro de agua de la ducha, me enjabono el cuerpo y me lavo el pelo.

Me tomo mi tiempo para lavarme, termino de bañarme y me seco con mi toalla de las chicas súper poderosas.
No me juzguen ¿ok? esa toalla es de cuando tenía 16 años y aún sigue en una sola pieza.

Que amable de tu parte aún seguir utilizando esa toalla ¿qué pensará Stevans cuando la vea?.

Ja, ja, ja, muy graciosa y ¿quién dice que él va a ver mi súper toalla?

Yo solo digo cariño, la vida es una caja de sorpresas.

Dejando de lado el tema sobre mi toalla me visto con lo que escogí y salgo hacia la cocina encontrándome con Olivia sentada en la mesa al igual que Kevin.

Con que él modelito de revista es él invitado.

Ese apodo se queda entre nosotras no quiero que se le suba a la cabeza.

Antes de llegar a donde están ellos subo nuevamente a mi cuarto para recogerme el cabello que está suelto, tomo la liga entre mis dedos y hago una pequeña coleta, que, estoy segura que habrán varios  mechones sueltos por alguna parte pero me da igual. Al menos lo tengo recogido. Bajo las escaleras y ahora sí camino hacia ellos.

Nota de la autora:

Holaaa mis amores ¿qué les pareció el capítulo?

Perdón por actualizar tan tarde😞 estaba un poco ocupada y ahora fue que pude corregir el cap y poder subirlo. También perdónenme por si ven que el cap está un poco corto no es porque yo quisiera que fuera así, si no es porque es así, pero al final cuando el libro esté publicado completo lo editaré con mayor tiempo❤️.

Los amo un mundo 🌍 sin más me despido de ustedes💋❤️.

(Denle mucho amor al capítulo❤️)

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