𝓓é𝓫𝓲𝓵

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──𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚

En el lobby del Hazbin Hotel, Charlie caminaba de un lado a otro, su nerviosismo era evidente con cada paso apresurado. No dejaba de pensar en la desaparición de Alastor. Desde el momento en que se conmemoraba el "Final del Exterminio", el Demonio de la Radio no había surgido y la preocupación de Charlie aumentaba con cada minuto que pasaba.

Angel Dust y Vaggie estaban sentados frente a ella en el sofá del lobby. Al final, Vaggie se levantó y, con una expresión tranquila, se acercó a Charlie.

──𝐕𝐚𝐠𝐠𝐢𝐞──

Charlie, estoy segura de que Alastor aparecerá pronto. Es el Demonio de la Radio, siempre aparece cuando menos lo esperas. (Claramente feliz por la ausencia del ciervo.)

Dijo con suavidad, tratando de calmar a su novia.

Charlie se detuvo un momento y tomó una profunda respiración mientras escuchaba lo que Vaggie le decía. Husk intervino desde el bar sin siquiera mirar en su dirección antes de que pudiera responder.

──𝐇𝐮𝐬𝐤──

Si Alastor ya estuviera muerto, hubiera sido liberado al igual que Nifty.

Charlie exhaló lentamente, tratando de calmarse.

──𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐢𝐞──

Tienen razón... Creo que estoy siendo muy paranoica.

Murmuró, aunque la preocupación no desaparecía del todo de su rostro.

Charlie miró a los huéspedes del hotel, quienes estaban allí para ella, y sintió una chispa de esperanza. 

...

En la moderna oficina de Vox. Sus dedos volaban sobre el teclado, produciendo un repiqueteo constante que se mezclaba con el suave zumbido de los dispositivos de alta tecnología que los rodeaban. Vox estaba completamente ocupado supervisando la actividad de sus servidores y gestionando los pedidos de su empresa, VoxTek.

Valentino se movía de un lado a otro detrás de él, visiblemente enojado.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

¡Puta cabeza plana! ¡Me hiciste quedar en ridículo frente a tu maldita mascota!

Exclamó Valentino, su voz cargada de ira.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

¡Estaba a punto de cogerlo y tú tenías que arruinarlo, que carajos te pasaba!

Su tono se tornó más agudo, y su molestia se reflejó en su rostro.

Al final, Vox tomó un trago de su cerveza sin alterar su actitud tranquila ni distraerse de su trabajo. Sin siquiera mirar a Valentino, respondió con una voz calmada y fría después de dejar el vaso en la mesa con un suave tintineo.

──𝐕𝐨𝐱──

Siempre con tus jodidos berrinches, no tienes nada mejor que hacer aparte de ser una molestia.

Valentino, todavía visiblemente enojado, cruzó los brazos y mantuvo su vista al televisor.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

Tal vez la perrita de Lucifer podría venir a buscar a su querido amigo Alastor...

Vox frunció el ceño irritado.

──𝐕𝐨𝐱──

No creo que lo haga.

Respondió con indiferencia mientras se concentraba en sus pantallas.

──𝐕𝐨𝐱──

De todas maneras, ¿Quién en su sano juicio se preocuparía por alguien como Alastor?

Valentino sonrió con picardía antes de responder a la pregunta de Vox.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

Oh, déjame pensar...

Dijo, su tono cargado de sarcasmo.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

Alguien que ha pasado toda su vida persiguiendo a un inútil, sacrificando todo por una causa perdida, y que ahora se queja como un niño abandonado.

Valentino inhaló su cigarro antes de continuar.

──𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐨──

¿Te suena familiar?

Valentino salió de la oficina con esas palabras, dejando un aire de provocación en su estela. Vox permaneció inmóvil por un momento, concentrado en las numerosas pantallas frente a él, pero su mente se alejó de los datos y los gráficos que fluían rápidamente.

Vox se sentó en su silla y tomó otro trago de su cerveza, pero esta vez estaba perdido en sus pensamientos.

...

Vox cerró la puerta detrás de él con un clic , sus ojos se dirigieron al basurero donde descansaban los restos del desayuno y el almuerzo que había dejado para Alastor. No era que le molestara que su comida fuera desechada...

Mientras Vox caminaba por la habitación, su mente estaba pensando en cómo aprovechar la situación a su favor y cómo manejar el recuerdo constante de su fracaso.

Vox, lleno de rabia y frustración, se abalanzó hacia el ciervo, quien estaba sentado en la cama. El repentino movimiento tomó por sorpresa a Alastor, quien apenas tuvo tiempo para reaccionar antes de que el televisor lo empujara hacia el colchón.

Vox se contuvo y comenzó a sujetar el collar celestial alrededor del cuello de Alastor. El collar, que estaba destinado a limitar sus poderes, se convirtió en una herramienta de control adicional mientras Vox lo mantenía en una posición vulnerable.

──𝐕𝐨𝐱──

Es mejor asesinarte en este momento.

Alastor, sujeto por el collar que lo limitaba aún más, observaba a Vox con una actitud de indiferencia y aceptación. La falta de aire llenó su rostro de rojo y sus ojos, aunque llenos de dolor, mantenían una expresión desafiante.

Después de un tiempo, Vox se sintió cada vez más afectado por la intensidad de la situación y su comportamiento violento se volvió cada vez más difícil de controlar. Al final, Vox dejó de apretar el collar con un suspiro de frustración.

Mientras intentaba respirar, Alastor cayó de nuevo en la cama, tosiendo y recuperando el aliento. Con una mirada llena de desprecio, miró a Vox y, con voz rasposa, dijo

──𝐀𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐫──

Creí que acabarías con esto de una vez por todas.

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⏰ Última actualización: Sep 04 ⏰

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