Corría tan rápido como sus piernas se lo permitían. Esa noche hacía más frío de lo normal, pero ni siquiera eso podía detenerlo. Iba a escapar si o si, no podía permitir bajo ninguna circunstancia que ese alfa lo marcara. No era lo que quería, no tenia porque ser obligado.
Cayó al suelo cuando sus pies se trabaron en unas raíces que sobresalían del suelo, quedando entre unas plantas y arbustos. Su respiración era pesada y agitada, humo blanco salía de su boca y su cuerpo ya no daba para más. Estaba exhausto y ese alfa no parecía querer rendirse.
Se odiaba en ese mismo momento. ¿Por qué tenia que ser tan fuerte su olor a jazmín? Estando en su primer celo, su cuerpo ardía, dolía por el contacto físico con un alfa que fuera capaz de tomarlo con tanta posesión que con solo eso lograra llegar al orgasmo. Sus partes intimas eran un río por más que no estuviera excitado... pero su lobo simplemente rechazaba a cualquier alfa de su manada. Ninguno le gustaba, y si a su lobo no le gustaba, a él menos.
Fourth bajó sus orejas cuando escuchó pasos cerca. El olor a lluvia de Mark era realmente fuerte, pues él también estaba en celo.
-Puedo olerte, estúpido. -gruñó Mark, observando a su alrededor en busca del lobo blanco.- Sé que estas ahí, de mi nadie escapa. -movió su nariz captando el delicioso aroma en celo de aquel omega y se dispuso a buscar sin hacer ruido.
Fourth no estaba dispuesto a quedarse esperando en aquel arbusto. Mark era el mejor alfa guerrero de su manada, lo encontraría tarde o temprano y seria su fin. Seria marcado por un alfa que no le gustaba, obligado a tener que quererlo sin su consentimiento, y lo peor es que probablemente sus padres lo aprobarían. Odiaba todo.
No lo dudó y cambió su forma humana a la de lobo, echándose a correr. Mark volteó en cuanto escuchó ruidos, y divisó a la bola de pelos blanca que se alejaba a toda velocidad. Tomando la forma de un lobo negro, lo siguió hasta llegar a alcanzarlo con facilidad. Nadie era más veloz que él. Un simple omega no iba a ganarle.
Furioso ante la idea de que no fuera un omega sumiso, Mark mordió una de las patas traseras de Fourth, haciéndole largar un chillido de dolor. No le importaba lastimarlo con tal de que se dejara penetrar. Quería entrar en ese omega, marcarlo y hacerlo suyo, para dejarle todos sus cachorros.
Fourth estaba tan desesperado por quitárselo de encima, que mordió su hocico sin basilar, escuchando los chillidos del alfa, logrando que se alejara y lo liberara al fin de la prisión que generaba el cuerpo más grande y fuerte de Mark.
-¡Eso no se le hace a un alfa, desagradecido! -gruñó Mark, pasándose una pata por la herida para ver la sangre.
Fourth se puso de pie y siguió corriendo aunque su pata trasera doliera. Divisó a lo lejos un río y se apuró en llegar, agradeciendo que la luna se encontrara en lo más alto, iluminando su camino en aquella noche tan oscura.
Al llegar, se tiró al agua sin pensárselo dos veces, y nadó con todas sus fuerzas aunque la corriente dificultara su trabajo hasta llegar al otro lado. Sus patas se llenaron de barro al subir a la orilla, pero no le importó. Jadeante, volteó a ver como Mark caminaba de un lado a otro del otro lado del río, mirándolo desde allí con ojos furiosos. Podía escuchar sus gruñidos.
-¡Vuelve aquí! -le exigió el alfa.- ¡Estarás muerto si te quedas!
Los vellos de su cuerpo se erizaron de solo recordar las historias sobre los lobos que no habían vuelto al cruzar ese río, los cuerpos sin vida encontrados en las orillas, pero entre morir y ser marcado por quien no quería... no sabia que era peor.
Ignoró los pedidos de Mark y juntó fuerzas de donde no le quedaban para seguir corriendo. Estaba en territorio de tigres, pero no podía arriesgarse a que Mark cruzara y se lo llevara a la fuerza.
Continuó su camino hasta que se aseguró de haberlo perdido, y entonces cayó al suelo. Estaba mojado, y así el frío de la noche lograba calarse hasta sus huesos, contrarrestando un poco el calor intenso que sentía por el celo. Se sentía ahogado, exhausto, adolorido... y aun así el celo se encargaba de hacerle la vida más miserable.
Entonces, un gran imponente, fuerte y sigiloso tigre naranja salió de entre unos arboles, observándolo fijamente con sus ojos felinos y penetrantes. Fourth pasó saliva. Era hermoso, pero definitivamente ese era su fin.
Se quedó quieto cuando el tigre se acercó a él, olfateándolo por completo. Su cuerpo temblaba contra su voluntad, y ni siquiera tuvo fuerzas para taparse con su cola cuando el tigre olió sus partes intimas. Los ojos del felino se dilataron al darse cuenta que estaba en celo.
-¿Si sabes que estás en tierras prohibidas? -la voz grave y profunda del tigre le hicieron largar un jadeo.
-N-no me hagas nada... -logró decir Fourth, totalmente débil, antes de perder la consciencia.
ADAPTACIÓN ♊ 🌻Holaaa ✨✨
Bueno como les dije anteriormente, que adaptaría un omegaverse pues aquí estoy.
Busque entre todas las que leí y las que me encantaron, estaba entre muchos en realidad, lastimosamente todas las que tome como opción no se pueden adaptar 😿Así que decidí adaptar está ya que si se puede
Espero que disfruten de esta adaptación 💞💞💞
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Presa Fácil || GeminiFourth
FanfictionADAPTACIÓN || GEMINIFOURTH ♊🌻 " Escapando de un alfa que pretende marcarlo a la fuerza, Fourth, un lobo omega, decide cruzar aquel río que por tantos años se habían encargado de dejarle en claro que NO debía cruzar bajo ninguna circunstancia. De es...