Mil confesiones vienen a mi mente
Todo lo que nunca dije cuando estabas presente.
Culpable soy de tener miedo,
nunca fue fácil enfrentarse a algo nuevo.
Confieso que mi corazón,
dulce ingenuo, palpitaba sin cesar al mínimo arribo de tu mirada.
Los nervios se hacían mayores y no podía pensar en nada...
Nada más que ese par de ojos marrones que me tenían embobada.Confieso que me atraía tu forma de ser,
tan magnética tu presencia que yo solo quería correr,
abrazarte hasta fusionarnos,
hasta convertirnos en un mismo ser.
Tu calor, tu perfume, el aroma de tu piel,
el rubor de tus mejillas, la forma de tu pelo al caer,
todo tan perfecto, tan irreal como aquel...
aquel mágico momento donde por primera vez te besé.
Tal vez solo fue un sueño,
pero es que adoro creer...
Creer, dulce tormento, que no nos perdimos en el ayer.Todo lo que no te dije,
pero amaría decir,
gritar a los cuatro vientos que solo te miraba a ti,
gritar mis sentimientos sin importar cuánto me pueda herir,
gritar mi dulce tormento, que por mucho que pase el tiempo, tu recuerdo sigue aquí.
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Un poco rota..
PoésieHecho de fragmentos de mi alma, para aquellos que alguna vez se han encontrado en pedazos.