Cada persona, encuentra su destino de una manera inesperada, en nuestra primera vida, nos encontramos de manera inesperada. En la segunda.
No teníamos idea de la realidad del otro, mucho menos de nuestras existencias en este mundo distorsionando.
...
Entre la espalda y la pared, no se encontraba nada más que el vacío de las palabras de Sung Jin-Woo, la incógnita de Cha Hae-in, la verdad de Mirian se mantenía aflote.
Observé una y otra ves, pero nada me llevaba con claridad.
Mi corazon había muerto aquel día que ví que el miraba a esa mujer como yo a él, estaba segura de la decisión del cazador.
Suspiré liberada de las ataduras del ambiente irritante. Mire a las chicas detrás de mi, sus miradas llenas de determinación, dispuestas al sacrificio del monarca de las sombras. Mi ánimo esta por los suelos.
—Las cosas se vuelven caóticas si seguimos de esta manera y lo sabes ¡Sung Jin-Woo! — dijo Mirian enojada ante la presencia del pelinegro que se mantenía a lado de la rubia.
—Es la única manera en la que podemos hacer las cosas bien— dijo Sung Jin-Woo en seriedad.
—Confiemos en el cazador Sung Jin-Woo. — dijo ella, mientras me devolvia la mirada en una sonrisa fingida.
—¡¿Con que derecho..?!— coloque mi mano en el hombro de Mirian. Haciendo que ella guarde el silencio.
—Sin aperturas, no hay salida.— dije y sonreí. — Ya tomé una decisión, si lo que Sung Jin-Woo dice es cierto, entonces no tienes nada que hacer aquí. — dije mientras miraba al par. — Las Bailarinas De Guerra, son las únicas que se harán cargo de las puertas.
Le di la espalda a Sung Jin-Woo, camine a dirrección de las chicas, saque el antifaz blanco. Y mire a Sung Jin-Woo. — Nosotras, haremos el sacrificio, así que tu elimina al monarca. — sonreí mientras que Sung Jin-Woo hizo una cara de disgusto.
Cha Hae-in me miró con desagrado y hablo fuerte y claro. — ¿Que vas a ganar muriendo? Si nadie conoce que eres una bailarina de guerra.
—..... Si ganaré algo.— conteste.— Mi familia ha muerto, mi abuelo ya no está. ¿Que sentido tiene seguir?
—¿Que?— preguntó en disgusto.
— La persona que más amo, se olvidará de mi.— sonreí tristemente mirando a Sung Jin-Woo y el entendió rápidamente. — Amarte...— las lágrimas caen con tanto dolor que es entendible sentir cuchillas en los ojos. — Amarte duele, no me arrepiento de nada, incluso si llego a morir, sabré muy bien, que serás feliz con la decisión que tomaste. Sung Jin-Woo, te odio como no te pues imagínarte.
Me fui dando la espalda a la pareja de cazadores, no seré capaz de decirle la verdad a Sung Jin-Woo, toque mi vientre delicadamente. Y camine con seguridad, lo sabía bien.
Una vez salimos del lugar, el cielo se tornaba morado a todo su esplendor, la muerte vendría por mi.
Aquellas personas que nacieron en la oscuridad, estarán desesperados en buscar la luz.
—¿No le dirás?— preguntó Seo-Yeon, quien mantenía una cara sin emociones. — Será la última vez que lo verás..
—Ella tiene razón, si no le dices..
—No, está bien así, el tomo su decisión y no fui yo, aunque pasamos una noche inolvidable, mantendré presente ese momento.— cerré los ojos con angustia. Agarre con fuerza el antifaz con lágrimas en los ojos y un ligero toque en el vientre.
Si existe un dios, si existe la otra vida, por favor, no deseo nada ni nadie, solo deseo ser feliz en mi otra vida con esta vida que llevo en el vientre, si nos volvemos a encontrar con Sung Jin-Woo, que está vez, aprenda a odiar a ese hombre para no amarlo.
Las chicas y yo, nos encaminamos al camino de la muerte.
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De alguna manera, el anochecer se volvía eterno y sofocante, ver a las personas luchar contra esas bestias y monstruos saliendo de las mazmorras, no me daba la pisca de esperanza en la vida.
Todos moriremos. Suspiré me di la vuelta y allí estaba ella. Con su espada en la mano, sonriendo cantando la victoria de poseer lo todo. —Ganaste— hablé.
—Si, así es..— dijo ella caminando hacia mi, directamente su espada apunta a mi cuello.— No lo tomes personal, pero....Es la unica forma de hacer que Sung Jin-Woo te olvide.
Mire a Cha Hae-in sobre ese mínimo amanecer. Que se apresuraba a salir.—El aún está enamorado de ti, pero haré que te olvide y se quede conmigo.
—Haz lo que quieras, pero el sabe que llevo a su hijo en mi vientre.— Aunque era una mentira, en el fondo deseaba que fuera verdad.
—¡¡Jajajaja!! Eso no importa Aera, yo le daré más hijo de los que tú le puedas dar.— no metí resistencia ante la situación. Deseaba morir, porque era inútil vivir. Pero el bebé en mi vientre no tiene la culpa.
Saque mi espada para defenderme del ataque de la rubia, cuando de pronto.
El calor bajando lentamente con la sinfonía de la agonía melodiosa de la muerte, el dolor punzante que te deja paralizante que hace que tu cuerpo no responda.
Cuando estás entre la vida y la muerte, dicen que tú vida pasa por tus ojos, pero en realidad no es así.
Solo podía ver a ese hombre delante de mi, la cara de Cha Hae-in, llena de alegría, sonrió tan dulcemente que el dolor que sentía justo ahora, eras más que indescriptible.
La espada que atraviesa mi pecho era doloroso, la máscara que sostiene mi nombre de White Nigth se rompió en dos cayendo al suelo haciendo un liguero sonido sordo al caer.
Mis lágrimas cayeron más rápido que la luz, la sangre bajaba rápidamente al suelo, la vestimenta blanca se torno de un color rojo intenso que no podía reconocer lo blanco.
El amanecer se volvió la última cosa que podría ver. No sabía si estaba alucinando o era el.
Frente a Sung Jin-Woo, quien tenía el rostro pálido, cubierto de heridas, corrió rápidamente hacia mi gritando mi nombre una y otra vez. — ¡Aera! ¡Aera!— no paraba de gritar mientras que yo vomitaba la sangre acumulada. Sonreí tontamente al ver a Sung Jin-Woo correr a mi.
Cha Hae-in, lo creas o no, el viene por mi, incluí si muero. ¿Habra la oportunidad de saber si me ama?
No debería pensar en esas cosas, la espada que me atraviesa el pecho, fue sacada nuevamente, caí de rodillas mirando a Sung Jin-Woo quien mantenía lágrimas en los ojos.
Gritando mi nombre un sin fin de veces ya no podía escuchar a Sung Jin-Woo, ya no podía escuchar nada. No sé quién me había matado. Me descuide.
Mi bebé, está muriendo por las estupideces de su madre. Y su padre, corre desesperadamente hacia mi.
El amanecer con el rostro de Sung Jin-Woo, era la último que logré ver. Cerré los ojos lentamente.
Sabía perfectamente que amar a Sung Jin-Woo, sería salir lastimada. Estar unido a alguien, siempre significara sufrir de diferentes maneras, incluso el amor más sincero acaba siendo abandonado, el dolor y la soledad. Es la amiga y familia del amor desafortunado. Que mala fuente la mía.
El amor le hacía daño a la flor ¿Verdad? Sung Jin-Woo.
