Coincidentemente una carta cruza por debajo de las puertas de varios chicos.
Todos son citados para participar en uno de los reality show más conocidos del habla hispana, off cameras.
No importan cuantos seguidores tengan, a que se dediquen o de d...
Este es un capítulo corto, que no tiene relevancia pero se me ocurrió el otro día. Es completamente Oscarvitzz así que si te desagrada el ship eres completamente bienvenido a retirarte, gracias.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov: Óscar del Rey.
-¿A donde se dirigen señores?-. El chofer y guardaespaldas, Nicholas, iba al volante.
Mire a mi novio, no lo sabía ninguno de los dos.
-¿A mi departamento?-. Le pregunte a Are, él simplemente asintió .- Ahí donde la semana pasada.
No era demasiado grande, era perfecto para una sola persona y de ves en cuando un visitante. Contaba con dos habitaciones, un baño, una amplia sala y una cocina estilo "americana". Fuera de eso, a mi parecer tenía buen gusto. Todo combinaba a la perfección. No estaba sobrecargado de cosas como el que Are me había descrito que era el suyo.
-Wow-.
-No es mucho pero me tome la libertad de hacerlo a mi gusto-.
-Es hermoso-.
Le di un corto beso para luego darle un recorrido.
-Date un baño y salimos. Estaré en la sala-.
No se demoro más de media hora en estar listo, no quería hacerme esperar. Demoramos más sentados en la sala decidiendo a donde ir.
-¿Te gusta este?-.
-Ya he ido, no tiene variedad-. Comente.- ¿Qué tal ese?
-No me gustan los mariscos-.
-¿Pizza?-.
-No quiero que termine como el otro día-. Jugo con uno de sus rulos, era perfecto.- ¿Y si mejor vamos caminando y de ahí vemos?-.
-Mejor-.
Apoye mi cabeza en su hombro y nos pusimos de pie.
-¿Vamos?-.
-Vamos-.
Caminamos por las calles de la ciudad dejándonos llevar, era cierto que el programa nos había hecho ganar cierto nivel de fama y detuvimos más de alguna ves para tomarnos fotos con algún fan pero adore esos minutos.
El saber que a alguien le gusta lo que haces es un sentimiento que desconocía pero podía volverme adicto, pero no tan adicto como a los labios de él.
-¿Te gusta ese?-. Eleve mi mano que iba entrelazada con la suya.
-¿A ti te gusta?-.
-Sí, por eso pregunto-.
-Entonces ahí es-.
Tenía una decoración minimalista y no se encontraba del todo lleno. Una mesa doble al final del local le llamo la atención. Para cualquiera que no nos conociera pensaría que era una cena amistosa. Salvo por las manos entrelazadas sobre la mesa y como él se perdía en mi mirada.
