Coincidentemente una carta cruza por debajo de las puertas de varios chicos.
Todos son citados para participar en uno de los reality show más conocidos del habla hispana, off cameras.
No importan cuantos seguidores tengan, a que se dediquen o de d...
Aclaración: Los presentadores están levemente inspirados en personas reales (mi mejor amiga y yo), sin embargo, no actuaran de una forma tipo T/N o interactuaran más allá de lo necesario con los personajes. Cualquier otro parecido con la realidad es mera coincidencia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día había llegado, bueno, más bien la madrugada.
No había rastro de sol, pero los chicos ya se encontraban todos en una van camino al set.
Todos los participantes llevaban los ojos vendados y no tenían permitido hablar, reglas un poco estrictas para algunos.
Las grabaciones se realizarían a las afueras de la ciudad, un sector el cual habían ambientado para este tipo de grabaciones.
Por fuera la casa parecía una más del montón. Esta traía por el frente una enorme cerca la cual no permitía ver el interior así que nadie ingresaría al lugar en donde se grabaría el programa.
Sin embargo, una vez ingresabas encontrabas una mansión enorme.
Era moderna, una residencia de gran tamaño, tres pisos (siendo uno de estos un ático) y color blanco malvavisco.
Portaba un balcón el cual tenía una vista espléndida la cual abarcaba miles de kilómetros hasta que se perdía en la bruma.
Definitivamente no hay persona en el mundo que rechacé hospedarse ahí, ¿Tres meses en esa lujosa casa con todo incluido? Un sueño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuidadosamente, los encargados de verificar a los participantes los llevaron hasta dentro dejándolos en la sala principal del primer piso.
-Cuidado señor Urkijo, se puede tropezar-. Lo guiaba un chico que le doblaba la edad.
"Lukas, señor Urkijo me suena a imbécil" deseaba hablar pero no le era permitido.
En eso, un grito le sobresalto.
-¡¡Ah!! ¡¡Quíteme la mano!!-. Todo el personal pareció confundido.
-Pero Alex-. Sonaba una risa por detrás.
-¡¡Max me quieren secuestrar!!-. Buscaba con la voz a su hermano mayor.
