"Possiamo tornare ad essere come prima?"
El tren que llevaba a Alessandra de Roma a Monterosso se deslizaba suavemente por el paisaje italiano, entre colinas verdes y campos dorados por el sol. Los últimos días habían estado llenos de emoción y ansiedad para ella, sabiendo que volvería a la casa donde creció, al lugar que no visitaba desde hacía años, y también porque tendría que dejar la oficina sola por unos días. Ahora que estaba a punto de llegar, no podía evitar sentir una punzada de nervios en el estómago.
Al descender en la pequeña estación de Monterosso, Alessandra tomó una bocanada de aire fresco. El aire salado del mar y el sonido de las olas rompiendo a lo lejos le recordaban inmediatamente su infancia y adolescencia, los días despreocupados en los que correteaba por las playas y se perdía entre las callejuelas del pueblo. Pero la niña que había dejado Monterosso ya no existía; en su lugar, estaba una mujer marcada por el tiempo, las responsabilidades y los recuerdos.
Mientras caminaba hacia la casa familiar, Alessandra se sintió atrapada entre el pasado y el presente. La casa de sus padres, una villa de estilo mediterráneo con su fachada blanca y balcones llenos de flores y velas, parecía no haber cambiado nada. Las mismas paredes que habían sido testigos de sus risas, sus lágrimas y sus sueños.
Cuando llegó a la gran puerta, su mano se detuvo antes de tocar. Sabía que sus padres estarían esperándola, pero la emoción de volver a verlos después de tanto tiempo era abrumadora. Con un profundo suspiro, tocó suavemente la puerta, y en cuestión de segundos, esta se abrió de par en par.
—¡Alessandra!— la voz de su madre, llena de alegría, resonó en el pequeño vestíbulo. La mujer, elegante como siempre, con el cabello ligeramente encanecido pero con la misma energía vibrante de siempre, la abrazó con fuerza —Mi niña, has vuelto.
Alessandra se dejó envolver por el abrazo, sintiendo la calidez y el amor que en los últimos años había asociado con su hogar —Mamá— susurró, con un nudo en la garganta —Te he extrañado muchísimo.
—Y nosotros a ti— respondió su madre, soltándola solo para mirarla con orgullo —Mira lo mucho que has cambiado... Eres una mujer hecha y derecha.
Antes de que pudiera responder, el sonido de pasos firmes anunció la llegada de su padre. Un hombre de porte serio, con el cabello oscuro y los ojos llenos de ¿amor?, que ahora la miraba con una mezcla de orgullo y nostalgia —Bienvenida a casa, Alessia— dijo con una sonrisa suave, que solo reservaba para ella.
Sus padres habían cambiado, muchísimo. Desde que Leonardo y Ruby vieron el terrible impacto que se vio reflejado en su hija luego de la separación con Victoria dieron un giro de 360 grados. Ahora eran mucho más amorosos, más atentos. Y cuando Alessandra tomó el cargo como jefa en Belladonna Atelier, la empresa sobre moda de lujo de sus padres, fueron muchísimo más atentos que nunca. Y Alessandra por mucho daño que alguna vez le causaron sus padres y sus acciones, no podía rechazar su cariño, siempre los necesitó y ahora que se lo estaban dando, no quería que volvieran a ser como antes.
—Papá— dijo Alessandra, lanzándose a sus brazos. Era raro verlo tan emocionado, pero ella sabía que, en el fondo, este reencuentro significaba tanto para él como para ella —No se imaginan lo mucho que los extrañe.
—Y nosotros a ti— repitió su padre, acariciando su cabello —La casa no ha sido la misma sin ti.
Durante los siguientes minutos, Alessandra se dejó guiar por sus padres a través de la casa, mientras le mostraban las pequeñas remodelaciones que habían hecho y compartían las historias de los últimos años. Cada rincón traía consigo una oleada de recuerdos, y aunque todo parecía igual, había una sensación de cambio en el aire, como si el tiempo hubiese dejado su huella de manera sutil pero inevitable.
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Ecos de Un Verano || Young Miko (Un amor de verano II)
Romance"¿Podremos recuperar lo que alguna vez tuvimos?"