Capítulo 6: Entre el mar y el viento

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El viento siempre trae consigo el eco de lo que fuimos.

El sonido suave de las páginas al pasar llenaba la librería, como un eco distante en el tiempo. Alessandra estaba sumida en su lectura, tratando de distraer su mente, pero la familiaridad del lugar hacia imposible que su cabeza no se llenara de recuerdos. El aroma a libros viejos y a madera desgastada la rodeaba, envolviéndola en una sensación de seguridad que, por un momento, la hacía olvidar todo lo que había cambiado desde que se marchó de Monterosso.

Pero todo cambió en el momento en que escucho una voz detrás de ella, una que no esperaba, una que la hizo congelarse.

—No esperaba verte aquí.

Victoria estaba de pie en la entrada de la librería, sus ojos oscuros fijos en Alessandra con una mezcla de sorpresa y algo más. Quizás alivio, quizás duda.

Llevaba puesto una crop-top sencilla, unos baggy shorts desgastados y una chaqueta ligera, pero era su expresión la que más destacaba. Algo en su postura parecía más vulnerable de lo habitual, más humano, menos controlado.

Alessandra levantó la vista del libro que había estado fingiendo leer y se encontró con aquellos ojos que conocía tan bien. Por un momento, no supo qué decir. La aparición repentina de Victoria en un lugar tan íntimo la dejó sin palabras.

—Yo tampoco... —respondió Alessandra finalmente, en un murmullo que apenas salió de su garganta.

Victoria se acercó un poco, pero se detuvo a unos pasos de distancia, como si temiera acercarse demasiado, como si ese espacio entre ellas fuera un abismo que no podía cruzar.

El silencio se extendió entre las dos, cargado de las emociones no dichas de los últimos años. Era un silencio pesado, lleno de recuerdos que ambas habían tratado de olvidar, pero que nunca desaparecieron del todo.

—Este lugar... siempre me recordó a ti —continuó Victoria, su voz suave pero clara. Sus ojos recorrieron la librería, recordando los días en que solían venir aquí, Alessandra perdiéndose entre libros, y ella observándola, enamorada— Pasabas tanto tiempo aquí, leyendo... soñando.

Alessandra se sintió expuesta ante las palabras de Victoria. Era cierto, ese lugar había sido su refugio, su escape de la realidad cuando las cosas se ponían demasiado abrumadoras (luego del sótano, claro). Y ahora, volver aquí, con Victoria tan cerca, hacía que todas esas sensaciones que creía haber dejado atrás volvieran a la superficie.

—Lo necesitaba —murmuró Alessandra, su mirada fija en el suelo. No quería mirarla a los ojos, no todavía. No estaba lista para enfrentar todo lo que implicada ese encuentro.

Sin embargo, algo en su interior la llevó a otro tiempo, a otro lugar. Un lugar donde las cosas eran más simples, más puras, y donde el amor no había sido acompañado por los errores.

❀ 𓇼 ❀

El faro se alzaba majestuoso sobre el acantilado, su luz parpadeante marcaba el paso del tiempo en la noche tranquila. Ese lugar siempre había sido especial para Alessandra, y aún más cuando lo compartía con Victoria. Era su refugio, un rincón donde el mundo parecía detenerse y solo quedaban ellas dos juntas, con el sonido del mar rompiendo contra las rocas.

Era una tarde dorada, de esas en las que el sol bañaba todo con su luz cálida antes de hundirse en el horizonte. Alessandra y Victoria habían llegado hasta el faro después de pasar el día explorando Monterosso. Llevaban una manta y algo de comida, como solían hacer en esas tardes en las que huían de todo lo demás.

Ecos de Un Verano || Young Miko (Un amor de verano II) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora