cinco

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Al día siguiente, Hongjoong decidió tomar un enfoque diferente. En lugar de confrontar a Seonghwa directamente, optó por observarlo desde la distancia. No quería ser invasivo, pero necesitaba entender qué era lo que Seonghwa estaba ocultando, si es que había algo en primer lugar. Así que, durante todo el día, mantuvo una cuidadosa vigilancia sobre él, siguiendo sus movimientos sin hacerse notar.

A primera hora de la mañana, Hongjoong vio a Seonghwa salir de la escuela durante un descanso. Lo siguió a una distancia segura, curioso por saber a dónde iba. Para su sorpresa, Seonghwa se dirigió a un pequeño parque cercano. Hongjoong lo vio acercarse a un grupo de gatos callejeros que se reunían bajo un árbol. Seonghwa se agachó, sacó un pequeño paquete de comida de su mochila, y comenzó a alimentar a los animales con cuidado y ternura, acariciando a los más confiados mientras comían.

Hongjoong se quedó observando, impresionado. No había esperado ver ese lado de Seonghwa, tan cariñoso y protector con los animales. Verlo interactuar con los gatos con tanto afecto lo hizo sentir una calidez inesperada en el pecho.

Más tarde, durante el almuerzo, Hongjoong continuó siguiendo discretamente a Seonghwa, quien se dirigió a una de las aulas de primaria en lugar de ir al comedor. Hongjoong, intrigado, se acercó lo suficiente como para espiar desde la puerta. Dentro, vio a Seonghwa ayudando a un grupo de niños pequeños con sus tareas. Estaba sentado en el suelo con ellos, explicándoles pacientemente un problema de matemáticas, su voz suave y alentadora.

Los niños parecían adorarlo, riendo con él y mostrándole sus dibujos y trabajos con orgullo. Hongjoong no podía dejar de sonreír al ver cómo Seonghwa interactuaba con ellos, tan diferente a la persona fría y distante que mostraba al mundo exterior. Cada gesto, cada palabra, mostraba un lado de Seonghwa que nadie más parecía ver.

Más tarde, mientras caminaban de regreso a la escuela, Hongjoong vio a Seonghwa detenerse para hablar con uno de los profesores de secundaria. Seonghwa lo ayudó a cargar un montón de libros pesados, escuchando atentamente mientras el profesor le hablaba de las lecciones. Parecía genuinamente interesado, ofreciendo sugerencias y haciendo preguntas que mostraban su inteligencia y empatía.

A lo largo del día, mientras más observaba, más Hongjoong se encontraba admirando a Seonghwa. No estaba encontrando nada oscuro o siniestro como había temido al principio. Al contrario, lo que veía era a un chico profundamente amable, que simplemente prefería mantener su bondad oculta de los demás.

Y mientras más veía, más difícil se le hacía a Hongjoong negar lo que estaba empezando a sentir. Seonghwa no era solo un enigma que quería resolver; era alguien a quien se estaba enamorando. Cada pequeña cosa que descubría hacía que su corazón latiera un poco más rápido, y comenzaba a darse cuenta de que lo que había empezado como curiosidad se estaba transformando en algo mucho más profundo.

Al final del día, Hongjoong continuaba siguiendo a Seonghwa, manteniendo una distancia que pensaba era segura. Sin embargo, a medida que las horas pasaban, empezó a notar que Seonghwa estaba volviendo la cabeza de vez en cuando, como si se sintiera observado. Hongjoong intentó disimular, fingiendo estar ocupado con otra cosa cada vez que Seonghwa parecía sospechar, pero finalmente, cuando Seonghwa se detuvo en un pasillo vacío, se giró bruscamente, sus ojos fríos fijos en Hongjoong.

-¿Por qué me estás siguiendo? -preguntó Seonghwa, su voz baja pero llena de una dureza que Hongjoong no había escuchado antes.

El corazón de Hongjoong se detuvo por un instante. No esperaba que Seonghwa se diera cuenta tan pronto, y mucho menos que lo confrontara de esa manera. Tragó saliva, buscando las palabras adecuadas, pero antes de que pudiera decir algo, Seonghwa dio un paso hacia él, sus ojos llenos de una mezcla de ira y desconfianza.

-¿Qué es lo que quieres de mí? -Seonghwa continuó, su tono cortante como un cuchillo-. ¿Te divierte jugar conmigo, Hongjoong? ¿Pensaste que no me daría cuenta de lo que estás haciendo?

Hongjoong intentó hablar, pero Seonghwa no le dio la oportunidad.

-He escuchado los rumores -escupió Seonghwa-. Que soy raro, que tengo mala actitud, que no soy más que un problema. Y ahora tú, el presidente estudiantil, decides que es tu misión "conocerme". ¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Hacer que me abra para luego usarlo en mi contra? ¿Reírte de mí con tus amigos?

Las palabras de Seonghwa eran como dagas, cada una clavándose profundamente en Hongjoong. No había esperado tanta hostilidad, y mucho menos que Seonghwa pensara que él estaba tratando de burlarse. La angustia en la voz de Seonghwa era inconfundible, y Hongjoong sintió un nudo formarse en su garganta.

-No es eso... -comenzó Hongjoong, su voz temblando ligeramente-. No quería hacerte daño, Seonghwa. Solo... solo quería conocerte mejor.

Seonghwa soltó una risa amarga, sin rastro de humor en ella.

-¿Conocerme mejor? -repitió, con sarcasmo en su voz-. ¿De verdad crees que soy tan estúpido como para creer eso? No necesito que alguien como tú "me conozca mejor". Estoy bien como estoy, y no necesito tu lástima o tu caridad.

Cada palabra que Seonghwa decía resonaba en la mente de Hongjoong, dejándolo aturdido y dolido. No sabía cómo responder, cómo hacer que Seonghwa viera que sus intenciones eran genuinas. El frío en la voz de Seonghwa era casi insoportable.

-Lo siento -susurró Hongjoong, incapaz de encontrar algo más que decir-. De verdad, no quería que esto terminara así.

Pero Seonghwa ya había dado media vuelta, dispuesto a marcharse.

-Deja de seguirme -fue lo último que dijo antes de alejarse, dejando a Hongjoong solo en el pasillo.

Hongjoong se quedó allí, sintiendo un dolor sordo en su pecho. No sabía cómo, pero lo que había comenzado como un intento de acercarse a Seonghwa había terminado en un desastre. Las palabras de Seonghwa seguían resonando en su mente, y la forma en que lo había mirado, con tanto desdén, lo había golpeado más fuerte de lo que esperaba.

Había querido entender a Seonghwa, descubrir quién era realmente detrás de esa fachada, pero ahora se preguntaba si había cometido un terrible error.

Eclipse | SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora