Capítulo 24

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El duque y Leonel se encontraban en una encrucijada, sumidos en una confusión que desafiaba la lógica. Sasha, al igual que ellos, estaba perpleja. La habitación, que antes parecía desordenada y caótica, ahora cada objeto se encontraba en su lugar, y todo en buen estado.

—Excelencia—llamo Leonel tratando de entender lo que estaba sucediendo— Sea lo que sea que se encontraba aquí ha jugado con nosotros.

—Esto no puede ser una mera ilusión —dijo el duque con voz grave—. Si alguien ha manipulado nuestra percepción, está utilizando habilidades excepcionales. Debemos estar atentos. —El duque, aún sosteniendo a Calixto, miro a Sasha —Primero, aseguremos que ella se encuentra bien. Luego, tendrá oportunidad de explicar las cosas

Sasha, aún en shock, asintió levemente. Con cautela, el grupo se dirigió a una habitación más apartada. El duque, con cuidado, depositó a Calixto sobre la cama. Sasha, nerviosa pero decidida a cumplir con su deber, se apresuró a revisar su condición. Leonel, por su parte, se aseguró de que no hubiera movimientos sospechosos en los alrededores y cerró la puerta para no ser interrumpidos.

—¿Cuál es su nombre, señorita? —preguntó el duque, intentando relajar la atmósfera tensa.

—Sasha, su excelencia —respondió ella, con una evidente nerviosidad en su voz.

—Bien, señorita Sasha —dijo el duque, dándole un poco de espacio mientras se acomodaba cerca de los pies de la cama—¿Puede decirme por qué estaban fuera de la habitación?

Sasha vaciló por un momento antes de responder —Mi señorita sufrió un pequeño accidente, y para no despertar a nadie decidimos salir de la habitación.

—¿Qué tipo de accidente? —preguntó el duque, frunciendo el ceño en busca de más detalles.

Sasha, con la mirada fija en Calixto, titubeó. —No... no puedo dar detalles precisos, excelencia —admitió, visiblemente incómoda— Solo sé que la encontré en un estado alarmante y me preocupé de inmediato por su bienestar.

El duque asintió lentamente, reconociendo la preocupación de Sasha pero también comprendiendo la necesidad de obtener claridad—Entiendo su postura en estos momentos, señorita Sasha, pero le agradecería si pudiera proporcionarnos cualquier detalle, por pequeño que sea. Incluso la información más insignificante podría ser útil para resolver esta situación.

Ella se quedó estupefacta ante la amabilidad del duque. Aunque en el palacio no había sido maltratada, nunca había experimentado un trato tan humano y comprensivo, mucho menos del duque en persona. La diferencia en la actitud del duque frente a la frialdad de la emperatriz madre la sorprendió profundamente.

—Yo... —comenzó Sasha, esforzándose por organizar sus pensamientos—Bueno, mi señorita no lo sabe, pero creo que puedo confiar en usted, excelencia —dijo con un tono de sinceridad—. Todas las noches, trato de acompañarla mientras duerme, aunque solo sea unos minutos. He notado que recurrentemente tiene pesadillas, y por más que intento despertarla, no logro hacerlo. No sé si esto ayudará, pero eso es todo lo que puedo decir en este momento.

El duque escuchó atentamente, su expresión se tornó aún más grave. —Eso es información valiosa, señorita Sasha. Las pesadillas recurrentes podrían ser un indicio de algo más profundo, tal vez relacionado con lo que está ocurriendo ahora.

Leonel, que se había mantenido al margen hasta ese momento, se acercó con una expresión pensativa. —Eso también explicaría los paseos nocturnos que hemos observado entre Lady Calixto y su hijo.

—Tienes razón — respondió— Sera mejor mantener todo entre nosotros por el momento — se quedo pensando un momento— Leonel, mañana a primera hora iras por esa mujer.

Metamorfosis de la insaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora