— 𝐂𝐞𝐥𝐨𝐬𝐨.
Narrador 3ra persona.
- Stanford! Que bueno es verte por qui otra vez. — Dijo con un dejo de emoción en sus palabras. — Como no eres de venir seguido, te preguntaba... Que te trae por el pueblo está vez? — Mencionó la mujer, con una sonrisa en sus labios pintados de un rojo opaco.
- Hola señorita... Es un gusto, primero podría decirme su nombre, ayer no llegó a presentarse usted. — Dijo mientras se acomodaba los lentes, algo feliz por haber logrado interactuar con alguien del pueblo.
- Oh, claro! No me presenté. — Dijo entre risas, tapándose la boca en el proceso. — Mi nombre es Susan — Estiró su mano para un apretón.
- Tienes un lindo nombre, Susan — Sonrió al tomar la mano de la mujer de cabellos colorados.
Hablaron por un rato mientras Susan le mostraba el pueblo a Ford, pues lo notó algo perdido. Por otro lado, Stanford le mostró algunos de sus lugares favoritos, como ciertas partes del bosque y una colina desde la cual se veía el valle con forma extraña el cual tanto admiraba Ford.
- Aquí suelo venir a investigar junto con mi mejor amigo — Dijo, sentándose en el césped.
- Es un lindo lugar, al igual que esa zona llena de cristales a la que me llevaste hace rato. — La chica sonreía mientras miraba al cielo anaranjado por el atardecer. — Oye...
- Si, Susan? — Levantó la vista de una pequeña libreta la cual había sacado para anotar algunos avistamientos nuevos.
- Te gustaría... No se, mañana ir a la cafetería del pueblo? Podríamos tomar algo si gustas. — La cabellos colorados lo miró con las mejillas algo rosadas.
- Oh... Claro, no veo por qué no podría, solo debo avisarle a Fiddleford. — Guardo la libreta y bolígrafo dentro de su saco.
La noche se acercaba, y ambos volvieron al pueblo mientras hablaban, a Ford realmente le costaba no sacar temas científicos con los que siempre hablaba con su mejor amigo McGucket.
Él acompaño a Susan hasta su casa y se despidieron en cuanto ella entró. Stanford, mientras caminaba de vuelta a su cabaña en el bosque, se había quedado pensando en la propuesta de la chica, ¿lo había invitado a una cita? Definitivamente.
.
.
.
.
.
.
Fiddleford se despertó de su larga siesta, apartó las sabanas y puso los pies en el frío suelo de madera, decidió ir a ver si había de comer. En cuanto bajó, vió a Stanford su mejor amigo, sentado en un escritorio mientras escribía algunas cosas en su diario.- Ey Ford! — Lo llamó el rubio. — Estuviste todo el día ahí sentado? — Se quedó parado en el umbral de la puerta, en cuanto vió al castaño levantarse de su silla.
- Fidds! Buenas noches amigo, dormiste bien? — Su alegría hizo dudar a Fiddleford, quien se lo quedó viendo con una ceja arqueada.
- De donde tanta felicidad, Ford? Estas muy animado para que sea solo porque si. — Ahora esbozaba una pequeña sonrisa mientras veía lo feliz que su amigo estaba en ese momento.
- Pues... No te la vas a creer! — Dijo emocionado acercándose a Fiddleford y posaba sus manos sobre los hombros de éste. — Me invitaron a una cita! — Dijo emocionado, era la primera vez que alguien lo invitaba a ir a una cita y estaba realmente conmocionado.
La sonrisa de Fiddleford desapareció casi al instante de lo que Ford dijo. Este lo notó de inmediato y soltó sus hombros.- Fidds... Pasó algo? — Preguntó preocupado al darse cuenta de que su amigo no compartía su felicidad. — Fiddleford...
- Estoy bien, no es nada... Me alegro por tí — Dijo mientras fingia una sonrisa y se tragaba las ganas de gritar.
¡¿Por qué sentía eso?! Estaba casado, debía ponerse feliz por su amigo... Pero en vez de eso, sentía como la noticia le dolía en su pecho como una puñalada.
- Ey amigo, sabes que puedes contarme lo que quieras. — El castaño, preocupado, puso su mano en el hombro del rubio.
- No, estoy bien. — Apartó la mano de Ford de su hombro y pegó la vuelta, yendo camino a la cocina.
Narra – Fiddleford👓
Fuí en dirección a la vieja heladera que se encontraba en la cocina, busqué el que comer pero no encontré nada que realmente me llamara la atención. Me senté a la mesa de comedor que Ford tenía en su cabaña y me quedé pensando el por qué me sentía tan... Tan celoso, soy casado, tengo un hijo, no puede gustarme Stanford!
Luego escuché el como alguien entraba a la cocina a mis espaldas, me voltee a ver y era el gemelo de Ford.
- Ey cerebrito, qué haces acá solo? — Preguntó mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
- Solo pensaba en algunas cosas... — Lo miré con un nudo en la garganta. — Nada importante realmente — Volví a ver el suelo.
- Estas seguro? Tienes la voz algo quebrada para ser cierto lo que dices. — Se acercó a la mesa y se sentó frente a mí. — Te gusta mi hermano, cierto?
La pregunta me sobresaltó y sentí mi cara enrojecerse, y mis orejas arder.
- No... Yo estoy casado y el tiene interés en alguien del pueblo. — Mi voz sonó seria, casi con odio.
Narración 3ra persona
Stanley se dió cuenta de lo que pasaba en el instante que sintió como la voz de Fiddleford sonaba enojada.
- Ya veo que pasa, te gusta y no lo quieres admitir. — Dijo el castaño mientras lo señalaba y sonreía victorioso. — Oye, piensas que no me doy cuenta de que sientes algo por el? Vamos! Se notan los celos que le traes a quien sea la que trae interesado a Ford.
Fiddleford suspiro pesadamente y se recostó sobre la mesa. Stanley estaba en lo correcto, a Fiddleford realmente le gusta Stanford.
- Me dijo que mañana tiene una cita, no se como tomarmelo. — Su voz se quebraba con cada palabra.
- Amigo, oye... Debes relajarte, en cuanto esa mujer vea lo nerd que es mi hermano, va a salir espantada! Ya a pasado... — Se rascó la nuca mientras sonreía avergonzado. — No quieres tomar algo? Así te liberas un poco.
—' Nota de autor/es
Cortito, pero xq nos quedamos sin inspiración.
— Will y Tawi. -
ESTÁS LEYENDO
Ⲣⲁ𝛓ⲁⲇⲟ𝛓 ⲇⲉ ⲥⲟⲣⲁ𝛓 [Fiddauthor]
Fanfiction' - Aclaraciones antes de leer... ! • Alteraciones al canon. (y muchas) • Posible +18. • Esto está hecho por diversión. • Nos vale que no lo leas, solo queríamos sacarnos esto de la imaginación. • Si nos les gusta, ok. - * ATTE...