ೄྀ✎ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑

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— 𝐋𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚.

Narrador en 3ra persona.

  Stanford se levantó de la cama y vió una pequeña figura amarilla flotando detrás de él, Bill Cipher, el demonio del sueño del que Ford se había hecho amigo.

  - Bill? — Veía borroso a aquel triángulo brillante, debía ponerse los lentes. — Buenos días, creo.

  Bill lo miraba con su único ojo con un destello burlón.

  - Buenos días seis dedos! — Dijo alegre el demonio. — Que tal has dormido? Listo para seguir con el portal? — Le alcanzó los anteojos a Ford, sonriendo con su ojo.

  - De echo Bill... — Se puso los anteojos y se acomodó el pelo, pues tenía papeles (se había dormido sobre su diario, sentado en el escritorio). — Hoy voy a salir con alguien. — Notó como el ojo de Bill se iluminó.

  - Con quien será??? — Dijo con un tono burlón, el mismo de siempre en él.

  - Se llama Susan, la conocí el otro día en el pueblo. — Se rascó la nuca, algo nervioso. Sus mejillas se habían puesto de un tono rosado.

  - Que. — La alegría de Bill se fue al carajo en cuanto él mencionó el nombre de su cita. (Bill fan nro1 del Fiddauthor).

  - Pasó algo? Estabas muy interesado hasta hace dos segundos. — Habló él de seis dedos mientras acomodaba su saco y se levantaba de la silla.

  Vió como Bill comenzaba a brillar de tal forma que el resplandor lo hizo cerrar los ojos para no quedar ciego. En cuanto los abrió, vió parado frente a él a lo que parecía ser a un hombre joven, con cabellos dorados y un ojo tapado por un parche negro, mientras vestía con un traje amarillo brillante. Al menos 10cm más bajo que el castaño.

  - No es nada Sixer. — Entre cerró el ojo y caminó hacia atrás, hasta quedar fuera de la vista de Ford.

  Bill se dirigió hacia la habitación donde Stanley dormía y tocó la puerta. Cuando le abrió, el hombre se lo quedó viendo fascinado y confundido.

  - Quien eres? — Preguntó con la voz adormilada. Se notaba que estaba durmiendo.

  - Me llamó Bill Cipher, soy amigo de tu hermano y te vengo a proponer algo. — Mencionó, mientras sonreía burlonamente como era de costumbre.

  - A si? Que vienés a proponer? — Vió como el demonio entró a su habitación sin permiso. — Ey!

  - Calma amigo, escucha... Se que el flacucho amigo de tu hermano, gusta de él. — Stanley se vió interesado con el tema. — Así que te propongo el que lo ayudemos a conquistarlo.

  - Me gusta la idea, pero como hacemos? Fiddleford no quiere aceptar lo que siente. — Estaba en lo cierto, ninguno tenía un plan realmente.

  - Y sí los hacemos ir a algún lugar juntos? — Algo lo interrumpió, era un grito de Ford avisando que salía. — Ya lo perdimos.

  - Seh...
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  Stanford se había vestido con su saco beige habitual, una camisa blanca con una corbata negra, era lo más formal que tenía a la mano.
  En cuanto llegó al café del pueblo, vió como un brazo se levantaba entre los asientos, era la chica que lo había invitado. Ford se acercó a esa mesa y se sentó en el asiento de enfrente a ella.

  - Veo que te arreglaste para venir. — Mencionó Susan con voz coqueta.

  - Era una ocasión especial. — Rió rápidamente. — No suelen invitarme a ningún lado.

Ⲣⲁ𝛓ⲁⲇⲟ𝛓 ⲇⲉ ⲥⲟⲣⲁ𝛓 [Fiddauthor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora