ྀ✎ _𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟎 -

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  Narrador 3ra persona.

  Fiddleford había despertado, era de noche y estaba todo en silencio, aunque leves murmullos venían desde la habitación de al lado.

  El rubio cenizo bajó de su cama y un chirrido perturbó la paz del cuarto.

  - Ugh... — Las piernas le dolían un poco aún, pero logró levantarse.

  Cubrió su cuerpo con su camisa verde (se había desvestido para dormir), y salió lentamente de su habitación.

  Bajó lentamente las escaleras, y mientras más bajaba, los sonidos se intensificaron, no eran palabras.

  El rubio cenizo se asomó por la puerta de la sala y sonrió levemente, tapando su boca. Lentamente caminó para atrás, volviendo a su habitación.

  ¿Que habrá visto Fiddleford 🥺?

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  [ 1 hora antes ]

(Quise agregar algo de Stanbill 🥺 - will)

  Bill se había dormido sentado en el sillón donde Stan estaba acostado. Por lo que instintivamente se recostó en él, en el pecho del gemelo menor.

  Tras unos minutos, el más alto sintió el peso sobre él y abrió los ojos lentamente.

  Al notar al rubio acostado en su pecho, no pudo reaccionar de otra forma que sentarse un poco, tratando de no mover al más bajo.

  Sin éxito, pues tras unos segundos Bill despertó y se quedó viendo a Stan a los ojos, sin saber que decir.

  Oh mierda, estaban en un momento muy incómodo. El castaño tuvo un impulso muy idiota, de un movimiento rápido colocó las manos en la nuca del más bajo y lo besó.

  Este se sorprendió, pero no se resistió, correspondió a la acción contraria mientras acomodaba su cuerpo entre las piernas del más robusto para estar más cómodos.

  Stanley abrió levemente los ojos, para ver a Fiddleford asomado por la puerto, riendo con la mano en la boca.

  En cuanto lo vió, sé separó del rubio, y notó que el antes mencionado ya no estaba en la puerta.

  - Stan? — Estába rojo, con una expresión de confusión.

  - No te preocupes. — El castaño sonrió de forma atrevida y volvió a besar a Bill.

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  Ya en la mañana.

  Eran las 5am, Ford se había levantado y como siempre, fue en dirección a la cocina para un desayuno.

  Al entrar vió a la esposa de Fiddleford durmiendo en la mesa, junto con su pequeño.

  Suspiró y se acercó a la mujer.

  - Babs... — Tocó levemente su hombro hasta que ella despertó.

  - Mh... Ford? — Aclaró un poco su garganta. — Buenos días... Yo creo que... — El castaño la interrumpió.

  - Ve a dormir a mi cuarto. — Siguió de largo de ella y comenzó a preparar su desayuno.

  - Uh? — Algo desconcertada, tomó al niño en brazos y se levantó de la silla.

  - Que vayas a dormir a mi cuarto, deberías descansar bien. — No la miraba, solo le señaló el camino hacia la habitación. Para luego seguir en lo suyo.

  - Pero... — Ella suspiró. — Gracias, Ford. — Se fué por el pasillo que el castaño indicó, desapareciendo tras la puerta.

  El hombre podría estar lo más enojado con ella pero no la dejaría dormir sobre la mesa de la cocina, tampoco podía odiarla.

Ⲣⲁ𝛓ⲁⲇⲟ𝛓 ⲇⲉ ⲥⲟⲣⲁ𝛓 [Fiddauthor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora