𝐈𝐈𝐈

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Bianca Garrido Pov's

- Hola. - le digo a mi madre cuando bajo las escaleras.

- Buenos días, cariño. - me dice ella preparando el desayuno. - ¿Me ayudas? Vamos a desayunar todos juntos fuera.

- ¿Qué hago?

- Lleva estos platos fuera. Ahora vendrá Marc con unas cosas que ha ido a comprar.

- Vale.

Le hago caso y voy para el jardín, donde está esa mesa gigante donde caben diez personas como mínimo.

- Buenos dias. - me dice Carlos al verme.

- Hola. - le sonrió.

- ¿Has dormido bien?

- Sí, ¿tú?

- Muy bien, gracias por preguntar. - aparece Marc y me da un beso en la mejilla como saludo. Yo le miro con cara de asco.

- He traído croissants y estas cañas de crema.

- Perfecto, las favoritas de Bianca.

- ¿Ah, sí? Pues las compraré más a menudo para que mi hermana esté contenta. - me dice con esa sonrisa que podría hacer que cualquiera estuviera a sus pies.

- Pero no le mires así, Bianca. - me dice mi madre sentándose. - Dile algo, es un detalle precioso.

- Sí, increíble. - Carlos ríe.

- Bueno, ¿qué planes tienes hoy, Bianca?

- Me voy a ir a hacer las uñas en un rato.

- Ves al de siempre, pero está un poco lejos y yo hoy no te puedo llevar.

- Te puede llevar Marc en la moto.

Ni de coña.

- Ah, no, no hace falta, pillo un bus y ya.

- Te llevo yo, que no tengo nada que hacer. - dice Marc burlón.

- Qué no, que no.

- Venga, cariño, deja que Marc te lleve, quiere hacer algo por ti. - me dice mi madre acariciando mi mano.

- Bueno, pues vale, me llevas tú. - le miro y él me guiña un ojo burlón.

- ¿Y por la tarde saldrás o algo? - pregunta otra vez Carlos.

- No creo, me da bastante pereza tener que ir Barcelona ciudad.

- Bueno, si haces algo, nos dices.

- Bueno, ahora que lo pienso. - me iluminó. - ¿Pueden venir mis amigas a casa? Hace un día de locos para estar en la piscina.

- Me parece bien, así de paso la estrenas. - dice mi madre.

- Pues hoy la piscina queda reservada para Bianca y sus amigas. - dice Carlos mirando a su hijo.

El desayuno pasa rápido entre vacile y vacile de Marc y mío.

- ¿A qué hora es eso de las uñas? - me dice Marc.

- En una hora. - le digo dejando los platos en la encimera. - No hace falta que me lleves.

- Sí que lo voy a hacer, sí.

Suspiro. - Pues sé puntual, te pasaré la ubi. - él asiente y se va para el sofá, mientras que yo me voy arriba para ducharme.

Después de la ducha y estar vestida con unos pantalones cortos negros y una camiseta blanca con forma de uve en el pecho, le escribo a mis amigas.

𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎 || 𝐌𝐚𝐫𝐜 𝐁𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora