58 |En busca de la bruja|

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Skylar se encontraba de pie en la sala de estar en el piso superior de la mansión Mikaelson junto a Marcel y Hayley, observando cómo Klaus buscaba algo frenéticamente dentro de una caja extraña, ubicada en una de las estanterías. Murmuraba para sí mismo frases como «¿Dónde se supone que está?» «Yo lo deje por aquí» mientras los otros lo miraban sin entender qué intentaba encontrar.

La Trihibrida solo debió adentrarse en su mente para poder terminar con la exhaustiva búsqueda y, con ayuda de sus poderes, hizo flotar hacia el un par de esposas especiales que evitaban que el brujo o bruja que las llevara puestas hiciera magia.

—Gracias, amor —dijo con una sonrisa ladeada, a lo que ella le guiñó un ojo—. Espera, ¿pudiste darmelas todo este tiempo?

—Era divertido verte buscar de un lado al otro. Estuvieron frente a ti todo el tiempo. —Su burla contra su persona hubiera sido suficiente para que cualquier otra persona muriera al instante, pero como se trataba de ella, el rubio solo rió mientras negaba con la cabeza.

Sin borrar su expresión de satisfacción, Klaus se acercó a paso rápido hacia el antiguo rey de la ciudad, quien las tomó inmediatamente. Aunque, era obvio por la mueca en su rostro que no lograba comprender sus intenciones.

—Creo que ya no las guardaré, siempre hay un miembro de la familia o amigo que necesita ser encadenado. —La observación de Nik tenía mucho sentido para Skylar, ya que en esa ciudad siempre había que estar alerta.

—Explicale lo que necesitas que haga porque el pobre Marcel está muy confundido —pidió la castaña al notar que el vampiro solo se dedicaba a dirigir su mirada desde las esposas hacia Klaus.

—¿Que no es obvio? ¿Para que piensas que te pedí que vinieras? —interrogó con una ceja alzada—. Bueno, no importa... encuentra a Rebekah, Eva o quien sea. Utiliza eso para evitar que use magia y por sobre todas las cosas no la hieras. Lo poco de no-psicotica que tiene en su interior es aún mi hermana.

—No seré el único que la busque, asesinó a niños brujos —comentó con obviedad recordando lo que le había dicho Vincent la noche anterior

—Tiene razón, tenemos que encontrarla lo más pronto posible porque no dudarán en asesinarla —concordó Hayley con preocupación—. El trato de veinticuatro horas que logró Elijah con el aquelarre se terminó a media noche. Todas las brujas de la ciudad la buscarán.

—Bien, ve con Elijah y pídele que obligue a las brujas que detengan su cacería. —Klaus se volteó a ver a su cuñada con seriedad mientras evaluaba la situación y ella le dedicó una mala mirada porque, al igual que a su hermana, no le gustaba que le den órdenes—. Bueno, creo que todos tienen una tarea. Así que... ¡A trabajar!

—¿Y cuál se supone que es mi tarea? ¿Ayudo a Marcel a buscar a Rebekah? ¿Hago de diplomática con Elijah? ¿Mato a toda bruja que quiera eliminar a mi amiga? —cuestionó Sky de mala gana. Cruzó sus brazos mientras lo observaba con molestia porque se sentía excluida de la misión de salvar a Rebekah, y tenía razón.

—Tu te quedarás aquí con Hope, dónde estés protegida por mi y el ejército de hombres lobo de Jackson. —La forma en que lo dijo irritó muchísimo más a la chica, que no podía comprender que esperara que ella lo obedeciera con tranquilidad, sabiendo el peligro que corría su mejor amiga—. Lo de anoche no puede volver a repetirse.

Estaba escondiendo el profundo miedo que le provocó siquiera pensar en que si ella moría la noche anterior, tendría que pasar el resto de la esternidad completamente solo porque no pensaba enamorarse de alguien más. Ella era todo para el y lo que le preocupaba aún más era, ¿cómo le diría a su hija que su madre murió porque el no pudo protegerla?. Suponía que Hope lo odiaría y eso potenciaría la miseria de su vida.

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄Where stories live. Discover now