mini: el don de los urrutia

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Esto no es un capítulo capítulo como tal. Os explico, os voy a ir dejando una serie de “historias” más cortitas que los capítulos normales en las que se desarrolle un poco la trama de varios personajes con el fin de que comprendáis mejor los sucesos que pasan en la siguiente actualización. Son memorias, flashbacks previos a la trama principal del fanfic pero que ayudarán a poneros en contexto fácilmente. Por ejemplo, aquí tenéis la razón por la que Martin no quiere que lo toqueteen mucho, pero también os escribiré el primer encuentro Juanana o la primera confesión Kivi.

3 de agosto de 1998 (antes de la batalla)

La familia Urrutia siempre había sido un tanto especial, todo el mundo mágico lo sabía. Y es que, el don de la adivinación solía ser escaso, pero siempre se heredaba. Si uno de tus antepasados era vidente, probablemente tú tengas facilidad para leer los posos del té o incluso para diferenciar las imágenes presentes en una bola de cristal. Los Urrutia eran, desde hace siglos, una familia de videntes. Dueños de una de las tiendas más concurridas — y seguras — del Callejón Knockturn*, la mayoría de los miembros de la familia poseía algún tipo de afinidad con el mundo de la adivinación.

Los padres de Martin y Chiara eran unos magos talentosos, pero que conocían demasiado el mundo de la magia oscura y sabían a la perfección hasta qué punto podía llegar a ser peligroso poseer el don de la familia. Por ello, cuando el menor de los mellizos comenzó a dar señales de ser un vidente, con todas las letras de la palabra, supieron que tenían que esconderse.

En el mundo muggle, la palabra “vidente” tiene una connotación completamente diferente, con un deje negativo cuyo significado suele relacionarse con estafas, personas que se hacían pasar por aquellos que realmente podían ver los hilos del futuro, magos o brujas que tenían visiones con el simple roce de una mano. En inglés, los “seer” eran escasos, muy codiciados, pero extremadamente poderosos. En la propia familia Urrutia no había nacido uno de ellos en cinco generaciones, hasta que llegó Martin.

Al principio fue complicado, que naciera un nuevo vidente en la familia justamente cuando el mundo mágico se veía amenazado por el movimiento del Señor Tenebroso era una mala señal. Decidieron mudarse a una casa que no se pudiera rastrear, cuya dirección solo era conocida para sus amigos más cercanos.

A pesar de que tuvieron que aprender a controlar sus dones y diferencias, los mellizos tuvieron una infancia feliz. Con diecisiete años, Chiara ya era capaz de reconocer figuras en las bolas de cristal, tirar el tarot de forma confiable y poder diferenciar diversos augurios en los posos del té. A Martin le había costado, pero sus visiones eran cada vez menos frecuentes y más “controladas”. Todo estaba bien.

Aquel día, Chiara y Martin estaban jugando al Quidditch junto a su hermano menor. El pequeño se dedicaba a tirar la quaffle a los aros del jardín de casa mientras Chiara intentaba robársela y Martin evitar que marcara gol. Ninguno de los mayores jugaba en serio, no contra un niño de nueve años recién cumplidos que todavía estaba aprendiendo a volar en escoba. El ambiente estaba lleno de risas escandalosas y gritos indignados, como si el mundo no estuviera a punto de hacerse pedazos fuera de aquella burbuja.

Chiara se quedó paralizada en el aire cuando divisó una cabellera rubia con mechas castañas que avanzaba con rapidez en dirección a la puerta. Narcissa Malfoy era la esposa del famoso mortífago Lucius Malfoy, uno de los hombres más cercanos a Lord Voldemort. También era la madre de Draco Malfoy, famoso Slytherin que había dejado muy claras sus alianzas al lado oscuro de la guerra. Pero, sobre todo, Narcissa Malfoy era la mejor amiga de su madre, Julene Urrutia.

Nacida Black, Narcissa había asistido a Hogwarts como compañera de habitación de Julene. Ambas miembros de la casa Slytherin, encajaron perfectamente desde el primer día en el que se conocieron. Las preocupaciones de la menor de las hermanas Black eran bastante notorias, teniendo en cuenta que su familia era una de las principales responsables del auge de la magia oscura en aquella época.

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