Prólogo II

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[Wilmington] [Carolina del Norte]

[5 de Octubre de 1993]

Laurence James Snow bebió de un solo trago su primera cerveza.

Oficialmente tenía veintiún años y ya tenía el permiso legal para beber alcohol.

—Laurie , Laurie , Laurie — lo animaban sus mejores amigos mientras él terminaba su gran jarra de cerveza espumosa.

Eran las libertades que se permitía lejos de lo asfixiante que podía ser Lindisfarne y ser el único hijo varón del pastor Snow.

Appalachian State University era un milagro para él, no más sermones, no más expectativas que su padre ponía en su espalda.

—¡Quiero otra! — exclamó extasiado Laurie.

A muchas chicas de su carrera le gustaba simplemente porque su madre lo había llamado como su personaje favorito de su novela favorita. Así que muchas chicas se aferraban a su brazo mientras batían sus pestañas.

—Tranquilo compañero — Haymitch le palmeó la espalda — Aun falta el pastel.

John Hawthorne colocó una bandeja de cupcakes glaseados con una vela en el medio. Su grupo de universidad y sus amigos de casa habían decidido hacer un viaje desde Boone hasta Wrightsville Beach para celebrar el cumpleaños de Laurie.

—No son los que prepara en Mellark's Bakery, pero se ve que son deliciosos. — sonrió John

Sus compañeros le cantaron feliz cumpleaños y Laurie miró el fuego hipnotizado, en parte pidiendo el deseo de quedarse joven. Mientras más envejece, más carga su padre pondrá en sus hombros.

El próximo pastor que guíe a los hijos de Roanoke a través de la oscuridad y sigan los mandatos del Gran Érebo. La necesidad de una novia que le brinde su sangre y lleve sus descendientes.

Laurie no quería nada de eso.

Cuando sus compañeros dejaron de cantar, Laurie sopló las velas.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

[8 de Octubre de 1993]

—Laurence — llamó a su padre directo a su estudio.

Mamá soltó el rostro de Laurie y recogió a Kate del suelo y se la llevó a la cocina. Laurie estaba molesto con su padre, mamá ya tenía 43 años y no era una edad adecuada para volver a lidiar con un bebé.

Mordiéndose la lengua caminó hasta el estudio de su padre, como siempre se sentó en la silla frente a la de su padre.

Los dos eran polos opuestos. Mientras su padre era un hombre de cabello rubio con vetas plateadas que mostraban su vejez, junto a ojos azul gélido, Laurence era un chico de cabello oscuro heredado del lado de los Baird junto a los ojos grises de algún pariente de generaciones atrás.

— Pronto será la víspera de Samhain — dijo su padre — ¿Sabe lo que significa?

—¿Halloween? — respondió con sarcasmo, algo que se ganó la mirada de molestia de su padre.

—Vendrá un grupo de señoritas elegibles desde uno de nuestros pueblos hermanos en Maine — empezó a hablar padre — Un par de gemelas, la hija de los farmacéuticos, y una que hace poco cumplió veintiuno. Espero, que con la bendición del Señor, encuentres a tu pareja dentro de ese grupo.

—¿Tan pronto? — se mostró confundido Laurie — Recien cumplí veintiuno y aún me falta un año para graduarme.

—No te estoy pidiendo que dejes la universidad — contestó su padre con seriedad — Vinculante y cásate con la novia escogida para ti. Ella vibrará con nosotros hasta que te gradues, luego podrás mudarte a la casa del bosque.

With a taste of Blood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora