8/10 Un joven matrimonio

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8/10 Un joven matrimonio.

[Aegon siente que lo están engañando y está decidido a atrapar a los amantes. Los celos en su interior se prendieron gracias al actuar precipitado de su joven esposa al salvarlo en una revuelta de la fe.

Por otra parte, el instinto de posesión en Jaehaera se encendió llevando a su débil de alma esposo bajo su ala protectora. Con la llegada de Rider arenas dejó solo y sin su completa atención al joven Aegon, sin saber que a este le afectaría tanto].

El joven Rider arenas era osado, tenía la costumbre de entrenar en el patio interno alejado de los ojos curiosos de los guardias real, es el hijo ilegítimo del príncipe de Dorne aunque muy amado por su padre.

Con las recientes alianzas, el joven bastardo pudo viajar a King's Landing donde se mantuvo un tiempo con su propio grupo de amigos.

“Rider Arenas usa dos espadas para combatir”, ese rumor le llegó como un balde de agua fría a la reina, ¿él hace tal cosa? No lo cree, cuando se enfrentaron no lo hacía.

Su habilidad para usar dos espadas dejó tan intrigada a Jaehaera que no pudo evitar escabullirse para verlo, lo admiró en su baile ambidiestro desde lo alto por varios días antes de hacer notar su presencia.

—¡Reina Jaehaera! —Se inclinó apenas la notó parada a un costado, ella admiró al guardia que Rider arenas había derribando con facilidad.

«Es cierto, aprendió a usar dos espadas... ¿o ya lo sabía desde entonces?».

No hubo palabras de por medio, él se preocupó por la presencia de la reina aunque no se viera la sombra del rey.

—¡¿Eh?! —lanzó al momento de esquivar un ataque, sorprendido retrocedió por la potente estocada que la reina había arremetido en su contra, ella ya llevaba espada del rey la cual nunca regresó, y el mismo rey nunca había pedido.

El interés de Jaehaera era fuerte en esta habilidad tan singular de usar dos espadas, no pudo no pensar: «Si lo derroto eso quiere decir que puedo derrotar a Khal Raik», aunque Khal Raik sea el doble en tamaño que el joven Raider Arenas, este es rápido y ágil.

El Dorninense se tomó el asunto en serio cuando un corte le rozó el brazo, apretó sus espadas y con un giro hizo retroceder a la reina, por la cabeza de Rider no concebía lo que ocurría: ¿Está chocando espadas con la reina de los siete reinos?

—No te distraigas —advirtió Jaehaera, ella olvidó que era muda y tonta, el calor de la pelea la hizo olvidar ese pequeño detalle.

Una de las gemelas salió volando y Rider quedó con una sola, ahora parejos supo que es bastante buena, aunque no sabe los trucos Dorninenses, con su pie la tiró a un costado y trastabilló. Sin embargo, no quería que la reina cayera al piso hacia que se apresuró a sujetarla quedando muy cerca el uno del otro.

Ambos se miraron retadores a los ojos: “No me has vencido”.

—¡¿Qué están haciendo ustedes dos?! —la voz poderosa los hizo separarse, Jaehaera reconoció la figura, fue su esposo quien se paró en medio con el ceño fruncido.

Nunca había presenciado el rostro amable de su esposo enojado, se sintió antinatural.

—¡Mi rey! —Se arrodilló Rider —. ¡La reina iba a caerse y solo la atrapé!

Los presentes quienes fueron compañeros de Rider asintieron sin decir palabra de más, todos agacharon sus cabezas excepto Jaehaera quien no entendía lo que ocurría, ¿y qué le enfada si solo estaba midiendose con un viejo adversario? Él le dirigió una mirada molesta y muy desconfiada.

El secreto de la Reina Jaehaera (Aegon III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora