LITTLE, LITTLE || SeulRene (IRENE + SEULGI)

𝖢𝖺𝗉. 𝟥𝟫「𝗟𝘂𝗰𝗵𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀」

JooHyun levantó la cabeza al escuchar los pasos apresurados en la sala de espera, y allí estaba SeulGi, respirando profundamente, con pequeñas gotas de sudor en la frente, como si hubiera corrido una maratón para llegar. Su cabello ligeramente despeinado y su rostro enrojecido solo confirmaban que había hecho todo lo posible para no faltar. Hyun sintió un alivio inmenso al verla, como si el peso que llevaba encima se aligerara por completo en ese instante.

— ¡Lo siento tanto! 

Dijo SeulGi, acercándose rápidamente. Su voz estaba llena de disculpas mientras se pasaba la mano por el cabello, tratando de arreglarlo un poco. 

— La reunión se alargó más de lo que esperaba, y mi abuela . . . bueno, ya sabes cómo es. Pero estoy aquí. No iba a dejarte hacer esto sola.

JooHyun no pudo evitar una pequeña sonrisa, algo tímida pero sincera. Por unos momentos, había dudado si SeulGi realmente vendría. No porque desconfiara de ella, sino porque sabía lo complicada que era su vida ahora. Pero allí estaba, como siempre, cumpliendo su promesa.

— Llegaste justo a tiempo.

Respondió la azabache, levantándose de su asiento. Su nerviosismo seguía allí, pero la presencia de la castaña lo suavizó un poco. Miró hacia la enfermera que las esperaba junto a la puerta y luego volvió a mirar a su acompañante.

— ¿Estás lista para esto?

SeulGi le dedicó una sonrisa tranquilizadora, una que decía más de lo que las palabras podían expresar.

— Siempre.

Con un leve asentimiento, ambas siguieron a la enfermera hacia la sala de ultrasonido. El lugar estaba iluminado con una luz suave y cálida que parecía diseñada para calmar a las futuras madres. JooHyun se recostó en la camilla, y aunque trataba de mantenerse serena, sus manos estaban temblando ligeramente. SeulGi lo notó y tomó una de sus manos, entrelazando sus dedos con los de ella.

— Estoy aquí, Hyunnie. No estás sola. 

Murmuró la castaña, su voz suave pero firme. La enfermera comenzó a preparar el equipo, explicando cada paso con calma. JooHyun asintió mecánicamente, pero su mente estaba en otra parte. 

Los recuerdos de esa mañana con SeHun volvieron fugazmente a su cabeza, llenándola de inquietud. Su silencio había sido una tortura, una amenaza velada que la mantenía en constante alerta. Pero en ese momento, con la mano de SeulGi sosteniendo la suya, trató de enfocarse solo en lo que estaba por venir.

El sonido del latido de los bebés llenó la sala, un ritmo rápido y constante que hizo que los ojos de JooHyun se llenaran de lágrimas. Era un sonido que siempre la emocionaba, pero esta vez fue diferente. SeulGi estaba allí, y eso lo hacía todo más especial.

— Aquí están. Dos bebés sanos. ¿Quieren saber los géneros?

Dijo la enfermera con una sonrisa, señalando la pantalla. JooHyun miró a SeulGi, buscando su apoyo. La morena asintió suavemente, apretando un poco más su mano.

— Sí, queremos saberlo.

Respondió la joven madre con un hilo de voz. La enfermera señaló la pantalla, sonriendo ampliamente.

— Una niña . . . y un niño. Felicidades.

El corazón de JooHyun se detuvo por un momento. Una niña y un niño. Era más de lo que había imaginado, más de lo que había soñado. Miró a SeulGi, quien tenía una expresión mezcla de asombro y felicidad pura. Por un instante, parecía que todo lo complicado y doloroso se desvanecía, dejando solo ese momento perfecto.