𝖢𝖺𝗉. 𝟦𝟤「𝗨𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗹𝗺𝗮」

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Los últimos dos meses habían sido un mar inquieto bajo una superficie de aparente tranquilidad. SeulGi sabía que algo se avecinaba. Lo sentía en el aire, en los silencios largos de sus enemigos, en la falta de movimientos de SeHun y SiWon. Era precisamente esa quietud la que más le incomodaba. Sabía que no habían olvidado, que simplemente estaban esperando el momento justo para dar el siguiente paso.

Ella también se estaba preparando. Reforzó su entorno, aseguró sus vínculos, organizó discretamente estrategias, y mantuvo a JooHyun alejada de cualquier preocupación. Pero aun así, no podía evitar mirar sobre su hombro cada noche, como si algo invisible ya la estuviera persiguiendo.

JooHyun, por su parte, se veía más agotada. El embarazo comenzaba a pesar sobre su cuerpo menudo, y las últimas semanas se quejaba con frecuencia de movimientos inquietos en su vientre. "Parecen desesperados por salir", decía con una sonrisa cansada, y aunque el médico aseguraba que aún faltaban semanas para el nacimiento, SeulGi no dejaba de sentirse inquieta. Algo no estaba bien.

Aun así, organizaron una pequeña fiesta íntima en celebración anticipada por la llegada de los bebés. Solo los más cercanos fueron invitados. Todo debía ser cálido, tranquilo. JooHyun lo necesitaba. SeulGi se aseguró de que cada detalle fuera perfecto . . . pero no estaba preparada para lo que vendría.

SeulGi frunció el ceño al ver a SiWon y SeHun entrando con absoluta confianza al jardín, como si tuvieran derecho a estar ahí. La música seguía sonando, pero en su cabeza se hizo un silencio abrumador. Caminó con paso firme hacia ellos, apartando a un par de invitados que se interpusieron sin darse cuenta.

— ¿Qué demonios hacen aquí?

La castaña espetó, con la voz tensa, clavando su mirada como dagas en los dos hombres. Su pecho subía y bajaba con fuerza contenida, y sus manos temblaban, no de miedo, sino de furia.

— Les hice una pregunta. Estoy esperando una respuesta . . . ya. 

Se detuvo justo frente a ellos, interponiéndose entre sus invitados y la incomodidad repentina que se había apoderado del lugar. No era el momento, ni el lugar, y mucho menos las personas adecuadas.

— ¿Quién los dejó entrar?

Añadió, más bajo, pero con una amenaza clara en el tono. Estaba tensa, clavando sus ojos oscuros primero en SeHun, luego en SiWon.

Entonces JooHyun apareció entre la multitud, con el ceño fruncido y una mano instintivamente sobre su vientre. Había captado el cambio en el ambiente apenas SeulGi levantó la voz, y sus pasos apresurados la llevaron hasta el centro del conflicto.

— ¡SeulGi! —llamó con firmeza, colocándose a su lado—. No lo hagas aquí, por favor. Mira alrededor.

Sus ojos recorrieron el lugar lleno de amigos, familia y decoraciones pensadas con tanto amor. Tomó la mano de SeulGi con suavidad pero decisión, intentando calmar el fuego que ardía en su interior.

— Nadie sabía que vendrían . . .  —le susurró solo para ella, sin apartar los ojos de los dos intrusos—. Pero no vas a estropear este momento por ellos. Eso lo que quieren, no caigas en sus provocaciones, por favor. 

Y aunque su tono era tranquilo, su mirada también hablaba con dureza. SiWon y SeHun sabían que no eran bienvenidos.

— Es una fiesta familiar, ¿no? —respondió SeHun con una media sonrisa, arrogante como siempre—. Y técnicamente, como esposo de JooHyun, tengo derecho a estar aquí. Aunque ya sabemos que esos bebés no son míos . . .

El comentario cayó como una piedra en el centro del salón. Un par de invitados alzaron la vista, incómodos, sin saber si era momento de intervenir o fingir que no escucharon.

LITTLE, LITTLE || SeulRene (IRENE + SEULGI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora