Celos

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Durante una de las clases de filosofía, el profesor Serna decidió que sus alumnos debían compartir algunos mensajes recientes que habían recibido sobre temas relacionados con la materia. Al hacerlo, sus ojos se posaron brevemente en el teléfono de Nani, donde notó un chat abierto. Aunque no era el objetivo de la actividad, lo que captó su atención fue el tono cariñoso y cercano de los mensajes entre Nani y un chico cuyo nombre no reconoció.

Intrigado y, de alguna manera, molesto por el tono afectuoso de las conversaciones, Serna se permitió unos segundos de curiosidad. Sin embargo, no hizo comentarios al respecto, concentrándose en el resto de la clase. Al final de la lección, mientras los estudiantes comenzaban a recoger sus cosas y salir del aula, Nani se quedó para hacer algunas preguntas adicionales. Era una costumbre que ambos habían desarrollado: Nani solía quedarse después de clase para discutir temas en profundidad, y Serna aprovechaba estos momentos para compartir observaciones o bromas.

Serna, con su característica mezcla de sarcasmo y agudeza, comenzó a hablar con Nani mientras ella guardaba sus materiales.

-Parece que has estado muy ocupada últimamente -comentó Serna, mirando de reojo el teléfono de Nani con una sonrisa astuta-. Por cierto, me he dado cuenta de que tienes una relación bastante... especial con alguien que no es de nuestra facultad. ¿Puedo preguntar quién es el afortunado?

Nani, un poco sorprendida por el comentario, se sonrojó y miró a Serna con una mezcla de curiosidad y diversión.

-¿A qué te refieres, profesor? No creo que eso sea relevante para la clase.

Serna hizo un gesto teatral con las manos, como si estuviera desestimando el asunto.

-Claro, claro. Solo me pareció curioso cómo un chat tan... tierno podría estar ocupando tu tiempo. No es algo que uno esperaría de una estudiante tan dedicada.

Nani notó el tono sarcástico en la voz de Serna y, a pesar de que él estaba intentando ocultar sus sentimientos reales, no pudo evitar sentirse intrigada por la mezcla de sarcasmo y celos que parecía estar expresando.

-Tal vez estoy tratando de equilibrar mi vida personal y académica, profesor -dijo Nani, con una sonrisa juguetona-. No todo se trata de filosofía, ¿sabe?

Serna la miró con una expresión que mezclaba interés y molestia.

-Si alguna vez necesitas algún consejo sobre cómo manejar esas... relaciones complicadas, no dudes en pedírmelo. Aunque, para ser sincero, no soy muy bueno en dar consejos sobre cuestiones sentimentales.

Nani, encontrando el tono de Serna más atractivo de lo que esperaba, se sintió atraída por esa mezcla de posesividad y humor. Había algo en la forma en que Serna hablaba, en el ligero toque de celos que se asomaba a través de su sarcasmo, que la hacía sentir especial y valorada.

-Gracias, profesor. Aprecio su... interés. Y no se preocupe, estoy manejando bien las cosas.

Con una última sonrisa y un leve gesto de despedida, Nani salió del aula, llevando consigo una sensación de emoción y curiosidad. El toque posesivo de Serna había encendido algo dentro de ella, una chispa de interés que la hacía cuestionar sus propios sentimientos y la relación que tenía con él.

A lo largo de las siguientes semanas, Nani no pudo evitar reflexionar sobre la interacción. El comportamiento de Serna, aunque envuelto en sarcasmo, le había dejado un sabor intrigante. A medida que se conocían mejor, Nani sentía una creciente atracción hacia él, alimentada por esos momentos de interacción que parecían estar cargados de una tensión sutil y electrizante.

Claro, aquí tienes cómo las amigas de Nani descubren la conversación y la esperan fuera del aula:

***
El día después de la clase en la que Nani y el profesor Serna tuvieron su interacción cargada de sarcasmo y celos, sus amigas estaban especialmente intrigadas. Jossi, Mariel y Valentina, que también estaban en el aula, habían notado la interacción peculiar entre Nani y Serna. Durante la clase, habían intercambiado miradas y susurros, y su curiosidad había ido en aumento.

Después de la clase, cuando Nani salió del aula, sus amigas se acercaron rápidamente. Estaban ansiosas por saber qué había sucedido entre ella y el profesor, especialmente después de escuchar los comentarios sarcásticos y el tono inusual de Serna.

Mariel, con una sonrisa traviesa, fue la primera en hablar.

-¡Oye, Nani! ¿Qué fue todo eso con el profesor Serna? Parecía que estabas en el centro de un pequeño drama.

Jossi, que también estaba intrigada, añadió:

-Sí, ¡estábamos todas atentas a la conversación! No pudimos evitar notar la tensión y el sarcasmo. ¿Qué pasó exactamente?

Nani, con una mezcla de emoción y un toque de vergüenza, comenzó a contarles.

-Ay, chicas, fue increíble. Durante la clase, el profesor se puso a hacer comentarios sobre mi teléfono y ese chico con el que chateo. No sabía si en serio estaba celoso o solo bromeando, pero sus palabras tenían algo más... un toque de posesividad que me sorprendió.

Valentina, intentando contener una risa, preguntó:

-¿En serio? ¿Cómo se notaba ese toque de celos? ¡No puedo creer que haya pasado eso!

Nani asintió, con una sonrisa satisfecha.

-Pues, parecía que estaba intentando ocultar sus sentimientos, pero no pudo evitar mostrar un poco de celos. Fue tan... raro pero a la vez intrigante. Me hizo sentir que de alguna manera le importaba más de lo que dejaba ver.

Jossi se rió y bromeó.

-Parece que el profesor tiene una vena posesiva oculta. ¿Y cómo te sentiste al respecto?

Nani, con una mezcla de emoción y diversión, respondió:

-Me sentí bastante halagada. La forma en que habló me hizo cuestionar un poco cómo se siente realmente. ¡Fue una experiencia rara pero emocionante!

Mariel, todavía divertida, se unió a la conversación.

-Parece que hay un poco de drama romántico en el aire. ¡Nunca pensé que el profesor Serna pudiera ser tan... complicado!

Las amigas rieron juntas, disfrutando del momento. La conversación siguió entre risas y especulaciones sobre lo que podría significar la actitud del profesor Serna. Aunque estaban ansiosas por escuchar más detalles, Nani les prometió que les mantendría informadas sobre cualquier novedad.

Finalmente, mientras se dirigían a la cafetería para continuar su día, Nani se sentía aliviada de haber compartido su experiencia con sus amigas. Su emoción por la interacción con Serna se veía reflejada en la manera en que sus amigas respondían, y el apoyo y las bromas entre ellas solo aumentaban la sensación de camaradería y diversión que compartían.

Felices las cuatro (Versión Filo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora