In The Dark °•[Nico di Angelo]•°

Capítulo 6

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Marcar territorio.
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Morrigan Pov.

— Algo pasa.— Inquiere Nico.

Niego con la cabeza.

— Nada en particular.— Exclamó con total seguridad y gesto firme.

— ¿En serio?— Me cuestiona y vuelve a empujarme para hacerme cruzar el umbral de la puerta, pero me aferró al marco con fuerza. Jadeo.—¿Entonces por qué te niegas a salir?— Gruñe.

— ¡Tengo la regla y me duele el vientre! ¡No quiero participar en la captura a la bandera!— Me excuso.

Nico deja de empujar.

Retrocede y cruza sus torneados brazos sobre su pecho. Mirándome con firmeza como si pudiera ver lo más profundo de mi alma. Dioses.

— Mientes.— Afirma.

— ¿Disculpa? ¿Acaso vives en mis bragas?— Cuestionó con voz aguda.

Los rasgos de Nico son fuertes y tiene una belleza cruel que se intensifica al enmarcar expresiones de fastidio. Es guapo, y eso me descoloca un poco.

No me deja mentir cuando su cara bonita me está mirando así.

— Sé que mientes por qué hace unas semanas me hiciste ir a la ciudad para comprarte chucherías por qué tenías la regla. Así que no me mientas.— Me vuelve a pedir, sonando demandante.

Alzo los hombros.

— La tengo de nuevo.— Digo con simpleza, restándole importancia.

— Entonces te llevaré al hospital por qué no es posible que tengas la regla dos veces en un mismo mes.— Gruñe.

Me quedo en blanco.

Carajo, me tiene.

— ¿Y tú cómo sabes eso?— Pregunto.

— ¿Quién te compro tus primeras toallas cuando creíste que te estabas muriendo a los 10 años?— Cuestiona dándome un golpecito en la frente.

El recuerdo viene a mi mente.

Veo a un pequeño Nico de once años tratando de explicarme que me había vuelto «Una señorita» mientras yo me deshacía en lágrimas por el miedo.

Yo pensé que estaba muriendo, pero Nico había visto a su hermana pasar por la pubertad. No entendía todo el proceso perfectamente, pero sabía que involucraba sangre y dolor.

— Carajo.— Murmuró.

— ¿Con cuál de las cazadoras de Artemisa tienes problemas…?—Me cuestiona y noto cierto tono protector en su voz —Es Thalía, ¿Verdad?— El pelinegro rueda los ojos con fastidio. —Puede ser una insufrible maniática controladora cuando quiere.— Bufa.