Capítulo 2. Primera toma de contacto.NARRA ADINA
Ahí están los seis chicos. Parados enfrente nuestra. Observándonos curiosamente, ¿seremos las primeras chicas a las que invita Carmen a pasar o ya habrán venido otras antes? Tal vez es el morbo de que seamos hermanas lo que llama su atención, al final un reality se sustenta por el rating que haga y que dos hermanas vayan por los mismos chicos seguro que genera cierto morbo entre los espectadores.
Miro a Selena y la veo eufórica. Ella está en su salsa y no es para menos, por fin después de estos meses viéndolo tras la gente, yendo a sus eventos para observarlo de lejos, etc., va a conocer a su crush. En mi caso siento que estoy a punto de vomitar todo lo que he almorzado.
Los chicos se acercan a nosotras y se presentan uno por uno, dándonos un beso a cada lado de nuestras mejillas. Odio ese tipo de saludo me parece tan invasivo del espacio vital. Sobre todo para personas como yo que somos más tímidas y no nos gusta el contacto humano de primeras. Daniel es el único que en su lugar nos da un apretón de manos.
No sé ni qué decir, ni qué hacer. Estoy completamente muda e inmóvil. Nuestra madre nunca nos advirtió de esta situación y yo no soy una persona que sepa improvisar. Así que por mi parte solo espero que esto pase rápido.
—¿Qué os parecen? —pregunta Carmen como si no estuviéramos delante. ¡Que vergüenza!
Eso hace que los chicos nos observen de arriba a abajo. Cosa la cual me intimida pero intento mantenerme con la cabeza alta. No puedo dejar que vean que me estoy muriendo de la vergüenza, eso me dejaría en fatal lugar.
—Están bien —se anima a tomar la palabra el mayor de todos, es decir, Ricky.
—¿Solo bien? —le responde con picardía mi hermana. No sé yo si eso es buena idea.
El susodicho se acerca peligrosamente a ella y vuelve a echarle un repaso con la mirada. Luego se dirige hacia mi, trago saliva nerviosa y eso parece que le causa gracia porque se ríe. Ya sabía yo que no era buena idea.
—Bueno, bastante bien sí.
Mi hermana es incapaz de contener su sonrisa de oreja a oreja. Los demás siguen en silencio. Se nota que Ricky es a ellos lo que Selena a mi (quién toma siempre la iniciativa).
—¿Y los demás que pensáis? No os hagáis los mudos.
El resto comienza a opinar que están de acuerdo con las palabras de Ricky. Todos hablan menos Daniel. Él se mantiene en silencio.
—¿Y tú qué piensas Dani? —Se nota que Carmen no es solo la que entrevista a las chicas sino la que ha pasado la mayor parte del tiempo con estos chicos.
—¿Acaso cuenta mi opinión? —La repuesta del chico deja a todos los de la sala perplejos. ¿Por qué ha dicho eso? ¿A qué se refiere?
Él no se dice nada más y metiéndose las manos en el bolsillo de su pantalón se da la vuelta y se aleja de todos nosotros. Los demás nos quedamos en silencio esperando a que Carmen tome la iniciativa.
—Perdonadle, tiene un mal día —se disculpa Carmen por él. Sabiendo que probablemente sea mentira.
Por lo que he visto en la televisión Daniel siempre es el que menos entusiasmo muestra en las cosas que hacen. El más reservado, más callado y, por tanto, el que más intriga le genera a la gente.
Mientras Carmen ha ido en busca de Daniel, mi hermana aprovecha para hablar con los chicos. Yo mientras tanto me quedo sentada en uno de los sofás de la sala. No me nace decirles nada, me es violenta la situación en la que nos encontramos.
Eso sí, sé perfectamente que si mi madre estuviera aquí me cogería de los pelos y me obligaría a decirles lo primero que se me pasará por la cabeza.
—¿No vas a intentar impresionarnos? —Alzo la mirada y me encuentro con los ojos verdes de Cristo. No me lo esperaba.
—¿Serviría de algo?
Mi respuesta provoca que se ría.
—Ahí has estado rápida.
Yo me encojo de hombros. La verdad que no esperaba que ninguno se me fuera a acercar para hablar teniendo ahí a Selena con sus veinte mil temas de conversación.
—¿Por qué siento que no estas aquí por voluntad propia? —Esas palabras sí que llaman mi atención. Si doy esa imagen nunca voy a poder entrar y eso destruiría a mi madre.
—En realidad es que soy tímida y estas cosas me cuestan. Soy más del contacto de uno a uno.
—¿Como ahora? —Asiento.
—Como ahora.
—¿Y qué te ha hecho presentarte aquí? —cuestiona seguramente intrigado por mi respuesta.
Me pienso que decirle. La verdad no sería idónea en estos momentos.
—Conocer al que se supone que será el hombre de mi vida o al menos de eso está convencida mi madre.
Tampoco entro en detalle con lo de mi madre para que no parezca una loca.
—Ósea que mi posible futura suegra ya quiere que alguno de nosotros seamos su yerno.
Su respuesta me deja perpleja. ¿Cómo que futura suegra? ¿Estará intentando ligar conmigo o lo dirá por mi hermana?
—¿Futura suegra? —Él se ríe ante mi inocencia y se le forman dos hoyuelos en sus cachetes que me hacen pensar en lo tierno que se ve así riéndose.
—Quién sabe, a lo mejor pasas el casting, nos terminamos conociendo mejor y nos damos cuenta de que estamos hechos el uno para el otro —comienza divagando—. Ha sonado muy fantasioso todo, ¿no?
—De hecho como si fuera una película hecha a medida.
En eso parece que estamos los dos de acuerdo. Este reality es una forma fantasiosa de ver las relaciones románticas y el amor.
Cristo hubiese seguido contestándome de no ser porque Carmen ha vuelto con Daniel a regañadientes.
—Bueno chicas, Daniel tiene algo que deciros.
Carmen nos guía y terminamos colocándonos enfrente de Daniel. Como era de esperar apenas nos dirige la mirada.
—Siento mi comportamiento —Su disculpa me suena a como cuando en el colegio obligaban al que te hacía algo malo a qué te pidiera perdón cuando no quería realmente hacerlo.
—Bueno eso es todo por hoy —termina confirmando Carmen y acompañándonos a la salida. Antes de irnos evidentemente nos despedimos de los chicos, incluso Daniel lo hace.
Cuando llegamos a casa Selena corre hacia nuestra madre para contarle como fue nuestro día. Yo me limito a ser una observadora y oyente más.
—Y entonces se fue a buscar a Daniel y yo me quedé hablando con cuatro de ellos mamá. ¡Cuatro! Estaban Ricky, Gustavo, Alexander y Guayre.
—¿Y Cristo? —Mi madre es tan fan que se sabe ya todos los hombres y todo a lo que se dedican. Estos meses tenía que entrenarnos bien y para ello tenía que conocer bien a los chicos.
—Estuvo hablando con Adina.
Mi madre se gira para mirarme a mi.
—¿A solas? —Asiento con cierto temor a su pregunta—. ¡Oh dios mío! ¡No ha ni he empezado el programa y tú ya has hablado con uno de ellos a solas! ¡Estoy tan orgullosa!
Mi madre me agarra fuertemente y me estruja en un abrazo. Luego Selena vuelve a llamar su atención y sigue contándole de lo que estuvo hablando con el resto de los chicos mientras esperábamos por Carmen y por Daniel.
—Vamos que tiene buena pinta el asunto —concluye mi madre después de todo lo que Selena le ha contado.
—Sí, yo creo que entramos de cajón.
Eso es lo último que hablamos antes de empezar a hacer la cena. ¿Será este el principio de una nueva etapa en nuestras vidas?
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N.A:
holiiiiii, primera toma de contacto de las chicas con los chicos, ¿qué les parece?
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Ruta hacia el amor
Teen Fiction¿Qué harías si tu madre te obliga a participar en un reality de amor con el cual lleva obsesionada desde que eres una niña y te prepara desde ese momento para que consigas entrar cuando tengas la mayoría de edad? Esa es la historia de Adina y su her...